Fernando Alonso, un asturiano a la gallega: entre la mejor sorpresa y el peor batacazo

Aston Martin llega a casa como uno de los ganadores del Gran Premio de Austria. Su habilidad y perspicacia otorgaron unos puntos extra al equipo y sus pilotos, compensando en los despachos el bajón del AMR23 en Spielberg. Que podría tener su continuidad en Silverstone este fin de semana si los antecedentes de la presente temporada se confirmaran en el circuito británico.

Piloto y equipo habían protagonizado un cuento de hadas hasta el Gran Premio de España. Pero Montmeló y Spielberg han supuesto un aterrizaje para las expectativas de la escudería británica. El AMR23 ha pasado por circuitos de muy diferentes configuraciones, tipos de curva, y variedad de estas en un mismo trazado. Aderezado todo con distintas condiciones ambientales, el monoplaza ha dejado algunas costuras abiertas. A medida que avanza la temporada, y Mercedes y Ferrari aplican su potencial técnico y humano para evolucionar, tensan también la capacidad de Aston Martin para desarrollar su coche a lo largo del calendario.

Alonso arrancó el fin de semana con una singular decoración del casco diseñada para esta carrera, de tono clásico y con guiños al pasado con unos tubos de escape estilo años 50. Se trata de un diseño minimalista donde el color verde se convierte en protagonista. En otro viaje al pasado, en 2010, Fernando pilotó el Ferrari 375 de Froilán González. Y ganó aquel gran premio con el equipo italiano. Se antoja complicado que semejante hito pueda repetirse en Silverstone.

Alonso se mostró prudente para cualquier pronóstico, y eso quizá insinúe un fin de semana difícil para Aston Martin, sobre todo tras el varapalo de las curvas rápidas de Montmeló y Spielberg, que en Silverstone se convierten en orgía. Además, el equipo británico aún trabaja por completar y comprende la puesta a punto de su monoplaza con las nuevas evoluciones aerodinámicas. ¿Y los nuevos neumáticos de Pirelli? De aquí la incertidumbre para este próximo Gran Premio.

“Les sangraban los oídos”

Antes de empezar, piloto y equipo explicaron su lección de reflejos al acabar la pasada carrera, tras asegurarse en la sede de Silverstone de que Stroll y Alonso no caerian en las redes. "Nuestros pilotos recibieron instrucciones de que habíamos sido sancionados el año pasado. Creo que les sangraban los oídos porque les recordamos cuál sería la sanción". Después de visionar las imágenes de sus dos monoplazas en carrera, se lanzaron a la carga.

Fue a la propia FIA, sin embargo, la que quedaba en evidencia al confirmar que Dirección de Carrera no había sancionado a todos los que habían excedido los límites de pista. "Vimos que no todas las infracciones fueron penalizadas en la carrera. Cuando obtuvimos la clasificación provisional y vimos que aún no estaba hecha, entonces decidimos protestar", explicó Mike Krack al respecto. Cayeron 12 sanciones más que, de no ser por Aston Martin, habrían pasado desapercibidas.

"Creo que todo el mundo se dio cuenta. Vi la carrera en la televisión española y comentaban que había varios pilotos con vueltas borradas, más de 100. Si borras vueltas porque el sistema detecta que son violaciones (de límites de pista) es algo muy simple aplicarlas, no fue algo contra un piloto o un equipo. Si dirección de carrera o la FIA borran estas vueltas. ¿De dónde vienen? Era bastante simple", dijo Fernando Alonso sobre la aguda actuación de su equipo en Spielberg.

El tema capital para Alonso, sin embargo, será el rendimiento en Silverstone de un monoplaza que llega renqueante de Spielberg. Si la cita ante su público en Montmeló expuso los flancos débiles del AMR23, la carrera en casa para Aston Martin también se antoja, cuando menos, incierta.

Las dudas con el AMR23 en Silverstone

Como Dan Fallows explicó recientemente, el AMR23 sufre en un trazado de gran disparidad en el tipo de curvas. Y el compromiso con la puesta a punto neutraliza sus virtudes. El británico requiere el mínimo drag (resistencia al avance) para sus rectas (uno de los problemas del AMR23 en la primera parte de la temporada). Y una alta carga aerodinámica para sus rapidísimas curvas, muchas de ellas velozmente encadenadas. En principio, terreno espinoso para el monoplaza de Alonso.

Sin olvidar tampoco los neumáticos de nueva estructura que Pirelli introduce en Silverstone para, en teoría, afrontar las exigencias de mayor carga y rendimiento en una pista que castiga el tren delantero y el lado izquierdo. El comportamiento de algunos monoplazas podría modificarse respecto a carreras anteriores. "Creo que este nuevo neumático está hecho para favorecer a algunos equipos, y alguno mejorará. No sé si seremos nosotros u otros equipos. Pero hay un cambio en este neumático, especialmente en las curvas de alta velocidad". Ahí lo dejó Sergio Pérez antes de iniciarse el fin de semana británico.

Silverstone se antoja como agua para el pato para Red Bull gracias a su extraordinaria eficiencia aerodinámica. Toto Wolff se mostró muy confiado en un trazado que juega a favor del W14 y su eficacia en curvas rápidas, y donde Mercedes vuelve a la carga con más evoluciones. Sobre el papel, Ferrari y Aston Martin podrían ceder aquí terreno al equipo alemán. Alonso ya sabrá el color del paño inicial después de haber probado el monoplaza en el simulador. "En las últimas carreras hemos visto resultados muy diferentes para Mercedes, Ferrari y Aston. Obviamente, necesitamos entenderlos para evitar estas debilidades y estos fines de semana negativos.Por el momento, no tenemos una respuesta clara. Creo que es una pista específica, es algo que todavía estamos estudiando". Es decir, respuesta a la gallega, de un asturiano.