Mourinho divide a la afición, pero Cristiano y Sergio Ramos no le permitirán volver

“Ahora mismo digo que no”. Es lo que contestó Florentino Pérez en 'El larguero' de la 'Cadena Ser' cuando fue preguntado por el regreso de José Mourinho al Real Madrid. Con esa frase no cerró las puertas al entrenador portugués, aunque subrayó con contundencia que “Rafa Benítez es la solución” en estos momentos. Palabras que nada tienen que ver con la realidad, porque el presidente perdió la confianza en su actual entrenador hace mucho, igual que sabe que contratar al portugués es prácticamente inviable mientras jugadores como Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos estén en el club. Los resultados y la imagen del equipo marcarán el camino, pero si continúa sin funcionar, “el impulso” que buscaba el mandatario con Benítez se parará en seco...

Desde el mismo momento en el que se conoció su salida del Chelsea, las encuestas se pusieron en marcha con una pregunta común, palabra más, palabra menos: '¿Ficharía a Mourinho para volver a entrenar al Real Madrid?'. Los resultados ponen de manifiesto que la afición está claramente dividida. La realizada por este periódico es favorable para el técnico luso, con un 66% a favor de su regreso. Sin embargo, y por poner dos ejemplos, las realizadas por los dos medios deportivos de Madrid desvelan la clara fractura que hay en la masa social blanca. La del diario 'Marca' da un resultado de 48% a favor y 52% por ciento en contra, mientras que la de 'AS' es similar, con un 49,50% contra un 50,50%.

59% a favor y 41% en contra, es el resultado del sondeo realizado por 'Sportyou', mientras que la encuesta realizada por 'Goal.com' desvela que un 56% de la masa social blanca sí estaría contenta con el regreso de Mourinho. Mientras, 'ESPN' hizo una propuesta menos directa, preguntando a sus usuarios qué club sería la mejor opción para el técnico, votando un 25% que el Real Madrid es el ideal para el polémico estratega. Como se puede apreciar, la afición blanca está bastante dividida y parece obvio que su regreso estaría cargado de polémica. Florentino Pérez siempre ha tenido buenas palabras para Mourinho, pero es evidente que si se sienta de nuevo en el banquillo del Santiago Bernabéu, una parte de la afición no tardaría mucho en expresar una fuerte oposición.

La sombra de Casillas

Dejando al margen la opinión de la afición madridista, el regreso de Mourinho al Real Madrid provocaría un auténtico terremoto en el vestuario del primer equipo, donde hay quienes no le pueden ni ver. En concreto, las relaciones con dos jugadores muy importantes se quebraron por completo. Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos no aguantan a Mourinho y ni por asomo esperan volver a verlo a diario en sus vidas. Y se trata de dos jugadores con mucho peso en el vestuario, sobre todo el sevillano, que es el que ejerce de líder desde hace mucho tiempo. Los que conocen la realidad de ese vestuario tardan lo justo en subrayar que es imposible el regreso de Mou mientras estos dos futbolistas sigan vestidos de blanco.

Su guerra abierta con Iker Casillas fraccionó claramente la grada del Santiago Bernabéu, en el que durante largo tiempo se generó un ambiente irrespirable, sobre todo para al ahora guardameta del Oporto. Mourinho no encontraría ahora el ambiente adecuado para ganarse a la plantilla, como sucedió al principio de su etapa como entrenador del Real Madrid. Pensar en lo que pasará durante la próxima temporada es muy aventurado, pues la realidad del club es tan inestable que en cuestión de días el presidente puede comerse sus palabras si Rafa Benítez no activa de verdad a un equipo que no carbura como es debido. La salida de Cristiano Ronaldo cuando acabe el presente ejercicio, que es lo que sucederá -este periódico ya desveló el sustituto deseado- salvo sorpresa, abriría un rendija a Mourinho. Pero Sergio Ramos acaba de prorrogar su contrato y es el jefe de la manada. Su convivencia con el luso quedó rota y a día de hoy nada hace pensar en una hipotética reconciliación.

ACS, una gran preocupación

Florentino Pérez que vive momentos de zozobra; tiene el ánimo muy tocado, desvelan personas cercanas. No sólo la situación del Real Madrid, es la situación de ACS la que le tiene sin vivir en los últimos tiempos. Es la realidad actual de su empresa la que le preocupa, aunque lo que pasa en el club no le ayuda, todo lo contrario, a vivir con más tranquilidad. Se empeña en repetir una y mil veces que Rafa Benítez es el que debe sacar al equipo del atolladero, pero son muestras de respaldo que nadie se cree. El día del Clásico ya le puso la cruz y solo la negativa de Zidane -no quiso tomar el mando, como ya informó el Confidencial- obligó al mandatario a reforzar en público la figura del técnico madrileño. Un figura débil que se siente como tal, abandonado por la institución y sabiendo de sobra que en el palco le han marcado, sin olvidar que la grada ya le ha silbado con fuerza.

“Mi relación con el equipo es muy buena”, insistió por enésima vez Benítez hace unos días, algo que es incierto. Desde principios del mes de agosto, cuando apenas llevaba unos días dirigiendo al equipo, desde el interior del vestuario madridista comenzaron a alzarse las primeras voces de los futbolistas contra los métodos del entrenador. Esa nula empatía entre Rafa y el colectivo se ha ido haciendo cada vez más grande, hasta llegar a una situación límite. No ha variado desde el pasado verano y sólo los resultados mantendrán en su sitio al entrenador. Por mucho que manifieste en público un apoyo incondicional hacia su figura, si el balón no entra el presidente se verá obligado a tomar una decisión drástica y definitiva.