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"Las grandes virtudes del Barcelona son de las que hace tiempo carece el Madrid"
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entrevista con Leo Beenhakker

"Las grandes virtudes del Barcelona son de las que hace tiempo carece el Madrid"

"Mi primera etapa en el Madrid, sin ánimo de presunción, resultó similar a la que ahora se vive en el Barça", comenta el técnico holandés durante su charla con El Confidencial

Foto: Leo Beenhakker, durante su presentación como entrenador del Real Madrid
Leo Beenhakker, durante su presentación como entrenador del Real Madrid

Leo Beenhakker (Róterdam, 2-8-1942) no tuvo fortuna como futbolista. Una grave lesión a los 19 años, cuando jugaba como extremo derecho en el Xerxes de la Segunda División holandesa, le obligó a colgar las botas e iniciar la carrera de entrenador. En su nueva labor comenzó a dirigir equipos modestos de su país natal, para, a los 25 años, convertirse en el técnico más joven de los Países Bajos. El holandés aterrizó en España para debutar como técnico del Real Zaragoza y en 1986 Ramón Mendoza le contrató para dirigir al Real Madrid. Llegaba un hombre prudente y de reconocida profesionalidad. En sus tres primeras temporadas, el equipo blanco alcanzó la cima de los éxitos.

Beenhakker atiende a El Confidencial desde Holanda. Su voz llega nítida y teñida de amabilidad. Al iniciar la charla comenta que "mi vida transcurre muy tranquila. A veces me desplazo a Alemania, Inglaterra, Italia, Francia… Lugares en los que veo más de un partido. Cuando estoy en casa me entretengo viendo fútbol por televisión, leyendo la prensa… Estoy bien informado de todo lo que ocurre en el fútbol español y, sobre todo, del Real Madrid".

Con alguna crítica velada y cierto escepticismo, habla sobre la marcha del equipo blanco esta temporada. "El Madrid lleva tiempo sin ofrecer ese juego y resultados a los que siempre han estado acostumbrados los madridistas". “No me puedo explicar", añade, "cómo en los últimos siete años sólo haya ganado un título de Liga. Esto no es normal en el club más laureado del mundo. Zidane lo tiene muy complicado, aunque hay que darle tiempo y tener paciencia con él. Se ha encontrado con una plantilla que debe recuperar los valores de los que siempre hizo gala el Real Madrid: pundonor y orgullo de triunfar en todas las competiciones".

Zidane lo tiene complicado. Se ha encontrado con una plantilla que debe recuperar los valores de los que siempre hizo gala el Real Madrid

Leo no rehúye a ninguna de las preguntas, a las que responde sin tapujos, aunque en esta ocasión matiza: “No estoy dentro del club y no puede saber todo lo que ocurre, pero estoy muy bien informado a través de los medios de comunicación”. Se toma una pequeña pausa y agrega: “Me he enterado de cosas, como la alineación indebida de Cheryshev, las declaraciones inoportunas de Ronaldo, los gritos de los aficionados pidiendo la dimisión del presidente... que dejan en evidencia al club y a su brillante historial”.

A continuación, el holandés levanta su tono de voz para subrayar que "la mayoría de los jugadores dijeron que estaban muy contentos con Ancelotti. Por ello, no entiendo por qué Florentino destituyó al entrenador italiano. Llegó Benítez, pero el presidente le echó a mitad de la temporada. Al parecer, Florentino perdió la confianza en Rafa y más de un jugador le faltó al respeto. Esto nunca había sucedido en el Madrid. Soy de la opinión de que nadie debe de inmiscuirse en la labor de los técnicos. Por otra parte, cambiar cada dos por tres de entrenador perjudica a los jugadores".

Creo que nadie debe de inmiscuirse en la labor de los técnicos y que cambiar cada dos por tres de entrenador perjudica a los jugadores

La maldita Copa de Europa

En los tres primeros logra entusiasmar a la afición de Chamartín con el fútbol espectacular y los triunfos del equipo blanco, que culmina con este balance: tres Ligas consecutivas, una Copa del Rey y dos Supercopas de España. "La única asignatura pendiente que me quedó fue ganar la Copa de Europa, aunque no hay que olvidar que caímos en tres semifinales seguidas: ante el Bayern Múnich, el PSV Eindhoven y el Milan". Sobre su regreso al Madrid en 1992, en el que sólo estuvo cinco meses, puntualiza: “Me llamó Ramón Mendoza para relevar a Antic, al que había destituido. En esta segunda oportunidad mi gran disgusto fue perder la Liga en el último partido del campeonato en el campo del Tenerife".

Sin perder el hilo de sus dos etapas en el Madrid, puntualiza que "hay que reconocer que el Barcelona lleva años siendo admirado en todo el mundo por el fabuloso fútbol que desarrolla y los títulos que celebra. Pero mi primera etapa en el Madrid, sin ánimo de presunción, resultó similar a la que ahora se vive en el Barça. Aquel equipo de la 'Quinta del Buitre, junto a los Maceda, Gordillo, Hugo Sánchez… Realizaba un fútbol magistral. Una de las mayores satisfacciones que todos nos llevamos fue ganar en 1987 la denominada Liga del play-off, la más larga del fútbol español hasta la fecha".

Mendoza jamás se entrometió en mi trabajo y menos en las alineaciones. Mi labor la llevaba con total libertad y plena confianza

Habla del Barcelona sin pasión, pero reconoce que "lleva varios años entre los mejores equipos del mundo porque juega con disciplina, tranquilidad, cohesión, armonía y un estilo de juego concreto, en el que cada jugador sabe la misión que tiene que llevar a cabo. Una serie de grandes virtudes de las que hace tiempo carece el Madrid. Cierto es que otros grandes clubes, como el Bayern Múnich, Milán, Manchester United…, también pasaron por malos momentos".

Su pasado madridista lo lleva grabado en su mente. Al recordar a Ramón Mendoza lo define con estas palabras: "Era un gran tipo, con sus virtudes y sus defectos, como tenemos todas las personas. De vez en cuando solíamos cambiar impresiones sobre la plantilla y el club. Ramón se preocupaba mucho de cómo se encontraban los jugadores, tanto en el aspecto personal como en el deportivo, pero jamás se entrometió en mi trabajo y menos en las alineaciones. Mi labor de entrenador la llevaba con total libertad y plena confianza del presidente".

El director deportivo

A Leo se le viene a la memoria lo que acaeció el 15 de marzo de 1989, fecha en la que dejó entre los suplentes a Butragueño. El holandés recuerda que "jugábamos contra el PSV y tomé esa decisión porque era lo mejor para el equipo. Después Mendoza, tras mucho bla, bla, bla, manifestó que Butragueño era un patrimonio del club y nunca debería estar como reserva. Al día siguiente me comentó que respetaba lo que había hecho".

Cuando la charla va decayendo, surgen de nuevo algunas de las circunstancias por las que atraviesa el Madrid y Leo afirma: "En los grandes clubes es fundamental tener a un director deportivo. Un hombre que siga de cerca a los jugadores que puedan interesar, que tenga buena relación con los clubes más importantes y que conozca de cerca el mercado futbolístico de Europa y Sudamérica. Es otra de las cuestiones que no me explico: que el Madrid no cuente con un director deportivo de prestigio internacional”.

Finalmente sacamos a relucir el sorteo de los cuartos de final de la Champions League, del que Beenhakker saca esta conclusión. "En teoría, el que más fortuna ha tenido ha sido el Madrid, aunque nunca hay que fiarse del rival y menos de un equipo alemán. Yo creo que eliminará al Wolfsburgo y que tiene un gran plantel de jugadores para aspirar a ganar la undécima Copa de Europa. El único título que, lamentablemente, puede conquistar a estas alturas de la temporada. El Bayern también tuvo suerte al emparejarse con el Benfica. El enfrentamiento Atlético-Barcelona ofrecerá dos partidos apasionantes".

Leo Beenhakker (Róterdam, 2-8-1942) no tuvo fortuna como futbolista. Una grave lesión a los 19 años, cuando jugaba como extremo derecho en el Xerxes de la Segunda División holandesa, le obligó a colgar las botas e iniciar la carrera de entrenador. En su nueva labor comenzó a dirigir equipos modestos de su país natal, para, a los 25 años, convertirse en el técnico más joven de los Países Bajos. El holandés aterrizó en España para debutar como técnico del Real Zaragoza y en 1986 Ramón Mendoza le contrató para dirigir al Real Madrid. Llegaba un hombre prudente y de reconocida profesionalidad. En sus tres primeras temporadas, el equipo blanco alcanzó la cima de los éxitos.

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