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El hundimiento del Real Madrid en Vitoria con Florentino sufriendo en el palco
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la delantera entra en declive

El hundimiento del Real Madrid en Vitoria con Florentino sufriendo en el palco

Florentino asistió desde el palco de Mendizorroza a una nueva derrota del Real Madrid. Corre peligro Lopetegui porque el entrenador es incapaz de sacar rendimiento a la plantilla

Foto: El gol de Manu García para darle la victoria al Alavés ante el Real Madrid. (EFE)
El gol de Manu García para darle la victoria al Alavés ante el Real Madrid. (EFE)

Había una vez que el Real Madrid tenía gol, generaba ocasiones de peligro como un equipo amenazante y transmitía voracidad. En la derrota contra el Alavés (1-0) el equipo de Julen Lopetegui alcanza las 6 horas y 49 minutos sin saber lo que es marcar un gol y acaba el partido de la forma más cruel: perdiendo en el minuto 95. En la última jugada del partido se hundió el equipo de Lopetegui en otro día trágico y ya son varios porque desde que el Sevilla le dio un meneo no sabe lo que es ganar ni marcar. La racha negativa es ya de cuatro encuentros y los síntomas empeoran. Este Real Madrid es un despropósito cuando tiene la pelota e intenta elaborar juego con pases horizontales. No tiene mordiente arriba, se parte en dos y vuelve a pagar carísimo un despiste. En Mendizorroza fue en un córner en el que primero remató de cabeza solo Sobrino, desvió Courtois con una mano y en el rechace ganó Manu García por ser más contundente. En Moscú fue un pase atrás de Kroos en el primer minuto. En Sevilla falta de tensión y un regalo de Marcelo. El Real Madrid se pone su propia horca.

Un nuevo desastre para Julen Lopetegui con Florentino Pérez en el palco que pone en jaque al presidente. El rendimiento del equipo, pese a las bajas de Marcelo e Isco en Vitoria, está muy por debajo de lo que tiene que ofrecer un aspirante a la Liga. La delantera del Real Madrid ha entrado en declive. Se mire por donde se mire. Contra el Alavés empezaron el partido Benzema y Bale. En el descanso se quedó el francés en el banquillo para que entrara Mariano. Las urgencias llevaron al entrenador a quitar a Casemiro para arriesgar con Marco Asensio. La última bala fue Vinicius -en el minuto 80- por Bale, que se fue lesionado y antes de retirarse del campo se atrevió a lanzar una falta. Un disparate de ataque.

placeholder Lopetegui en Mendizorroza. (Efe)
Lopetegui en Mendizorroza. (Efe)

Toda la artillería que tenía Lopetegui en Mendizorroza la puso en el césped y fueron incapaces de hacer un gol. Este equipo ha quedado capado o mutilado desde que se marchó Cristiano Ronaldo y el desastre de Vitoria es la penitencia que toca pagar un día sí y otro también y ya van cuatro fracasos: Sevilla, Atlético de Madrid, CSKA de Moscú y Alavés. Una racha de cuatro partidos sin ganar ni marcar que obliga a Florentino a una profunda reflexión sobre la capacidad que tiene Lopetegui para sacarle rendimiento a la plantilla o la necesidad de tener que acudir al mercado de invierno a buscar un delantero contrastado porque el equipo, con esta dinámica, se asoma al precipicio.

Una caricatura de jugadores

A Julen Lopetegui le toca tragar bilis y esperar a que Florentino le respalde y no acabe poniendo su soga. No lo tendrá fácil y si le da un voto más de confianza será porque no tiene un sustituto inmediato. La derrota contra el Alavés marca un punto de inflexión en el futuro de Lopetegui. Podrá continuar y darle la vuelta a esta situación tan nefasta, pero desde ya se ha puesto en marcha la maquinaria directiva para encontrar un posible relevo si el equipo continua en caída libre y si aguanta hasta final de temporada le pasará factura esta crisis otoñal.

A Lopetegui le va a perseguir de aquí al final de año un escenario crítico hasta que se ponga sobre la mesa de Florentino si tiene que comerse el turrón porque al margen de la sequía goleadora hay que quedarse con lo pobre del juego. Mediocre, inofensivo. El Real Madrid confirmó en Vitoria que es un equipo previsible, plano, que toca y toca y carece de velocidad y agresividad arriba. Odriozola fue el mejor del partido por su insistencia en subir y centrar por la banda derecha. Nada más. El resto de compañeros son una caricatura. Muy lejos de su nivel. Modric no da fluidez, Kroos no tiene precisión, Casemiro es un estorbo, Bale ha vuelto a caer en la anarquía, Benzema lleva siete partidos sin hacer gol y así podemos seguir con el resto porque todos, absolutamente todos, han caído en la desgracia y la melancolía que trasmite Loetegui.

Había una vez que el Real Madrid tenía gol, generaba ocasiones de peligro como un equipo amenazante y transmitía voracidad. En la derrota contra el Alavés (1-0) el equipo de Julen Lopetegui alcanza las 6 horas y 49 minutos sin saber lo que es marcar un gol y acaba el partido de la forma más cruel: perdiendo en el minuto 95. En la última jugada del partido se hundió el equipo de Lopetegui en otro día trágico y ya son varios porque desde que el Sevilla le dio un meneo no sabe lo que es ganar ni marcar. La racha negativa es ya de cuatro encuentros y los síntomas empeoran. Este Real Madrid es un despropósito cuando tiene la pelota e intenta elaborar juego con pases horizontales. No tiene mordiente arriba, se parte en dos y vuelve a pagar carísimo un despiste. En Mendizorroza fue en un córner en el que primero remató de cabeza solo Sobrino, desvió Courtois con una mano y en el rechace ganó Manu García por ser más contundente. En Moscú fue un pase atrás de Kroos en el primer minuto. En Sevilla falta de tensión y un regalo de Marcelo. El Real Madrid se pone su propia horca.

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