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El nuevo Santiago Bernabéu explicado por su arquitecto: así se crea un edificio icónico
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El nuevo Santiago Bernabéu explicado por su arquitecto: así se crea un edificio icónico

Asimétrico, con una piel de acero tratado, rompiendo el concepto de cuatro fachadas y con una cubierta que se cierra en 15 minutos. Tristán López-Chicheri habla del proyecto del Madrid

Foto: Modelo del próximo estadio Santiago Bernabéu. (L35)
Modelo del próximo estadio Santiago Bernabéu. (L35)

El Santiago Bernabéu es una anomalía urbana. La mayor parte de estadios deportivos del mundo están construidos a las afueras, junto a enormes aparcamientos y nudos de autopistas. El del Madrid está en el corazón de la ciudad, en una zona de rascacielos, pegado a la mayor arteria de la capital. En un lugar en el que el metro cuadrado cuesta un dineral. Patrimonialmente, una jugada ganadora, pero como le ocurre a la vida cotidiana, también sujeta a estrecheces y a problemas, especialmente cuando llega el momento de dar un golpe de timón y reorganizar la casa. Este verano empezarán las obras para remozar el estadio, todo un desafío que esta semana explicó el arquitecto Tristán López-Chicheri en una conferencia del Madrid Design Festival.

Lo primero en estos casos es ganar el concurso, que en el caso de este estadio comenzó hace siete años. Se espera la mayor modificación del campo desde 1982, año en el que se le dio una lavado de cara completo aprovechando el Mundial de España. Los cambios por el camino han sido muchos, hasta 12 obras desde que se construyese en 1947. Esta, en todo caso, está llamada a ser de las más profundas. "Espero que no sea una más, es una transformación considerable", explicaba el arquitecto, director general de L35, una de las empresas ganadoras del concurso.

Foto: El nuevo Bernabéu. (Ayuntamiento de Madrid)

No es un objetivo ligado a la ambición de los arquitectos, siempre buscando la idea más grandilocuente, sino parte de los requisitos del propio concurso del Real Madrid. El club exigía un icono arquitectónico que potencie la imagen universal del club y eso, según asume el propio arquitecto, "no se hace todos los días". La idea del club blanco siempre es apuntar a las estrellas, pero en realidad el Bernabéu no hará más que seguir una tendencia moderna en la que los estadios deportivos son las nuevas catedrales, los lugares en las que los mejores artistas de la construcción vuelcan sus esfuerzos y hasta conseguir siempre la mayor innovación, por lo menos hasta que llegue el siguiente unos meses después.

Asimétrico y cambiante

"No solo un estadio, el estadio del Real Madrid", dice el arquitecto ante una audiencia en el que hay madridistas pero, por encima de todo, hay curiosos y amantes del diseño de edificios, incluso estudiantes tomando notas. El trabajo de los arquitectos consistió en imaginar un Bernabéu nuevo, lo cual para un madrileño es casi un imposible, pues lleva años y años viendo la misma fachada encaramada al Paseo de la Castellana. Esa, en todo caso, no deja de ser la esencia del oficio, ser capaz de vislumbrar una estructura nueva que cambie lo que todos conocen y en no pocos casos estiman.

Tomando ese estadio como base, porque la idea siempre fue que nunca se saltase un partido, crear algo completamente nuevo. Y para eso, más que buscar un concepto sólido se buscaba escapar de otros. "Huir del edificio de cuatro fachadas. Huir de la simetría", enumera López-Chicheri en su discurso. El Bernabéu actual es estrictamente simétrico y tiene cuatro caras aunque, como el propio arquitecto cuenta, solo una de ellas tiene realmente visibilidad, la de la Castellana. En el concepto nuevo se pretende romper con eso. Se buscaba también dinamismo y, para ilustrarlo, una foto del gol de Ramos en la décima. Porque algunos conceptos pueden ser abstractos, pero el estadio no deja de ser la casa de un club deportivo.

La selección de concursos terminó el 14 de septiembre de 2012. Un mes antes, el vacío. "No teníamos nada ni parecido a lo que llegamos y había que tenerlo para un mes". Una reunión de arquitectos compleja, un 'brainstorming', hasta llegar a un modelo que es más fácil de entender de un vistazo que de una lectura. "Es un edificio cambiante que va adquiriendo caras diferentes a pesar de mantener siempre unas características comunes", cuenta.

placeholder El paseo interior del nuevo Bernabéu. (L35)
El paseo interior del nuevo Bernabéu. (L35)

Un gran vestíbulo

Más. "Uno de los elementos claves es una cornisa sugerida, con cambios de pendiente que van moldeando el edificio a medida que uno se mueve". Es cierto, no hay cuatro muros sino una superficie de acero continua que va dibujando en nuevo Bernabéu como si estuviese cincelado con metal. En la máxima simplificación gráfica, tres líneas perimetrales que se ondulan pero nunca llegan a tocarse y que conforman el boceto del estadio, los alambres que luego darán forma al nuevo edificio. El reto es enorme, pues tiene una doble necesidad, por un lado adaptarse al interior, ya que el graderío esencialmente se va a quedar igual, y también al entorno urbano de Chamartín.

Además del aspecto concreto, que es algo muy obvio, muchos matices en el nuevo juguete. Por ejemplo, un gran vestíbulo central en la Castellana, la fachada más célebre. "Nos parecía que un edificio público debe tener una cara pública, a este le faltaba ese reconocimiento". Es cierto, ahora tiene 57 puertas, pero ninguna entrada. "Hay un gran lobby y se han modificado los niveles para que haya un solo acceso". Es un cambio fuerte en la relación de la construcción y la vía pública, pero el funcionamiento interno será prácticamente el mismo. "No lo podíamos pervertir porque tiene una muy buena evacuación", explica. Y eso nos recuerda que el Bernabéu de hoy puede parecer algo antiguo, pero no deja de ser una construcción notable con muchas fortalezas. En Padre Damián los cambios también serán drásticos, desaparece el centro comercial -que tampoco entusiasmaba a nadie- y se dedicará un espacio público. Uno de los objetivos, que se pueda pasear alrededor del Bernabéu.

placeholder Tristán López Chicheri en el Roca Madrid Gallery explicando el proyecto. (Facebook Roca Madrid Gallery)
Tristán López Chicheri en el Roca Madrid Gallery explicando el proyecto. (Facebook Roca Madrid Gallery)

La ecuación de la cubierta

Otro detalle importante que forma parte también del día a día de los arquitectos: a grandes problemas, grandes soluciones. La fachada y la cubierta [más de ella, la joya del proyecto, un poco más adelante] son la clave del nuevo proyecto. Y, por descontado, son estructuras que se tienen que juntar. En este caso se crea "una grieta" en el cierre que se ha aprovechado para hacer un paseo que rodeará al estaido y desde el que se verá la ciudad. El edificio equivale a 11 alturas, es lo suficientemente grande para que las vistas sean espectaculares.

Los acabados de la fachada generan una "piel" de acero inoxidable "tratado para dar reflectancia al material y tener un aspecto sofisticado, no de cacerola casera, parecido al titanio", dice con sorna el López-Chicheri. Una transparencia desde el interior, ya que la piel actua como un "brise-soleil", abierta para permitir la ventilación óptima de un recinto que, al final, necesita tener un césped en perfecto estado. Sin eso, no funciona.

Con todo lo que cambiará el aspecto externo, quizá el mayor desafío para la ingeniería está en la cubierta. Sí, el Bernabéu ahora podrá cerrarse, algo ya común en muchas instalaciones deportivas. Esta simple línea de texto es, en realidad, un proceso complejo con una solución arquitectónica aparatosa. Se demolerá la cubierta, se colocará un anillo de compresión alrededor del estadio y otro de tracción en el interior, entre los dos, cables de acero entrelazados. "Como hacían los romanos en el fondo,este sistema tiene con puentes y remontes de montaña". Cosa importante en este caso: se puede hacer en un verano. Entre las peticiones del club no está solo tener un coliseo icónico, también no dejar nunca de jugar en su casa.

Su lugar en la ciudad

Una membrana para impermeabilizar y, en la nueva cubierta, dos elementos completamentes nuevos. Por un lado, un espectacular marcador led de 360 grados que recorrerá todo el techado del nuevo Bernabéu. Por otro, la cubierta propiamente dicha, de un plástico con teflón y que podrá desplegarse en 15 minutos. "setenta y tantos metros de luz, que gusta mucho porque será récord mundial un ratito", cuenta el diseñador. Además, por supuesto, de elementos ya presentes como la calefacción o la iluminación.

placeholder Proyección del Bernabéu. (L35)
Proyección del Bernabéu. (L35)

Reconstruir el Bernabéu obliga a pensar en grande. No es solo el material, la forma y el uso (los usos en realidad, porque un estadio moderno es mucho más que una sucesión de partidos). También tiene que tenerse en cuenta su relación con la ciudad, además de con su entorno cercano. Porque el museo, por poner un ejemplo, es uno de los lugares más visitados de la capital. El Real Madrid es uno de los emblemas de la localidad, una atracción turística que genera mucho dinero para Madrid. Es habitual ver impactos económicos -casi siempre inflados- de eventos temporales para justificar grandes inversiones públicas, pero pocos se han detenido en calcular lo que supone tener un club así jugando semana tras semanas. En los planes del Ayuntamiento está generar rutas que conecten el museo del Madrid con los pictóricos del Paseo del Prado, uno de los grandes reclamos de la urbe. Es, en todo caso, un plan para turistas, difícilmente los locales pondrán ambas zonas en el mismo renglón.

Queda construir, que no será de la noche a la mañana. En principio, este verano empezará la renovación. López-Chicheri, preguntado por los pocos periodistas que han recalado en la conferencia, despeja como si en lugar de artista fuese central de tronío. Las preguntas, al presidente. Está abierto el concurso para las constructoras, se conoce ya por dónde llegará la financiación. Se supone que todo está pensado para que cuando esta temporada eche el telón, empiecen las obras. Se tardará tres años y medio en ver el producto final. Es lo que tiene construir un icono y seguir jugando, que es una combinación que exige paciencia.

El Santiago Bernabéu es una anomalía urbana. La mayor parte de estadios deportivos del mundo están construidos a las afueras, junto a enormes aparcamientos y nudos de autopistas. El del Madrid está en el corazón de la ciudad, en una zona de rascacielos, pegado a la mayor arteria de la capital. En un lugar en el que el metro cuadrado cuesta un dineral. Patrimonialmente, una jugada ganadora, pero como le ocurre a la vida cotidiana, también sujeta a estrecheces y a problemas, especialmente cuando llega el momento de dar un golpe de timón y reorganizar la casa. Este verano empezarán las obras para remozar el estadio, todo un desafío que esta semana explicó el arquitecto Tristán López-Chicheri en una conferencia del Madrid Design Festival.

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