Las señales que indican que algo pasa en torno a Mercedes en la F1. ¿Se vende a Ineos?

Septiembre, y Lewis Hamilton no ha renovado todavía con el equipo que le ha llevado al Olimpo de la Fórmula 1. Semejante tardanza no es normal para los cánones, a no ser que estén sucediéndose determinados acontecimientos. Hamilton espera por algo. El responsable de Mercedes, Toto Wolff, arroja dudas sobre su futuro rol en el equipo, con alusiones a satisfacer necesidades de su vida privada. Algo está pasando en Mercedes.

Estas y otras piezas pergeñan un mosaico que materializa la salida de Mercedes de la Fórmula 1, al menos con el formato y los esquema actuales. Tanto por el contexto como por la dinámica de los hechos, para el fabricante alemán parece estar a punto de cerrarse una época. Y si tanto los rumores como la lógica de recientes movimientos en torno a Mercedes apuntan a alguien, el Grupo Ineos parece posicionado como primer candidato para tomar el relevo en la propiedad del equipo del fabricante alemán.

Un rico bombón

¿Cuál es el contexto? La Fórmula 1 cerraba un ciclo en 2021, demorado ahora por la pandemia en el terreno deportivo. Buenas noticias para Mercedes, que podrá prorrogar un año más su actual dominio en las pistas gracias a la congelación del actual reglamento. Pero se ha cerrado un capítulo vital: el Pacto de la Concordia, que ha determinado para los próximos años el modelo de negocio de la Fórmula 1. Mercedes ha firmado, lo que ofrece terreno sólido de negocio para un potencial inversor o comprador. Se ha establecido también un tope presupuestario para los equipos, aún a la baja en los dos próximos años. Como coletilla, Liberty ha garantizado una condición de franquicia a los equipos actuales, al exigir un aval de 200 millones de dólares a cualquier interesado en entrar en la Fórmula 1.

El bombón tiene más sabor con la situación contable y financiera actual. Recientemente, el equipo de Fórmula 1 anunciaba sus cuentas del pasado año, con unos ingresos por 'marketing' y patrocinio de 395 millones de euros, con un incremento de 27 millones respecto del año anterior, y unos beneficios de 16 millones de euros. Pero Daimler solo invertía 31 millones de euros, una cantidad irrisoria para el brutal retorno mediático del equipo a nivel global, valorado en el apartado televisivo en casi 5.500 millones. Por tanto, el equipo de Fórmula 1 es una perita en dulce, tanto para un potencial inversor como para el vendedor.

E idóneo el momento de hacer caja para un gran fabricante. El futuro ciclo deportivo no garantiza los actuales éxitos, mejor salir en lo alto de la curva, pero el comprador invertirá en un modelo de negocio rentable y con reglas de juego consolidadas para los próximos años. Para el grupo alemán, también jugará el delicado contexto económico global y el cambio de paradigma en la industria automovilística con las fuentes de propulsión. La prensa alemana revela que Daimler eliminará 4.000 puestos de trabajo en los próximos años para afrontar la recesión actual. Sería así coherente y racional una salida en estos momentos. Pero, como Renault con Alpine, aún con presencia en la Fórmula 1 sin el nombre de Mercedes en el carenado de sus monoplazas.

¿Ineos, el caballero blanco?

¿Y quién podría ser el caballero blanco que entrara en el accionariado de Mercedes? El Grupo Ineos parece ser el candidato ideal. Recientemente entraba como patrocinador en el equipo, y llegaba a un acuerdo de colaboración técnica con Mercedes para su equipo de la Copa América. El perfil global del grupo químico (que incluso está lanzando un todo terreno) encajaría perfectamente por su potencial económico y su capacidad para correr en ese campo de juego global que es la Fórmula 1.

Antiguo propietario del equipo con su nombre y periodista televisivo, el inefable Eddie Jordan recuperaba hace pocas fechas su fama de sacar a la luz noticias soterradas. Según el irlandés, Ineos se convertiría en accionista mayoritario del equipo, aunque se mantendría la misma estructura actual y Mercedes retendría un porcentaje importante pero no mayoritario. Toto Wolff con un 30 por ciento del capital actual, sería candidato a vender. Precisamente, desde el comienzo de esta temporada el austríaco lleva emitiendo cantos de sirena sobre su futuro.

¿Qué pasa con Toto Wolff?

Quien siguiera a Toto Wolff durante la pandemia en las redes sociales percibiría que algo se movía en la mente y el corazón del austríaco. Al empezar el campeonato, empezó a articular ese cambio de horizontes. "Soy responsable de dos mil personas, mil de ellas en la planta de motores y mil en la fábrica ¿Debe una persona cargar con toda la responsabilidad?. Me encantó hacer eso, pero tal vez con una mirada al futuro podríamos dividir los roles". Algo puede cambiar en la estructura de Mercedes y, por tanto, en la actividad y futuro personal de Wolff. "No hay razón para no continuar, pero hay que ver en qué papel. Quiero seguir, pero no a costa de pasar de ser muy bueno a bueno. No digo que me voy porque no es el caso. Estoy en momentos de reflexión, hacia dónde va la Fórmula 1, que pasa con el Covid, y también por razones personales".

Wolff enseñaba la patita del terreno personal en una reciente entrevista con el ex piloto David Coulthard. "Creo que si te entregas con todo lo que tienes, con todo tu corazón y tu energía como lo he hecho durante ocho años, ¿Es sostenible? ¿Sufre tu vida familiar? ¿Lo paga tu propia salud? He tenido migrañas, algo completamente nuevo. Tu mente ya no soporta el tiempo de inactividad. Creo que todos tenemos una vida útil en algunos roles. Es un momento de reflexión para mí. Es un alto nivel de intensidad. Lo que hago y lo que hacemos es la búsqueda de la perfección". El ritmo del matrimonio también parece haberse resentido, y la cuarentena ha dejado tiempo para otros ritmos vitales y la correspondiente reflexión. "Mi mujer dirige un equipo de la Fórmula E y esto significa que pasa mucho tiempo fuera de casa, yo he estado en 120 grandes premios en los últimos ocho años, y es algo en lo que estábamos pensando".

Wolff pretendía el rol de máximo responsable de la Fórmula 1 en sustitución de Chasey Carey (será Stefano Domenicali) ante el cambio de horizontes que ya vislumbraba desde hace un año en Mercedes, objetivo que no prosperó ante la oposición de Ferrari. Seguirá por tanto en su equipo actual, pero aún resta concretar su posición actual. Este fin de semana, Lewis Hamilton podría igualar el récord absoluto de victorias de Michael Schumacher. Mercedes logrará pronto su séptimo título consecutivo. Buenos momentos para anunciar el futuro.