La hábil emboscada de Carlos Sainz a sus rivales: "Mi carrera más completa en Ferrari"

"El trabajo duro dio sus frutos. ¡Vamos! El ritmo habrá sido bastante bueno, ¿no?", se felicitaba Sainz con su ingeniero tras terminar sexto en el GP de Styria. “Tengo que decir que la máquina era grandiosa, ha sido una de mis mejores carreras en la Fórmula 1”, explicaba un eufórico Charles Leclerc, escoltando al español en la meta. El domingo era otro Ferrari, que nos lo han cambiado.

El tiempo confirmará si el GP de Styria representará para el equipo italiano un paso del Rubicón en el presente campeonato, o si la pista austriaca ofrecía menos trampas al SF21. Sainz recordaba implícitamente por la radio el zafarrancho de combate en Maranello a golpe del batacazo de Paul Ricard, que podría haber transformado el enfoque técnico de Ferrari hacia su monoplaza. De sábados relativamente brillantes a domingos desconcertantes, pisando arenas movedizas según el circuito o las condiciones ambientales a la dinámica opuesta que se vivió en el Red Bull Ring.

"Probablemente, analizándolo a bote pronto, creo que ha sido mi más completa carrera en Ferrari por la gestión de ritmo, del coche. Con un coche que ha rendido muy bien en carrera", resumía Sainz su actuación global. Agazapado desde la salida, saltó de entre la maleza para acuchillar a sus rivales. En esta ocasión, Ferrari jugó a la contra y su golpe de mano pudo haber noqueado a Lando Norris y McLaren. “Esta mañana esperaba acabar entre los seis primeros, y lo he logrado”. ¿Ha emprendido otro rumbo técnico Ferrari? Ante la prensa, y por si acaso, Mattia Binotto tiraba de las riendas.

El 'toque' a Mercedes

Sainz se emboscó en la décima posición alcanzada durante los escarceos iniciales. Disciplinadamente, mascullaba su plan. El francotirador esperaba su oportunidad. “Fue un relevo muy sólido, desafortunadamente, me situé detrás de Fernando y Tsunoda, que iban en un tren de DRS, así que decidí cuidar los neumáticos”, explicaba al final del día para iluminar esa primera fase de la carrera. “Sabía que el medio podía hacer esas 40 vueltas y era cuestión de asegurarme de ello y de que el coche estuviera en buenas condiciones cuando cogiera aire limpio”.

Uno detrás de otro, sus rivales por delante paraban en boxes, y el español comenzó a disparar mejorando casi un segundo por vuelta el ritmo hasta el cambio de neumáticos. Al retornar a la pista había liquidado a todos sus rivales. Menos a Lando Norris. Quedaban vueltas para alcanzarle ante el diferencial de rendimiento de neumáticos del Ferrari y del McLaren. Mandaba narices que un siete veces campeón del mundo con un Mercedes fuera el obstáculo. “Un escenario muy extraño, porque salí de boxes con un juego duro para alcanzar a Lando, tenía ritmo para alcanzarle, pero, desafortunadamente, mientras intentaba que el neumático entrara en temperatura recibí banderas azules y dejé pasar a Hamilton. Esperaba que Lewis se fuera, pero, por alguna razón, el Mercedes sufría con los neumáticos hoy, era más rápido que él, pero no quería hacer algo estúpido, él lucha por el título y no quería comprometer tampoco su carrera”. Mientras hablaba, Mattia Binotto asentía con la cabeza a la prudencia de su piloto.

El duelo se resolvió de la manera más inesperada. "Me empezaba a impacientar porque se escapaba Lando y, en algún momento, con mi equipo encontramos la forma de transmitir a Mercedes que estaría muy bien por su parte que nos dejaran pasar, y con el DRS nos dejaron, y pude atacar de nuevo a Lando, pero perdí 15 vueltas detrás de Lewis, que fueron muy importantes para poder haber atacado a Lando. Así que esas vueltas, degradando los neumáticos, intentando alcanzarle con el DRS, no fueron ideales y comprometieron el resto de la carrera, a veces te ves en este tipo de situaciones, pero no podemos estar decepcionados". Y remataba: “Para ser sincero, de lo que más contento estoy es el ritmo con aire limpio, pude bajar un segundo, rodar a un ritmo muy competitivo, incluso más que el de McLaren y cercano a los líderes. Desde entonces, el ritmo con el coche fue increíble”.

"Ser terceros no es el objetivo"

La precisión quirúrgica de Sainz para ejecutar su estrategia vino acompañada por la espectacular remontada de un Leclerc deshecho en elogios con ese monoplaza que la semana anterior le había crucificado. Laurent Mekies, el director deportivo del equipo italiano, había avisado el sábado: “Para nosotros era importante este fin de semana para intentar mejorar nuestro ritmo de carrera. Este es el año justo para llevar a cabo este tipo de trabajo. Solo mañana (por la carrera) sabremos si lo que hemos hecho habrá valido la pena y ha dado sus frutos o si solo habremos sacrificado la clasificación”. A juzgar por la pista y las palabras de los pilotos, el sacrificio de la clasificación tuvo su recompensa, con la perspectiva de abrir nuevas vías técnicas con el SF21 para el resto del campeonato.

Cuando Sainz hablaba del “corto, largo y medio plazo” el pasado jueves, sintonizaba con el enfoque que Mekies verbalizaba. Ferrari trabaja estos días para más allá de la presente temporada. Sorprendía escuchar a Binotto reconocer en la rueda de prensa que el tercer puesto final en 2021 era secundario a la preparación para 2022. De momento, esas soluciones a corto plazo pergeñadas esta semana en Maranello apuntan solo a una pequeña catarsis cuya continuidad se confirmará o no en próximas carreras. Tanto Sainz como Leclerc también señalaban que el SF21 recibía oxígeno gracias a un trazado favorable, no queriendo lanzar las campanas al vuelo.

Y Mattia Binotto se encargó de bajar el pistón, por si las moscas. Por dos veces citó ese próximo potro de tortura al que tanto temen en Ferrari. “En Silverstone tendremos la contraprueba de los progresos que hemos logrado, una pista de curvas de media y alta velocidad, donde se somete a mucha energía a los neumáticos delanteros”. De momento, parece que Ferrari tendrá otra semana de gracia en el Red Bull Ring. Carlos Sainz, otra oportunidad para resarcirse de su peor clasificación en 2021 con su mejor carrera en domingo.