El desastre de Ferrari o cómo se han despeñado por un precipicio

Ferrari volvió a ser Ferrari un fin de semana más. Errorres y más errores impropios de un escudería de la categoría de la italiana. El Gran Premio de Abu Dabi fue el reflejo de toda la temporada y despejó las dudas sobre su unidad de potencia. Alguien les ha cortado el grifo desde Estados Unidos. El episodio de Charles Leclerc este domingo vuelve a hacer saltar las alarmas.

La Scuderia ha acabado de la peor manera su temporada. Leclerc, el primer Ferrari, a más de 40 segundos del Mercedes de Lewis Hamilton, y presionado por un Valtteri Bottas que partía desde la última plaza. Sebastian Vettel, por su parte, completamente superado y desdibujado al volante del SF90. “No hemos tenido el año que queríamos, eso es todo lo que podemos decir. Los motivos son claros y las lecciones que debemos aprender, también, y depende nosotros mejorar. El año que viene, todo el equipo debe rendir mejor, los pilotos también, porque por mi parte no he tenido un gran año", confesó Vettel. "El quinto de hoy no es bueno. Hemos cometido errores. Hemos perdido resultados esta temporada, como en Canadá. Sé que puedo hacerlo mejor, y ese es mi objetivo para 2020. Espero que también tengamos una Fórmula 1 mejor, para poder pelear con Mercedes y Red Bull”, expresó.

Pero no solo las diferencias en Marina Bay hablan del desastre. Malas estrategias, líos entre pilotos dentro y fuera de la pista, un jefe con mano blanda, dobletes tirados a la basura, escándalos por posibles trampas… Todo ello cuando han tenido uno de los mejores monoplazas de los últimos años y ven como incluso un Red Bull les ha superado en la clasificación final.

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Desastre en Abu Dabi

En Abu Dabi, si ya tenían pocas opciones con la alarmante falta de ritmo frente a los Mercedes y Verstappen, ellos mismos se pegaban un tiro en el pie. Primero por el suicidio de hacer salir a Vettel con los blandos y, posteriormente, meter en boxes a Leclerc demasiado pronto mientras los máximos rivales daban el doble de vueltas con los blandos.

Sebastian Vettel dio en el clavo cuando Mercedes se coronaba como campeona del mundo de constructores en Japón. “Están muy cerca de la perfección cada vez que salen a la pista, muy consistentes, no cometen errores. Si entras en detalle, podrías decir que su coche es un poco mejor que el nuestro, pero no creo que sea esa la cuestión. Es un esfuerzo colectivo, y creo que nosotros tenemos los ingredientes, la motivación, la inteligencia, pero tenemos que hacerlo mejor”. Ferrari cosechó dos dobletes de primera línea en Rusia y Japón. Pero en ambas vieron como Mercedes se llevaba el oro.

Ferrari se llevó gran parte de culpa esta temporada, pero los pilotos también han tenido su cuota de responsabilidad. Erorres infantiles de Vettel y la falta de experiencia y su primera temporada en Ferrari definen el año de Leclerc, quien quizá haya sido lo único salvable en Maranello. "Estoy muy contento por cómo ha ido el año. He aprendido muchísimo, ha sido un sueño estar con un equipo tan genial. Espero poder darles el éxito que se merecen", confesó el joven monegasco que nada pudo hacer ante el ritmo imponente de Hamilton.

Otro problema es el tema técnico. A parte de la fiabilidad, donde Mercedes supera a Ferrari, el equipo italiano progresó con su unidad de potencia hasta batir a su rival. Pero el chasis y la aerodinámica del SF90 han supuesto un paso atrás cuando parecía que tras el parón veraniego encontraban la clave para vencer a las flechas plateadas. Al final parece que, en términos de rendimiento, cierran la temporada como el tercer equipo. La inferioridad en todos los aspectos frente a Red Bull se ve por como Verstappen arregló su mal inicio en Abu Dabi. Se comió al SF90 Leclerc en plena recta a pesar de que ambos tuvieran el DRS activado.

El escándalo con el motor

Por si fueran pocos los problemas, Ferrari acabó la temporada investigado. Los comisarios reportaron que la cantidad de combustible en el Ferrari de Leclerc no se correspondía con los datos que había proporcionado el equipo. El delegado técnico Jo Bauer reportó esta anomalía en la previa de la carrera. El director de Red Bull, Christian Horner, habló con Sky y metió presión a la FIA. "La palabra interesante es 'significativa', una diferencia 'significativa'. Los reglamentos técnicos son o blanco o negro, no hay zonas grises. Obviamente, los comisarios deben decidirlo. Por lo general, en un caso como ese, o es legal o no lo es".

"La declaración de combustible del coche 16 se ha comprobado antes de que abandonara el Pit-Lane", dicta el informe de Bauer. "Había una diferencia sustancial entre la declaración del equipo y la cantidad de combustible que tenía el coche. Dado que esto no cumple con la TD/12-19, traslado esta cuestión a los comisarios para que lo puedan considerar".

Es la cuarta vez que la FIA merodea el motor de Ferrari. En Estados Unidos fue el flujómetro. Antes del recién acabado GP de Brasil, la Federación explicaba que prohibía el uso del refrigerante como combustible añadido a la gasolina. Tras la carrera de Interlagos, el máximo organismo internacional se llevó piezas del sistema de combustible de Ferrari para investigarlas junto a otras de un coche que también tiene motor Ferrari y de otro monoplaza que no tiene nada que ver con los de Maranello. Ahora en Abu Dabi una nueva investigación. En todos los frentes problemas que no deberían corresponderse en un equipo del tamaño de Ferrari. Un año más las sensaciones vuelven a ser de oportunidad de perdida y en 2020 mucho tendrán que cambiar las cosas para desbancar a Mercedes, un equipo que parece que sigue sobrado en la Fórmula 1.