"Está a otro nivel": cómo Leclerc demuestra ser un fuera de serie con una tartana

"No es solo una paliza, es que está a otro nivel". Aunque fue una clasificación para olvidar para Sebastian Vettel con un decimoquinto puesto, los elogios, y quien salvó la imagen de Ferrari, fueron a caer una vez más esta temporada en Charles Leclerc. Logró avanzar a la Q3 con los medios en la Q2 y finalmente firmó el cuarto mejor tiempo en la Q3 a poco más de una décima de Max Verstappen y más cerca que nunca de los Mercedes. Una actuación que dejó alucinado a Vettel.

El piloto monegasco sigue creciendo a pasos agigantados en la Fórmula 1 y firmó no solo su segundo cuarto puesto consecutivo, sino que también partirá en carrera con los medios gracias a su noveno puesto en la Q2. Realizó un pilotaje perfecto en un trazado nuevo, complicado y donde el viento podía jugar malas pasadas. "El viento se levantó y en el último sector fue muy, muy complicado, pero logré hacer un último sector bastante bueno de todos modos. Muy, muy contento con la vuelta. Siempre hay más para dar, pero estoy contento”, comentó.

Un fuera de serie

Leclerc volvió a demostrar lo que ya es y en lo que puede convertirse en la Fórmula 1, siempre y cuando Ferrari no le dé una tartana como la de este año. “Antes del fin de semana dije que los recuerdos que tenía de este circuito son malos. No sé por qué, pero realmente no tengo mucha fe en esta pista. El coche estuvo bien hoy. Fue un poco complicado en la Q3, pero logré hacer una buena vuelta y eso marcó la diferencia”, dijo Leclerc. No podía borrar su sonrisa de la cara, sobre todo porque comenzará en los medios, algo que le permite incluso soñar con un podio que antes de empezar el fin de semana parecía imposible para la escudería italiana. El monegasco dijo que el monoplaza se sintió bien y, si bien dice que es optimista pensar en el podio."Así es como debemos pensar".

En Alemania firmó el mismo resultado, pero en carrera el Ferrari sacó su peor versión y se fue diluyendo y viniendo abajo. Sin embargo este fin de semana espera que sea diferente. “En Alemania sufrimos con los neumáticos blandos por las bajas temperaturas, mientras que aquí no hace tanto frío y tenemos los medios. Necesito tener un buen comienzo y si lo logro, puedo luchar por un buen resultado”, explicó.

La realidad es que Leclerc poco más puede hacer este año. Dos podios y un cuarto puesto en carrera con un monoplaza que no está ni para el top 10. Sin un piloto como él, la Scuderia estaría firmando una de las peores temporadas de su historia. Sin embargo, en su segunda temporada en Ferrari, se ha echado el equipo a su espalda y desde el comienzo ha colocado un coche en un lugar que no merece. Por un lado la temporada podría verse como un año perdido para el joven piloto, pero sin duda está siendo una gran prueba para madurar, recordar lo que es luchar en la zona media de parrilla y controlar sus nervios en los peores momentos de cara a un futuro en el que Ferrari quiere volver a ganar carreras. Y el equipo necesitará de su mejor versión para no fallar.

El año pasado le pesó en algunas carreras ser virgen de experiencia en Maranello, la presión de luchar por victorias y obligado a medirse en condición inicialmente subordinada. Pero su juventud, personalidad, historia y talento rápidamente caló en unos tifosi cansados de las decepciones pasadas. Leclerc es todo lo contrario a la gran mayoría de jóvenes de 23 años. Es sereno, maduro y curtido por duras experiencias personales. Una forma de ser que lleva a su pilotaje y la forma de vivir las carreras. Los tifosi veían en él un futuro campeón y este año tienen aún más motivos para ello, porque, aunque no logre victorias, lo que está consiguiendo es mucho más complicado.

Hundiendo a Vettel

Si bien el crecimiento de Leclerc deja más sombrío el último año Vettel en la Scuderia. El alemán tuvo dificultades con los medios en la Q2 y terminó el 15º en Portugal incluso por detrás del Williams de George Russell. Hablando con Sky después de la clasificación sobre la diferencia entre él y Leclerc, confesó lo que todo el mundo estaba viendo, que Leclerc estaba a kilómetros de distancia. "No es solo una paliza, es que está en otra liga", dijo. "Intento todo lo que puedo. Creo que las vueltas que doy son buenas, y estoy satisfecho con ellas, pero siguen siendo demasiado lentas. Por el momento, no hay nada más que pueda hacer que conseguir lo que tengo dentro", explicó.

Desde el Gran Premio de Gran Bretaña, en julio, Vettel no consigue pasar a la Q3. Y su mal momento se hace más grande por la bestia que tiene a su lado. "Fue regular. No pude realmente encontrar el ritmo, tuve problemas para hacer que los neumáticos funcionaran al final. Luego bloqueé en la curva dos y la última vuelta se me fue", resumió ante los micrófonos de Sky F1.

Cuando fue eliminado, se escuchó por radio a Vettel explicar a su equipo que los neumáticos no habían funcionado en el segundo intento. Luego, ante los medios, dejó la sensación de que fue decisión suya y no de Ferrari. "Era una opción, pero tuve un buen presentimiento después del primer intento”, analizó el tetracampeón. "Pero en el segundo intento los neumáticos no alcanzaron la temperatura necesaria, en absoluto. La rueda derecha falló en la curva 3, y ahí la vuelta ya estaba estropeada. No sé por qué me cuesta tanto poner los neumáticos a la temperatura ideal. Como dije, el coche fue bien la primera vez que lo intenté. Pensé que con el medio podría hacer fácilmente el tiempo de la Q1. Ese era el objetivo, pero no fue tan fácil".