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Dos directivas, dos plantillas y solo puede jugar una: la pesadilla del Real Avilés
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una de las miserias de tercera división

Dos directivas, dos plantillas y solo puede jugar una: la pesadilla del Real Avilés

Dos directivas que crean dos plantillas con dos entrenadores... y solo puede jugar uno de ellos. El Real Avilés vive un suplicio generado por su presidente y una gestora que no tiene solución a la vista

Foto: Un once del Real Avilés de la temporada pasada. (Real Avilés)
Un once del Real Avilés de la temporada pasada. (Real Avilés)

La ciudad de Avilés es la esquina superior izquierda del triángulo que, junto con Gijón y Oviedo, da forma al corazón urbano de Asturias. Sin la fama internacional de sus dos poblaciones vecinas, dicen los que allí viven que es la bonita, la más hermosa ciudad. Bañada por una ría que inyecta el agua salada hasta bien lejos de la costa, lo primero que recoge un vistazo son las chimeneas de la antigua Ensidesa, un paisaje poco amigable que no hace justicia a su centro histórico. Cerca de ahí, en las Meanas, se encuentra el Nuevo Román Suárez Puerta, el estadio hogar del club más antiguo de todo el Principado. El Real Avilés es, además de veterano, uno de los pocos pertenecientes a una urbe industrial del norte de España que jamás ha saboreado la Primera División. Con 114 años de vida, nunca antes había sufrido tanto como hoy. Nadie sabe, ni siquiera, quién manda ahí. Dos directivas, dos plantillas (una con fichas, otra sin ellas), dos entrenadores, una afición desesperada y ni un atisbo de solución a la vista.

Hundido en la miseria de Tercera, la que ha sido la categoría en la que más veces ha participado, la gestión de la entidad está ahora mismo en cuestión. Desde hace casi 20 años, el Avilés se encuentra embargado por el Ayuntamiento de la ciudad debido a habituales impagos del canon de uso del Suárez Puerta, recinto municipal (como la mayoría de estadios de fútbol en España) que utiliza desde 1999. Por esta razón, el club no recibe la subvención pública que le correspondería como equipo de fútbol. En todos estos años, el máximo accionista y presidente ha sido José María Tejero, que en 2011, ante la imposibilidad de funcionar correctamente debido a esos embargos, creó una manera de gestión pionera en nuestro país (y después imitada por el Recreativo de Huelva), fundó una empresa, Real Avilés Nueva Gestión, a través de la cual gestionaba el club. Al no tener esta compañía ningún problema judicial, no existían litigios con el Ayuntamiento.

Foto: El entrenador del Eldense, Fran Ruiz, conducido a los juzgados de Elda donde declara por un posible delito de amaño del partido Eldense-Barcelona.

Un grupo mexicano coge el control

Desde entonces, el control del club lo han tenido diferentes empresas externas. Y ahí reside precisamente uno de los problemas que a día de hoy ha dejado al Real Avilés dividido en dos entidades que funcionan de forma independiente. Nos encontramos en la temporada pasada, la 2016-17. El presidente Tejero se hacía cargo entonces de la gestión del club. Según fuentes consultadas por este periódico, dejó de cumplir con los salarios del primer equipo y los gastos procedentes de la escuela de fútbol del club. En medio de una difícil situación económica, apareció en diciembre del pasado año un grupo mexicano llamado IQ Finanzas liderado por Álvaro López Zúñiga, un inversor chileno con dudosa fama. López Zúñiga asegura ser administrador y propietario de un club mexicano, el Irapuato. Su verdadero dueño, Guillermo Lara, aseguró a 'SER Avilés' al respecto que "cuando vienen charlantes, falsos empresarios diciendo que tienen millones y ni tienen ni hacen nada no pueden tener tanta atención. Es un fraude estúpido".

placeholder El Avilés sigue jugando, pese a todo. (Real Avilés)
El Avilés sigue jugando, pese a todo. (Real Avilés)

IQ Finanzas fundó Real Avilés Gestión Deportiva y, mediante esta, firmó un contrato con Tejero en el que se traspasaba únicamente la gestión del Real Avilés hasta 2020 (más dos años opcionales si ascendían al fútbol profesional) a dicha comercial por 1 euro, asumiendo ésta todas las deudas y gastos varios, los cuales puso al día de manera casi inmediata, lo que supuso, tal y como dicen desde la gestora, una inversión de medio millón de euros. Fue un inicio meteórico y, por supuesto, fugaz. En el momento del traspaso de la gestión se estableció también una opción de compra del paquete accionarial de Tejero por un valor fuera de mercado, 30 millones de euros (en caso de estar el club en el fútbol profesional). IQ Finanzas quiso ejercer la opción, pero adaptando el montante a la realidad del fútbol español, lo cual fue el punto de fricción que detonó todo lo demás. Ofrecían 500 mil euros de entrada, un millón en tres plazos, más otro millón en caso de ascenso, es decir 3 millones de euros. Pero Tejero no acepta los avales del grupo mexicano. "Vendería si veo el dinero, todo el dinero. Estoy cansado de que me tomen el pelo con los aplazamientos", asegura Tejero en conversación con El Confidencial.

Una rescisión de contrato que no se acepta

El gestor empezó a encontrar deudas desconocidas y contratos que consideró ficticios pertenecientes a la escuela de fútbol. "Aparecían nombres de personas que no existían, no sabemos con qué motivos", dice a El Confidencial José Luis Tamargo, el director deportivo establecido por la gestora para el Real Avilés. Desde ese instante, la gestora dejó de hacerse cargo de la escuela de fútbol. Este fue el motivo por el cual el presidente José María Tejero decidió presentar una demanda en el juzgado por la vía civil, pero sin esperar a la resolución por la vía judicial; elige romper el contrato de gestión de forma unilateral el pasado mes de julio, acogiéndose a una cláusula del propio documento firmado por las partes, al que ha tenido acceso El Confidencial. IQ Finanzas no reconoce esa rescisión del contrato y se mantiene firme en su convicción de seguir gestionando el Real Avilés. Desde ese momento, se forman dos directivas y cada una decide formar su equipo.

"Si dos personas se ponen de acuerdo, no hace falta mediación alguna. La cláusula de rescisión dice que es un pacto entre nosotros ante notario. Vamos por libre, hemos pactado unas condiciones y no las están cumpliendo. Y han tenido tiempo para contestar a la demanda y al burofax (a través del cual se hizo efectiva la rescisión del contrato)", denuncia el presidente Tejero. En la demanda presentada por Tejero se especifica que las deudas de la escuela de fútbol son el motivo por el que pide la extinción de la relación entre él e IQ Finanzas, pero desde la gestora aseguran que no se dice qué cantidad se adeuda ni a quién se le adeuda y por ello piden que "sea un juez el que decida quién tiene la razón".

placeholder Los jugadores fieles a la gestora pelotean en la plaza del Ayuntamiento. (FOTO: Marieta, cedida por 'La Voz de Avilés')
Los jugadores fieles a la gestora pelotean en la plaza del Ayuntamiento. (FOTO: Marieta, cedida por 'La Voz de Avilés')

¿Qué ha pasado en estas semanas? Que la gestora ha formado su plantilla y Tejero la suya y cada una sigue su preparación, pero de maneras muy diferentes. Mientras los hasta hace unos días nueve jugadores (ahora doce) del primer equipo de los que disponía Tejero se entrenaban en el Suárez Puerta, los otros intentaban hacerlo y no podían. ¿Por qué? Porque Tejero se lo impidió. El presidente mandó cambiar las cerraduras del estadio (algo que el presidente niega) y dispuso dos guardias de seguridad privados que impidieron en varias ocasiones el acceso a las instalaciones a los veinte futbolistas y técnicos de la gestora, que además de no poder entrenar, no tienen acceso a sus enseres personales, su material deportivo y de aseo. "No tienen ni titularidad del club ni concesión de las instalaciones, está todo muy claro. Si quieren presentar una demanda, que la presenten, pero imponer algo, no", afirma Tejero. En protesta por esta situación, los futbolistas y técnicos contratados por IQ Finanzas se marcharon a la Plaza España, sede del ayuntamiento de Avilés, donde pelotearon vestidos de calle ante la mirada atónita de los viandantes.

Unos con ficha, otros sin ella

Por otra parte, esos futbolistas, además de no poder entrenar, tampoco pueden jugar. El único que tiene potestad de firmar las fichas federativas, a presentar en este caso en la Real Federación de Fútbol del Principado de Asturias, es el presidente de un club, y José María Tejero se ha negado en rotundo a habilitar a los futbolistas del grupo mexicano. Esto originó que en el debut del Real Avilés en el Grupo II de Tercera, ante el Praviano, solo hubiera nueve futbolistas del primer equipo inscritos (otros tres aún no habían sido inscritos por Tejero), por lo que la convocatoria la completaron jugadores del filial y, sobre todo, del juvenil. El resultado fue de un meritorio empate sin goles en el que la poca afición que acudió al estadio se quedó fuera para protestar contra el presidente, pidiéndole su marcha. Algunos siguieron el partido desde los aledaños, sin entrar, mientras que la mayoría de los 180 que ocuparon sus lugares en el Suárez Puerta eran familiares y amigos de los futbolistas y entrenadores de ambos conjuntos.

placeholder El Estadio Suárez Puerta de Avilés. (Real Avilés)
El Estadio Suárez Puerta de Avilés. (Real Avilés)

José Luis Tamargo asegura que la cláusula número 9 del contrato de gestión, según la gestora todavía vigente, obliga al presidente a tramitar todas las fichas de los futbolistas disponibles, pero el máximo mandatario se ha negado. "Hemos solicitado la mediación de la Real Federación Española de Fútbol, pero no han contestado y en la Asturiana nos dicen que esperemos la respuesta de la Española. No hemos recibido ninguna ayuda por parte de la Federación ni por parte del ayuntamiento", dice Tamargo. La Federación Española, hay que recordar, se encuentra judicializada tras la detención de su cúpula, encabezada por Ángel María Villar, por la 'Operación Soule'.

Según estos, un juez debería conceder medidas cautelares de urgencia (el mes de agosto es inhábil en la vía civil) ante la demanda presentada por Tejero para que IQ Finanzas siga gestionando el club y, luego, resolver judicialmente el litigio. De no conseguir la cautelar esta semana, están dispuestos a liberar de sus contratos a los futbolistas, que se pueden ver en la situación de quedarse sin equipo. El mercado en Tercera está abierto hasta la segunda vuelta, pero varios de estos jugadores tienen posibilidades de jugar en Segunda B y para ello deben firmar con un club de esa categoría antes del 31 de agosto.

A poco más de una semana de esa fecha y con dos partidos por delante hasta entonces, el Real Avilés sigue temblando. Nadie manda y todos lo hacen, para desgracia de este centenario club que vive en la duda constante y sin solución aparente. Una más de las innumerables penurias del fútbol humilde.

*Este artículo ha sido revisado y actualizado el miércoles 23 de agosto a las 13:30 debido a puntualizaciones realizadas por las fuentes consultadas.

La ciudad de Avilés es la esquina superior izquierda del triángulo que, junto con Gijón y Oviedo, da forma al corazón urbano de Asturias. Sin la fama internacional de sus dos poblaciones vecinas, dicen los que allí viven que es la bonita, la más hermosa ciudad. Bañada por una ría que inyecta el agua salada hasta bien lejos de la costa, lo primero que recoge un vistazo son las chimeneas de la antigua Ensidesa, un paisaje poco amigable que no hace justicia a su centro histórico. Cerca de ahí, en las Meanas, se encuentra el Nuevo Román Suárez Puerta, el estadio hogar del club más antiguo de todo el Principado. El Real Avilés es, además de veterano, uno de los pocos pertenecientes a una urbe industrial del norte de España que jamás ha saboreado la Primera División. Con 114 años de vida, nunca antes había sufrido tanto como hoy. Nadie sabe, ni siquiera, quién manda ahí. Dos directivas, dos plantillas (una con fichas, otra sin ellas), dos entrenadores, una afición desesperada y ni un atisbo de solución a la vista.

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