El contrato ‘cholista’ de Alpine F1 y Fernando Alonso: 'Año a año y carrera a carrera’

A muchos ha sorprendido la renovación de Fernando Alonso por Alpine anunciada oficialmente ayer, cuando se daba por hecha su presencia en el equipo francés hasta final de 2022. La realidad, como ha podido confirmarse, es que inicialmente se trataba de un contrato de un año con la opción de renovación por un segundo. Y lo cierto es que tiene todo el sentido, porque era lógico que ambas partes quisieran protegerse para dar oportunidad a que las expectativas de ambos se fueran cumpliendo.

Por el lado de Alpine, el propio Alain Prost reconoció que existían dudas acerca del nivel o el encaje que podría tener Fernando en su regreso a la competición tras dos años de ausencia. Por el lado del español, quedaban las dudas sobre el nivel de implicación de la marca para aspirar a lo mas alto. No hay que olvidar que a mediados de la temporada pasada existía la posibilidad incluso de que Renault echara la persiana al proyecto de Fórmula 1, en medio de la profunda crisis que sufre en general toda la industria automovilística.

La apuesta de Luca de Meo

La llegada como nuevo CEO de Renault de Luca de Meo ‘un tío de las carreras’ como le gusta a el mismo definirse, fue capital para que la marca demostrara el compromiso total con la máxima especialidad del automovilismo. El ‘rebranding’ del amarillo de Renault al azul francia de Alpine se ha demostrado un acierto. De una marca condenada a desparecer, Alpine se está revelando como una rama de negocio con enorme potencial para el constructor francés. A fecha de hoy se llevan vendidos en 2021 tantos modelos A110 como en todo el año anterior. Un dato nada baladí, porque si la Fórmula 1 no demostrara ser una buena palanca de activación de ventas inmediata bien poco tardaría en cuestionarse la decisión de Luca de Meo. No sólo de la reactivación de la marca Alpine sino de la propia inversión en la Fórmula 1.

Es un simple ejemplo del cambio rápido de situación en apenas seis meses, y qué decir ya en un año: La marcha de Honda para concentrar sus recursos en la ‘electrificación’. Hace apenas un par de semanas, Mercedes anunciaba que abandona la Fórmula E y concentra sus recursos en I+D en la Fórmula 1, porque la considera la mejor plataforma posible para el desarrollo de ¡sistemas para la electrificación!. Alonso lleva ya muchos años en este negocio y es consciente que, quizá salvo el caso muy especial de Ferrari, los constructores en la Fórmula 1 hoy pueden estar jurando amor eterno y mañana pidiendo el divorcio. Por eso era clave comprobar la seriedad de Renault en el proyecto y sus ambiciones para luchar en 2022 por el título mundial, en un mundo siempre sujeto a las volubles decisiones de los consejos de administración de las marcas de coches.

El CEO de Alpine, Laurent Rossi, expresaba así su satisfacción en el anuncio del acuerdo: "Estamos muy contentos de confirmar a Fernando para la próxima temporada, formando pareja de nuevo con Esteban Ocon. Para nosotros es una alineación de pilotos perfecta, entre los más fuertes de la parrilla. Funciona de una manera enormemente complementaria, con ambos ofreciendo talento en bruto y velocidad, pero un espíritu de equipo impecable que como se vió en nuestra primera victoria en Hungría”. Y prosiguió el directivo francés: "Fernando nos ha impresionado a todos desde que regresó al deporte a principios de este año. Su dedicación, trabajo en equipo y enfoque para extraer el máximo provecho del equipo es increíble y es algo ciertamente especial de poderlo presenciar.

El compromiso de Renault, clave

Para Fernando estaba claro que su máxima prioridad era comprobar si Renault iría en serio o simplemente se contentaría con estar presente en la parrilla. Alonso solo necesitaba ver a estas alturas de su carrera que la maquinaria del equipo funciona con armonía y, por otro lado, que se invierte en ampliar y mejorar la infraestructura, Prueba de ello era su tajante respuesta a la pregunta de si había considerado otros equipos como opción de futuro: “No, sólo me planteé Alpine”.

Como destacó el propio Alonso al anunciar oficialmente su regreso a la Fórmula 1 con Alpine ,representaba una apuesta con vistas a 2022 ante el cambio de reglamentación. La renovación parece un signo claro de ver a equipo va en la buena dirección para dar la próxima temporada con la ansiada tecla de lograr un coche competitivo. El propio Fernando comentó recientemente -y la experiencia lo demuestra en la Fórmula 1-, que quien da con esa tecla logra un periodo de dominio que puede prolongarse durante mínimo tres o cuatro años. De no lograrlo la próxima temporada -se verá a estas mismas alturas en 2022- no habrá renovación. Pero de lo contrario, piloto y equipo prepararán un nuevo contrato donde de nuevo el dinero no será un punto de desencuentro. Pero si no se consigu ese salto de calidad, Alonso pondrá punto final a su carrera deportiva en la Fórmula 1 a menos que pueda acceder a uno de los volantes punteros con la nueva reglamentación. Seguir por seguir, no tendría sentido.

Adios a los grandes salarios

Aunque todavía uno de los pilotos mejor pagados de la Fórmula 1, con unos emolumentos en la región de los 20 millones de euros, Alonso era consciente al firmar su actual contrato que aquellas épocas de sueldos superiores a los 40 millones de euros ya no son posibles (y por mucho tiempo) en el actual entorno. Algún piloto como Hamilton o determinados futbolistas que viven en una realidad paralela anteponen en el final de su carrera deportiva un salario a cuestiones deportivas, Alonso sabe que el dinero ahora no es una prioridad, y que ha de estar mayoritariamente destinado a la construcción de ese proyecto ganador.

Como hemos podido observar este último año, el panorama puede cambiar radicalmente del día a la noche, por lo que esta feliz renovación de contrato es el símbolo claro de que en la Fórmula 1 lo mas razonable hoy en día es ir cumpliendo objetivos al estilo del ‘Cholo’ Simeone. 'Año a año' y ‘Carrera a carrera’.