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La cruda realidad de los pilotos de F1: sin dinero o sin padrino en los despachos, no eres nadie
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MAL MENSAJE PARA LOS JOVENES

La cruda realidad de los pilotos de F1: sin dinero o sin padrino en los despachos, no eres nadie

Andrea Kimi Antonelli ha sonado en las quinielas como posible candidato a sustituir a Lewis Hamilton en Mercedes. Una apuesta demasiado audaz, pero reveladora del panorama actual

Foto: Flavio Briatore, con Toto Wolff y Frederic Vasseur en el pasado GP de Abu Dabi. (Florent Gooden/DPPI/AFP7)
Flavio Briatore, con Toto Wolff y Frederic Vasseur en el pasado GP de Abu Dabi. (Florent Gooden/DPPI/AFP7)

Es un hecho que llegar a la Fórmula 1 cada vez es más complicado. Al globalizarse la oferta de talento, la base de candidatos competentes cada vez es mayor. Los pilotos europeos, que tradicionalmente copaban las parrillas, cada vez lo tienen más difícil ante la pujanza financiera que emerge con fuerza desde América y Asia. Por eso es una gran noticia para Italia que un piloto de su país como Andrea Kimi Antonelli apunte a estrella de la categoría como posible sustituto de Lewis Hamilton en Mercedes. Pero la cosa también tiene trampa.

No se trata de desmerecer ni un ápice los méritos de Antonelli, pero aparte de que todavía tenga mucho que demostrar, la situación demuestra hasta qué punto resulta decisivo quién sea tu representante. El hecho que Toto Wolff sea jefe de equipo y a la vez representante del piloto italiano no deja de ser un conflicto de interés como una casa, pero no es algo que sorprenda a estas alturas. Antes que el austríaco, Flavio Briatore o Jean Todt ya usaron sin remilgos esta dudosa forma de actuar. Y el mensaje no es nada bueno para los jóvenes pilotos.

"Va a estar en F1 y va a ser muy exitoso, pero tiene 17 años y no ha empezado F2, y también hay pilotos en F1 fantásticamente preparados. Hay que dejar pasar las primeras carreras antes de tomar decisiones". Esto declaraba ayer en Baréin Toto Wolff de su pupilo Antonelli, rebajando unas expectativas que el mismo se encargó de alimentar. Esto es típico de Toto, que muchas veces es difícil saber si va o si viene. Pero de lo que no queda duda es que tarde o temprano quiere convertirlo en la nueva gran estrella de la Fórmula 1.

Al final, si eres una joven promesa que sales del karting habiendo demostrado que tienes madera, más te vale caer en manos de alguien poderoso de la Fórmula 1. De no ser el caso, tus posibilidades de alcanzar la máxima categoría del automovilismo son prácticamente nulas. Es muy triste, pero no basta con demostrar que tienes un talento sublime en tu infancia y adolescencia. Sin dinero y sin un padrino adecuado, no vas a llegar y lo que es peor, posiblemente arruines a tu familia en el intento.

"Una cantidad de dinero impensable"

Si hay un caso reciente que demuestra la diferencia entre tener o no tener respaldo, ningún caso más claro que el del también piloto italiano Lorenzo Travisanutto. Antes de que cumpliera los 19 años, el transalpino ya acumulaba un campeonato europeo en 2016 y dos campeonatos del mundo consecutivos en 2018 y 2019. Con semejante palmarés lo lógico es que hubiera comenzado a progresar en monoplazas y que a estas alturas ya tuviera un contrato de piloto de Fórmula 1. Pero Travisanutto, no llegó siquiera a salir del karting por una razón básica: el dinero.

"Mi familia no somos gente adinerada. De hecho, llegado a un punto yo solamente pude seguir corriendo en karting porque las fábricas me contrataron como piloto en sus equipos. Cuando me preguntan que por qué no di el salto a los monoplazas, no es porque no quisiera, sino porque era una cantidad de dinero impensable de conseguir", explicaba Travisanutto en una entrevista. Mucho tiene que replantearse el automovilismo deportivo en general, cuando el piloto más brillante de su generación, no puede competir en fórmulas por falta de apoyos.

Es un contrasentido absoluto, que en medio de tanta campaña bienquedista de la Fórmula 1 y de la FIA (Federación Internacional de Automovilismo) acerca de integración, igualdad y demás, no se empiece la casa por los cimientos. Si el dinero o los contactos, son más decisivos que nunca para llegar a la Fórmula 1, cualquier campaña que no proteja el talento de los jóvenes pilotos frente a los recursos económicos, queda hueca de sentido desde el primer momento. Y ojo, eso hablando de un piloto como Travisanutto que viene de un país importante como Italia. Qué decir, si además de dinero, a un piloto le falta un pasaporte poderoso.

La edad y las expectativas

Por otro lado, está el siempre controvertido asunto de la edad. Andrea Kimi Antonelli dejó el karting a los quince años para empezar a correr en Fórmula 4. Aparte de lo discutible que pueda resultar someter a menores de edad en actividades profesionales de alto riesgo, como es correr con monoplazas de muy altas prestaciones, está el sinsentido, de que si la cosa no funciona o se agota el dinero después de un par de temporadas, un chaval antes de cumplir la mayoría de edad puede quedar ya desahuciado como futuro piloto de Fórmula 1. Absurdo.

Pocos repararán, por ejemplo, hoy día en un piloto llamado Antonio Fuoco. Hace diez años Ferrari puso los ojos en él, porque en el karting, apuntaba a los trece años un potencial de estrella similar al que apunta hoy día Antonelli. Ferrari promocionó su carrera en monoplazas y con los años demostró que era nada más (y nada menos) que un buen piloto. Bueno, sí, pero no excepcional, que es lo que buscaba Ferrari. Pero quién sabe también, si a Fuoco no lo quemaron antes de tiempo. Es muy posible, que por no dejarle madurar física y mentalmente en los karts, se desinflara en la olla a presión que supone ser el elegido de Ferrari.

En 2024, Antonelli va a debutar en Fórmula 2 después de haber brillado en la Fórmula Alpine, que es un escalón levemente inferior a la Fórmula 3. Es evidente que si logra ser campeón al primer intento, hablamos de una potencial superestrella al nivel de Max Verstappen. Pero si, por el contrario, lo hace simplemente bien, ¿acaso puede pensarse que no tiene la talla suficiente como para acabar triunfando en Fórmula 1? Los pilotos, como las personas no son iguales y para llegar al mismo sitio, pueden necesitar caminos y tiempos diferentes.

placeholder Verstappen, durante los entrenamientos. (EFE/Ali Haider)
Verstappen, durante los entrenamientos. (EFE/Ali Haider)

Lorenzo Travisanutto hoy día se gana la vida como piloto profesional de karts y como coach de futuras estrellas. El mejor que nadie conoce la cantidad de talentos quemados por el camino, fruto de las ansias de quemar etapas demasiado rápido. Esto opinaba en una entrevista acerca de este peligro. "El nivel internacional en karting, es más alto que el de la mayoría de las categorías de monoplazas, Los casos de jóvenes realmente preparados para el salto a los 15 años se cuentan con los dedos de una mano, por lo que creo que es mejor seguir formándote en el karting pasada esa edad".

Demos por hecho que todo sale bien y que en 2025, Antonelli está listo para saltar a la Fórmula 1. Aun así, sigue siendo una locura meterle directamente en un asiento de tanta responsabilidad, como es sustituir a Hamilton en Mercedes. Lo lógico es que al menos pase una temporada por un equipo filial como hizo Max Verstappen antes de dar el salto a Red Bull. Pero aquí a menudo la lógica brilla por su ausencia. Toto Wolff y cía, en su afán de buscar la próxima perla, mandan un terrible mensaje a los jóvenes aspirantes a pilotar un día en Fórmula 1. O tienes padrinos o padres multimillonarios. Y además, suerte para que no te quemen por el camino.

Es un hecho que llegar a la Fórmula 1 cada vez es más complicado. Al globalizarse la oferta de talento, la base de candidatos competentes cada vez es mayor. Los pilotos europeos, que tradicionalmente copaban las parrillas, cada vez lo tienen más difícil ante la pujanza financiera que emerge con fuerza desde América y Asia. Por eso es una gran noticia para Italia que un piloto de su país como Andrea Kimi Antonelli apunte a estrella de la categoría como posible sustituto de Lewis Hamilton en Mercedes. Pero la cosa también tiene trampa.

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