Una jornada difícil de juzgar en Hungría para Fernando Alonso, pero no invita al optimismo

Entre las lluvias que salpicaron el asfalto de Hungaroring a lo largo del viernes y la introducción de la nueva normativa, hay que tomar los datos extraídos de la primera jornada de pruebas del Gran Premio de Hungría con más pinzas que nunca. Basta decir que ni los Red Bull ni los Mercedes estaban entre los diez primeros para darse cuenta de que la película será bien diferente hoy sábado y no digamos el domingo cuando progresivamente va a ir apareciendo el sol y cada vez irá haciendo más calor. "Fue un día variable, con algo de lluvia y viento. Perdimos tiempo en la FP1 (la primera sesión) y no tuvimos mucho tiempo en pista, pero fue igual para todos", resumía un Fernando Alonso, cuya parquedad en palabras simbolizaba lo complicada que fueron en general los entrenamientos del viernes.

Es indudable que habrá cambios del viernes al sábado, pero no hay que olvidar que en la segunda sesión de la tarde, la diferencia entre Charles Leclerc, que fue el autor del mejor tiempo, y George Russell, que marcó el crono más lento, la diferencia era de 1,489 segundos. La igualdad, por tanto, parece que será extrema y décima arriba y décima abajo podrían fácilmente suponer entre tres a cinco posiciones en parrilla.

Impresionante igualdad

Había mucho interés en ver la comparativa del Aston Martin y el McLaren después de la exhibición dada por los últimos en Silverstone. La incógnita a despejar era ver si la mejora e incluso superioridad de los coches de Lando Norris y Oscar Piastri era fruto de las características del circuito o que genuinamente los papayas son ahora generalmente más competitivos que los verdes. A tenor de lo visto hoy, los McLaren son rápidos también en un circuito que a priori no les resultaba favorable. Era inevitable, por tanto, al leer las hojas de tiempos, preguntarse si verdaderamente el equipo de Fernando Alonso está o no perdiendo el tren en la carrera de evolucionar los coches.

El relativo bajón de rendimiento, ha coincidido con la mudanza de la antigua sede al flamante nuevo complejo donde está ubicado el equipo. Recordemos siempre que hablamos de un déficit de apenas un par de décimas comparativas respecto a los equipos que han mejorado. Es necesario siempre poner este contexto porque podría parecer que se habla de un fracaso y no es así. En un contexto de igualdad en la parrilla no antes visto, no es en absoluto un fracaso que el Aston Martin ahora sea el cuarto o quinto coche de la parrilla, como tampoco lo era que esa fuera la posición de los McLaren a comienzos de temporada. De hecho, el jefe del equipo británico Mike Krack además quitar hierro a la situación, tampoco echaba culpa alguna al traslado de sede: "Era algo que sabíamos de antemano y tenemos que sacar lo mejor de este cambio sin utilizarlo como excusa".

El lío de la nueva normativa

Otro factor que incide a relativizar todo lo visto en las dos sesiones de entrenamientos libres es la introducción de la norma ATA (por sus siglas en inglés, adjudicación alternativa de neumáticos). Amparado en un discutible objetivo de sostenibilidad, al tener en principio que transportar menos juegos de neumáticos, hubo reacciones polarizadas a favor y en contra. Lo que es innegable, es que la nueva norma contribuyó a añadir aún más confusión al análisis de los datos. La primera sesión no contó siquiera con tiempos de todos los coches y casi ninguno de ellos dio apenas diez vueltas, por lo que lo relevante del rendimiento de coches y neumáticos habría que extraerlo de la segunda sesión.

Alonso terminó en la sesión vespertina octavo, con un crono de 1:18.10 a 4,19 décimas del mejor tiempo, mientras que su compañero de equipo Lance Stroll logró por su parte el duodécimo mejor tiempo. Creo que sacamos lo máximo de la FP2 y recopilamos muchos datos útiles, particularmente en la preparación para las condiciones de carrera. En general, estoy bastante contento con hoy, y veremos qué podemos hacer mañana en la clasificación con condiciones secas". Teniendo en cuenta que con la prueba del nuevo sistema se sale a la primera fase (Q1) todos con neumático duro, con medios a la segunda y a la fase final con los diez mejores con los compuestos más blandos, la sesión matutina del sábado será clave no solo para ajustar el coche al comportamiento con diferentes tipos de rueda y especialmente la capacidad para generar rápidamente temperatura. Hay que tener también en cuenta que Hungaroring al ser un circuito en general poco utilizado, la ausencia de goma hace que las diferencias al final de cada fase sean significativas. Asuman situaciones de infarto para ir avanzando durante la clasificación o quedarse fuera.

Lo que sí dejó claro Fernando y ese es el principal detalle que invita a cierta esperanza es que para Hungría, el bicampeón mundial no quiere que haya loterías como consecuencia de un clima cambiante. "Prefiero las condiciones de seco, ya que normalmente en condiciones de mojado te la juegas entre la elección de neumáticos y las condiciones de la pista. Sobre seco, generalmente obtienes la posición que mereces”. En general, un piloto prefiere que llueva cuando la maquinaria no acompaña, así que hay que aferrarse a ese deseo de que se clasifique y se corra en seco del asturiano. En principio la jornada de ayer no invitaba a la esperanza, pero no hay que perder la fe en equipo y piloto en ser capaces de aspirar a cosas importantes en Hungría.