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Todo al negro: por qué es tan importante la pintura del monoplaza para un equipo de F1
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UN PROCESO CRUCIAL del pintado de un f1

Todo al negro: por qué es tan importante la pintura del monoplaza para un equipo de F1

El proceso de pintado de un Fórmula 1 encierra varias fases de gran complejidad y especialización, influyendo en el rendimiento de un monoplaza más de lo que parece

Foto: Así es el nuevo W14-E de Mercedes. (Mercedes F1)
Así es el nuevo W14-E de Mercedes. (Mercedes F1)

La historia y los aficionados generalmente han señalado al Lotus 79 de 1978 como uno de los monoplazas más atractivos de la Fórmula 1. La pintura negra y las letras doradas de su patrocinador, John Player Special, unidas a su elegancia aerodinámica, amplificaron estéticamente aquella criatura también conocida como la belleza negra. En 1979, el monoplaza británico recibió los colores de Martini. Gran parte de aquel atractivo se perdió con la nueva librea.

Sin embargo, no solo se trata de personalidad estética. Los monoplazas actuales son los más pesados jamás construidos, para desesperación de técnicos y pilotos. De aquí que cada gramo que se pueda restar en la báscula adquiera un valor crucial. Mercedes ha confirmado tal extremo con su nueva librea totalmente negra para 2023. En esta ocasión no se trata de satisfacer a los deseos de Lewis Hamilton, como cuando el equipo alemán dejó a un lado su tradicional color plateado. El color del W14 se debe a la apariencia de un carbono especial mate, que responde a la necesidad de ahorrar el peso de la pintura y lacas que tradicionalmente visten a un monoplaza. La pintura es cuestión de estética, pero también de prestaciones.

Foto: Max Verstappen será el rival a batir. (Reuters/Yves Herman)

La imagen de un operario limpiando obsesivamente el coche en los garajes es recurrente en cada sesión de entrenamientos. Pintar un monoplaza supone un proceso de gran complejidad técnica y de exigencia logística, ya que es el último proceso en su fabricación y, por tanto, está sometido a gran presión de plazos, bajo los más elevados estándares de calidad. Sin embargo, esa reluciente carrocería ha debido pasar antes por un elaborado proceso de pintado.

Ahora, la pintura se ha vuelto a poner de moda tras la presentación del nuevo W14 de Mercedes. Ya ocurrió el pasado año. El propio Toto Wolff y sus técnicos justificaron por qué se ha apostado nuevamente por el negro esta temporada. "Nuestro monoplaza tenía sobrepeso el año pasado y, por eso, para 2023 hemos tratado de averiguar de dónde podemos exprimir cada gramo. Así que, ahora, la historia se repite. Veréis que el coche tiene algunas piezas de carbono en bruto, junto con otras pintadas de negro mate", explicaba en rueda de prensa. El peso de la pintura puede marcar la diferencia. Varios monoplazas (Ferrari, McLaren), han aprovechado algunos espacios de patrocinadores donde el negro se justifica sin pintura.

Peso y aerodinámica

Con el nuevo reglamento, el peso de los nuevos monoplazas ya se convirtió en una obsesión para los ingenieros. Llegar al mínimo (798) resultaba muy complicado para algunos equipos. Williams, McLaren, Aston Martin y Red Bull, por ejemplo, eliminaron pintura de su carrocería original en áreas clave del coche para ahorrar peso, por mínimo que fuera, ya que se trataba de un recurso rápido y relativamente efectivo. Red Bull y Ferrari, sin ir más lejos, acudían a la terminación mate por sus ventajas con el peso, porque el número de productos y lacas es inferior para esta que para la más brillante.

Ganancias marginales, sin duda, pero ilustrativas acerca de la importancia del peso de pintura que un monoplaza actual incorpora, que asciende de media a entre 1,5 y 2 kg, una cantidad veinte veces menor que un coche convencional. Lejos de los 5 kg que podía suponer a finales de la década de los noventa. Los gramos ahorrados en los monoplazas de 2022 compensaban esos espacios negros en los coches como forma más rápida y económica de reducir peso que trabajando sobre partes físicas del monoplaza.

placeholder Algunos equipos apuestan por los colores mate y un mínimo lacado. (EFE/Luis Díaz)
Algunos equipos apuestan por los colores mate y un mínimo lacado. (EFE/Luis Díaz)

La pintura influye también en el coeficiente aerodinámico. Los productos químicos utilizados son clave en este sentido para la resistencia a la abrasión y a los elementos que impactan o se adhieren a la carrocería, que además deben también facilitar después el proceso de retocado.

Departamentos propios y socios técnicos

Mercedes, Ferrari, McLaren o Red Bull cuentan con departamentos específicos de pintura, ya que estos también atienden a las necesidades de la organización, incluyendo el equipo de carreras y sus instalaciones. Otros acuden a suministradores externos. Uno de los más reconocidos es Silverstone Paint UK, empresa especializada creada por un antiguo técnico del equipo Jordan, y que ha llegado a trabajar para casi el 25% de la parrilla. La especialización y capacidad de respuesta es crucial para pintar y retocar un monoplaza, amén de los necesarios repuestos necesarios en el transcurso de más de veinte carreras por temporada en distintos continentes y husos horarios.

Incluso los equipos con departamento propio cuentan con diferentes empresas especializadas (AzkoNobel-Sikkens, Axalta’s Spies Hecker, Usi Italia…) como socios técnicos, dada la complejidad de los procesos y productos necesarios. Su asesoramiento, investigación y desarrollo resultan cruciales para optimizar, pero también acelerar el tiempo necesario para las distintas fases de pintado, un factor clave en este apartado de la fabricación de un Fórmula 1.

placeholder Williams retiró pintura de su carrocería en 2022. (Reuters/Andrew Boyers)
Williams retiró pintura de su carrocería en 2022. (Reuters/Andrew Boyers)

Un largo y complejo proceso

Definidos los colores y decoración de un monoplaza por el departamento de marketing a mediados de la temporada anterior, el proceso de pintado se inicia generalmente sobre una maqueta física de tamaño real. En ella se prueban colores y terminaciones, así como la plasmación en el carenado de la imagen de cada patrocinador. Antes, el conjunto se ha diseñado en el ordenador, pero la maqueta permite explorar y resolver los problemas prácticos que surgen al hacerlos realidad. Por ejemplo, un gran logo situado en zonas sinuosas del carenado o en contornos complejos. La maqueta también sirve para experimentar con nuevos productos químicos.

Ante de empezar el proceso de pintado en sí mismo, la superficie de las piezas en bruto requieren un primer tratamiento de alisamiento para luego aplicar una capa que tape poros o imperfecciones. Luego, se procede con una imprimación de color, tapando aquellas zonas que no se quiere pintar con un color determinado. Una vez secada, se retira y se aplica la primera del color elegido. Dos son el mínimo necesario. Más, un pecado para el peso.

A continuación, se lleva a cabo un tratamiento de calor durante casi tres cuartos de ahora. Por razones de eficacia, los equipos y sus socios técnicos trabajan regularmente para reducir estos tiempos y acelerar el proceso de terminación. A continuación, es el turno del sofisticado proceso de lacado con distintos materiales químicos muy técnicos, que dan el lustre y brillo final a las carrocerías. Las lacas son estudiadas y elegidas para la imagen final que ofrece un monoplaza en todo tipo de condiciones lumínicas. Todo el proceso completo puede llevar de tres a cuatro días.

Luego tocará decorar el coche con todas las calcomanías y logos de los patrocinadores, el eslabón final del largo camino que supone la creación y construcción de un monoplaza de carreras. Por esta razón, el pintado y decoración pintura está sometido a gran presión de plazos, manteniendo las más elevadas exigencias de calidad.

Enviar a los pintores de viaje

Durante la temporada, ese inmaculado monoplaza sufre los efectos del asfalto y, en su caso, de los incidentes en pista. Por no hablar de la llegada de un nuevo patrocinador. Aunque los coches son retocados entre carreras, también necesitan un repintado total, de tres a cinco veces por temporada, según los circuitos y, el estado de la pintura, y los posibles incidentes. Con tres chasis presentes en un Gran Premio, los equipos hacen rotación de ellos para el proceso de pintado, además de enviar a la fábrica las piezas que necesitan repintado o retoque.

No siempre resulta posible pintar en la fábrica, ya que los monoplazas no vuelven fácilmente a la base fuera de la temporada europea. Los equipos deben enviar entonces su propio equipo de pintores a determinados circuitos, equipamiento incluido. Ese repintado, generalmente se lleva a cabo en los boxes del equipo y días antes del Gran Premio y, por supuesto, ha de mantener los mismos estándares que en la fábrica. Por rapidez de resultados y ahorro de costes en estos tiempos de topes presupuestarios, equipos como McLaren, por ejemplo, envían a pintar algunas piezas a la sede del país correspondiente de su socio técnico, AkzoNobel.

Cuando un piloto daña su monoplaza, por no hablar de destrozarlo en una carrera, suele pedir disculparse con los miembros de su equipo. Visitar la fábrica de un equipo de Fórmula 1 sorprende por el increíble trabajo de decenas de departamentos para poner dos coches en pista. El equipo de pintura debe ser de los primeros en acordarse de la familia del piloto...

La historia y los aficionados generalmente han señalado al Lotus 79 de 1978 como uno de los monoplazas más atractivos de la Fórmula 1. La pintura negra y las letras doradas de su patrocinador, John Player Special, unidas a su elegancia aerodinámica, amplificaron estéticamente aquella criatura también conocida como la belleza negra. En 1979, el monoplaza británico recibió los colores de Martini. Gran parte de aquel atractivo se perdió con la nueva librea.

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