El inesperado desplome de Red Bull: desde teorías varias a una aceituna en la garganta

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Ninguno de los dos Red Bull entraba en el Q3. El domingo, Verstappen lograba con su quinto puesto, el peor resultado de la temporada. De repente, la apisonadora del RB19, esa máquina imbatible en todo tipo de circuitos y condiciones, se convertía en comparsa. ¿Por qué semejante y repentino desplome? ¿Se repetirá en otros circuitos del resto del calendario?

La sorprendente dinámica de Red Bull en Singapur levantaba especulaciones. Desde la más absurda de que el equipo austríaco levantaba el pie tras su récord en Monza para dar un respiro al campeonato y sus organizadores, hasta el posible impacto de una directiva técnica para controlar los alerones flexibles. La última posibilidad sería que el singular trazado de Singapur se le quedara como una aceituna en la garganta al monoplaza austríaco.

¿"Teoría de la relajación"?

Barhein, Miami, Mónaco, Silverstone, Spa, Hungría, Monza… En ningun trazado de tan variada naturaleza ha fallado el RB19 en 2023. El talento de Max Verstappen ha inclinado en ocasiones la balanza a su favor cuando era puesto a prueba. Pero el Gran Premio de Singapur recordó que ni el piloto más sideral tiene opciones sin una máquina competitiva. De aquí la sorpresa de Marina Bay.

Mónaco fue el único gran premio donde Verstappen pudo haber sido derrotado de no caer la pole de su lado por milésimas, o Aston Martin haber montado otro juego de neumáticos en su famosa parada en boxes. Singapur podría ofrecer similitudes y, por tanto, representar un escollo para el RB19. Pero las imágenes del viernes evidenciaban la total falta de sintonía de sus ejes y un comportamiento brutalmente desequilibrado. Nada que ver con Mónaco. Para los partidarios de la “teoría de la relajación”, un equipo nunca pondría en juego la integridad de sus pilotos con un monoplaza deliberadamente desdibujado en semejante trazado solo para aportar aliviar temporalmente el monopolio de Red Bull.

Así que, de nuevo ¿Por qué semejante bajón? "Creo que, simplemente no somos tan competitivos como otras pistas, los circuitos urbanos son un poco más difíciles para nuestro coche. Sigo pensando que podemos hacer un buen trabajo, pero será muy ajustado”. Verstappen se quedó corto. Rápidamente, entraba en el juego especulativo para justificar el cambio de comportamiento la directiva TD18 de la FIA que pretende controlar la flexibilidad de alerones a través de sus diseños. Quizás Red Bull podría ser uno de los afectados, en la misma línea que se rumoreaba con Aston Martin. Además, la FIA también daba otra vuelta de tuerca con varias clarificaciones al control de la rigidez del fondo de los monoplazas.

Una pareja sin química

“Sé que a todos les encantaría culpar a la directiva técnica, pero, desafortunadamente, ni siquiera podemos culparla, porque no ha cambiado ni un solo componente de nuestro monoplaza, cero” se aprestaba a clarificar Christian Horner. Obviamente, de haber sido Red Bull uno de los equipos afectados, el británico tampoco habría reconocido tal eventualidad. Pero incluso antes del Gran Premio el propio Toto Wolff avanzaba que a Red Bull o Mercedes les iba a afectar la directiva. Es de suponer que en el equipo alemán tendrán muy bien estudiado al RB19. En todo caso, la lenta configuración de Singapur no haría tan relevante una hipotética neutralización aerodinámica como para justificar el desplome de Red Bull.

Si como Verstappen recordaba los circuitos urbanos son un punto débil del RB19, debería tratarse de afrontar una difícil combinación de asfalto bacheado y tipo de curvas (lentas, que exigen tracción) con la altura (crítica para el efecto suelo) y los reglajes de suspensiones. Una coctelera en la que Red Bull no encontró el punto adecuado a pesar de sus esfuerzos. En definitiva, circuito y monoplaza, una pareja sin química.

De escuchar a Horner, Red Bull se habría equivocado desde la base con la puesta a punto del RB19, y sin capacidad de maniobra posterior ante las características intrínsecas del monoplaza y un trazado como Marina Bay. "Creo que, simplemente no estábamos en la ventana operativa adecuada para el coche, especialmente a una vuelta. Y si no estás en ella, los neumáticos son horribles". De viernes a sábado, Milton Keynes y el simulador trabajaron a destajo por la noche, y el equipo endureció las suspensiones para el día siguiente, pero sin grandes resultados.

En Suzuka, como si nada

"El coche tocaba fondo enormemente en las zonas de frenada fuerte. Cada vez que quería frenar tarde mis ruedas delanteras se descargaban, y en un circuito urbano eso es algo crucial para tener confianza en los frenos y atacar las curvas", explicaba Verstappen el sábado. "En las curvas de baja velocidad, donde hemos sufrido durante todo el fin de semana, no tenía apoyo trasero, seguía teniendo mini deslizamientos, o en mi última vuelta uno grande en la curva 3. Claramente, no entendíamos el coche este fin de semana en esta pista". Verstappen terminó quinto, y Pérez octavo, un gran resultado considerando las limitaciones del RB19 en Singapur. Los pilotos de Red Bull vieron también frustrada su estrategia de llevar a cabo primer y largo relevo por culpa del coche de seguridad provocado por el Williams de Sargeant.

De modo que ¿Teorías ‘esperanzadoras’ para que Red Bull pierda fuelle en el resto de la temporada? “El coche ya iba mal en el simulador, la ventana de puesta a punto era difícil para el coche. Pero luego, pasé a Suzuka (también en el simulador), y de nuevo fue increíble de nuevo, como en la mayor parte de las carreras”. El próximo viernes ya tendremos la respuesta en el Gran Premio de Japón.