Qué necesita ahora Fernando Alonso en Spa para volver a hacer de las suyas en carrera

Los Alpine vivieron una clasificación decepcionante bajo el agua después de las buenas sensaciones mostradas en los entrenamientos libres del viernes en seco. Por alguna razón barruntábamos que el interés de Fernando Alonso para un fin de semana seco se justificaba en la poca confianza en condiciones de mojado para su Alpine. Efectivamente, no solo se quedaba fuera de la Q3, sino que lo hacía con una abultada diferencia respecto a los pilotos que lograron las mejores posiciones de la parrilla.

Quizás Alpine arriesgó presentándose en Spa-Francorchamps con una configuración de su coche muy orientada a la pista seca, con suspensiones duras y poca carga aerodinámica. Sin embargo, una diferencia de prácticamente dos segundos se antoja en todo caso demasiado grande. Preguntado Fernando al bajarse de su coche por las razones de este resultado decepcionante tras las buenas sensaciones del viernes, el asturiano apuntaba a una suma de factores.

"Faltó un poco de todo"

"Faltó un poco de todo", —reconocía resignado el bicampeón mundial—, "falló algo el planteamiento, porque tratando de entrar a tiempo para hacer el último intento, me cargué los neumáticos un poco peleando en la vuelta de salida con Stroll, faltó algo de competitividad del coche pues la distancia en general con los de arriba es muy grande y faltó algo también de mi parte de sacar el 100% del coche bajo el agua". Le honraba reconocer que se responsabilizara de parte del resultado, pero probablemente esta haya sido la primera vez en toda la temporada que ha llovido intensa y continuadamente durante una sesión. Spa-Francorchamps tampoco es el mejor circuito para tomar confianza con el coche en condiciones de mojado, pues en estas pistas de alta velocidad la visibilidad se hace siempre muy complicada con el spray que despiden los coches. El fuerte accidente en Eau Rouge de Lando Norris demuestra lo caro que se paga en la pista belga el mínimo fallo cuando sobrepasas los límites o el coche hace 'aquaplaning'...

“Hoy se vio, que todavía en algunos aspectos no estoy al 100%, —admitió el asturiano— pero todo esto nos anima a seguir mejorando para la próxima temporada. También nuestras expectativas eran algo más altas esta temporada, por los pódiums conseguidos en las últimas carreras de 2020 y la mejora de equipos como Ferrari o McLaren no ha dejado un poco detrás de donde pensábamos que íbamos a estar, pero igualmente todo son buenas enseñanzas para el año que viene”. Fernando se situó a una décima de segundo de su compañero de equipo en la primera parte de la clasificación y en la segunda fase, antes de esa malograda vuelta final, el asturiano seguía estando a esa misma décima de Ocon, señal clara, de que, aparte de esa mejora que podría haber tenido en su conducción, el nivel del Alpine bajo el agua, era el que vimos.

Para quien no pudo verlo, el problema del último intento al que se refería Fernando, estribaba en que desde el box ya le avisaron que tenía que rodar cuatro segundos más rápido de lo habitual si quería entrar justo antes de que cayera el banderazo del final de la sesión. El problema es que junto a ese apremio desde su box, el asturiano tuvo que levantar el pie en la parte más rápida del circuito para dejar pasar a Vettel que venía en vuelta lanzada y en el último sector mantener detrás a Stroll. En definitiva, no era la mejor forma de comenzar un último intento, pero esta situación cuando la pista está en esta situación no obedece a ningún tipo de negligencia, simplemente que cuando es obligado ir tan al límite, las cosas pueden salir mal y quedas como un debutante o pueden salir bien y quedas como un genio de la estrategia. Son gajes de las clasificaciones impredecibles sin más.

Lo ideal, carrera en seco

Alonso tiene claro que lo ideal sería una carrera totalmente en seco, algo que se antoja difícil pero nada descartable. Lo más probable será que una parte de la carrera sea sobre mojado y luego la pista se vaya secando o viceversa, algo históricamente muy habitual aquí. Repetir en Bélgica el campanazo de Hungría es prácticamente imposible porque Fernando reconoce que muchos coches deberían tener problemas en la primera curva para que eso ocurra pero, en todo caso, el de Oviedo espera que esas condiciones cambiantes les favorezcan estratégicamente en la carrera si son capaces de acertar con la tecla.

El asturiano reconocía que la mayor dificultad estriba en ver cómo cambia la pista vuelta a vuelta, pues se ha podido comprobar estos días que tan pronto hace sol como llueve torrencialmente: "Es probable que tengamos una carrera a varias paradas, que haya varias apuestas diferentes sobre que neumáticos llevar en cada momento, pero la realidad es que nunca tendremos una idea aproximada hasta que empiece la carrera, esperamos que igual que hoy no nos han sonreído las cosas mañana seamos nosotros los afortunados acertando. En todo caso, —proseguía Fernando— no estuve cómodo desde la Q1, acabé decimocuarto y lo mismo pasó en la Q2, por lo que está claro que en seco vamos bastante mejor. Es una pena, porque un fin de semana que íbamos muy bien en seco luego es el primero que llueve en todo el año. Pero es lo mismo para todos, y la conclusión es que no hemos ido suficientemente rápidos hoy. Si llueve mañana creo que será difícil, si está seco igual tenemos alguna posibilidad de remontar algo, pero, en fin, intentaré llegar a los puntos, hay que recuperar cuatro posiciones, y a ver si lo conseguimos", insistía el piloto de Alpine F1.

En el equipo francés aspiran como objetivo entrar en los puntos por séptima carrera consecutiva, pero si favorece la climatología y una buena parte de la carrera se disputa en seco, probablemente pueda aspirarse a algo más. Aunque Fernando alertara que las enseñanzas no son extrapolables, porque nunca las condiciones son exactamente iguales, con seguridad el 'feeling' ganado hoy será de gran utilidad en carrera y el asturiano pueda volver a hacer otra 'de las suyas'. Como Hungaroring o en Silverstone.