Los tentáculos de McLaren: hasta donde no se atreven Mercedes, Ferrari y otros grandes

McLaren sigue desplegando sus tentáculos para convertirse en una de las marcas más importantes en el deporte automovilístico. Quizás ya en 2024 esté presente en las competiciones, desde la Fórmula 1 y el IndyCar pasando por las 24 Horas de Le Mans y en los campeonatos eléctricos, Fórmula E y Extreme E. Para ello sigue acumulando artillería financiera: la última, una inversión en el Grupo McLaren de 550 millones de dólares por parte de un consorcio internacional. Además de otros 200 millones a cargo de sus propios accionistas.

El plan de reestructuración financiera de McLaren sigue su curso para respaldar la estrategia de crecimiento como “negocio global de supercoches de lujo y de automovilismo deportivo de élite”. La primera parte alude a McLaren Automotive, y la segunda a los planes de expansión puestos en marcha por Zak Brown para extender la presencia de sus equipos en todas las competiciones de referencia globales. Ni siquiera Mercedes, Red Bull o Ferrari aspiran a semejante despliegue. Y en la Fórmula 1, cuidado con el equipo McLaren dentro de unos años.

Dinero fresco y abundante

Un grupo de inversores privado, el fondo Ares Management Corporation y otro público de procedencia árabe van a invertir esos 550 millones de dólares en otra fase del proceso de fortalecimiento financiero iniciado después de la pandemia. Una estrategia para sentar los pilares del crecimiento de McLaren Group en los próximos años, con la división de vehículos de superlujo como principal protagonista. Según anunciaba el propio Grupo en su comunicado, la “inversión reafirma la confianza en el crecimiento potencial sostenible derivado de sus recientes acciones estratégicas y financieras”. Previamente, el grupo americano MSP Sports Capital y otros inversores se hacían con una parte del accionariado de McLaren’s Racing, aunque el Grupo mantiene la mayoría. Una inversión que reducía los riesgos financieros del equipo de carreras y permitía concentrarse en la división de automoción, que también sufrió en 2020 el impacto de la pandemia hasta el punto de tener que parar la producción de sus vehículos deportivos.

Además McLaren Group iba más allá, porque en abril del presente año anunciaba la venta de la sede del equipo de carreras en Woking por 233 millones a GNL ,empresa adscrita al New York Stock Exchange y especializada en la compra venta y posterior “leaseback” de las propiedades inmobiliarias adquiridas. En el caso de McLaren, el equipo de competición y otras divisiones seguirán ocupando su actual sede por otros veinte años. Los doscientos millones que invertirán los accionistas está destinado a pagar el crédito de emergencia solicitado al Banco de Bahrain el pasado año.

Primero, lo primero

¿Qué representa semejante plan estratégico en el área deportiva? Desde la llegada de Zak Brown, McLaren ha tenido como objetivo diversificar su actividad deportiva. Dicha expansión global no solo representa una fuente de beneficios para sus inversores. También una plataforma de apoyo y promoción del núcleo principal del McLaren Group, la división de automoción. La presencia en los circuitos de todo el mundo a través de diferentes modalidades contribuirá a reforzar la percepción de los superdeportivos de la marca

Antes, Brown reestructuraba el equipo de Fórmula 1, con éxito evidente. El pasado año terminó por detrás de Mercedes y Red Bull en el Campeonato del Mundo, todo un hito tras el traumático capítulo de Honda y la transición con Renault. Para la presente temporada McLaren decidió volver con Mercedes, y está en camino de revalidar ese tercer puesto en el campeonato. Y por si no fuera suficiente, Brawn está inundando de acuerdos comerciales de diferente dimensión el monoplaza papaya de Norris y Ricciardo. Pero la Fórmula 1 es solo parte de la estructura que está desplegando Zak Brown.

Las recientes inversiones realizadas ayudarán a reforzar el plan estratégico para el mundo de la competición más allá de la Fórmula 1, donde McLaren ha ido tomando posiciones. Esta será la segunda temporada en el IndyCar americano, en el que participó ya antes Fernando Alonso en 2017 con el equipo Andretti Racing, una estructura también crucial en los planes de expansión de McLaren. Durante estos años Zak Brown ha ido sentando las bases para su entrada en diferentes modalidades y disciplinas. Una de ellas, las 24 Horas de Le Mans y el Mundial de Resistencia.

Le Mans, y lo eléctrico

En numerosas ocasiones Brawn ha reconocido su intención de participar en la famosa carrera francesa. McLaren ha seguido de cerca la configuración del actual reglamento (Hypercar y LMDh) que ha permitido la llegada de Toyota, Peugeot, Ferrari, Porsche, Audi, Acura y BMW, a las 24 Horas, WEC.e IMSA americano, y que cuajará a partir de 2023. Pero la estrategia de Brown está condicionada a la evolución de los objetivos en la Fórmula 1 e IndyCar. De aquí que no se plantee su desembarco antes de 2024 o 2025, como ha reconocido recientemente. Esta última podría ser una fecha idónea, porque se cumplirán treinta años de su única victoria en la carrera francesa con el McLaren F1. Brown puede elegir una de las dos plataformas del reglamento. La Hypercar (Toyota Peugeot y Ferrari) resultaría idónea para McLaren Automotive. Y Brown es copropietario de uno de los equipos más exitosos del campeonato, United Autosports. Su playa de desembarco en Le Mans está solo a la espera del momento oportuno.

Como también la presencia en las nuevas especialidades de la competición eléctrica. En el 2022 McLaren será rival en el Extreme E de los equipos de Lewis Hamilton, Nico Rosberg y Carlos Sainz padre hijo. La entidad británica decidía tras solo dos pruebas de análisis participar en el campeonato de Alejandro Agag a partir de 2022, asociado a Andretti Racing. “McLaren pretende utilizar las carreras como medio para concienciar sobre la sostenibilidad y diversidad…Expandiendo la marca y la franquicia de McLaren”, además de reforzar su imagen en pos de la sostenibilidad ambiental.

Y la Fórmula E también está en capilla. En enero, McLaren firmaba una opción para participar a partir de la temporada 2022/23, la novena en la historia del campeonato de monoplazas eléctricos. Ya en plena Generación 3, con monoplazas que supondrán un importante salto cualitativo en la tecnología eléctrica. De momento, McLaren no puede participar por ser el suministrador oficial de las baterías de sus monoplazas. Pero también aquí cuenta con un posible socio estratégico, Andretti Racing, asociado oficialmente con BMW hasta final de año. Pero el fabricante alemán abandonará el certamen en unos meses, por lo que el equipo americano se ofrece como la plataforma idónea y puerta de entrada en la Fórmula E para entonces. ¿2005? Posiblemente veamos a McLaren compitiendo en todos lados. Y no todos podrán decir lo mismo.