Los modales de Monza, tan criticados como deseados

"Estoy muy contento de estar en el podio de Monza, es uno de los más famosos del mundo. Ha sido brillante vivir esta experiencia, pero el ambiente no ha sido el correcto después de la victoria de Seb. Sea como sea, es su decisión". Mark Webber es un tipo pragmático, sencillo y claro. Sin subir el tono, expresa su opinión sobre la educación/cultura/costumbre de Monza a la hora de recibirá a un ‘enemigo’ en el podio. Era su primera vez allí arriba y, pese a su experiencia, quedó sorprendido.El respeto se esfuma entre tanta bandera y pasión por Ferrari, y por Italia, para desencadenar el único punto negativo dentro de la impresionante imagen que forma aquel podio. Eso sí, cualquiera desearía ser silbado porque eso significa que su fin de semana ha marchado bien.

Quién sabe, al igual que Fernando Alonso ahora es aplaudido quizás el día de mañana sea silbado. O los pitos hacia Hamilton o Vettel se convierten algún día en gritos de euforia. A Monza le gusta el rojo y el resto no les interesa.

"Me encantaría tener esa experiencia de nuevo en 2013, pagaría por ello. Si subo allí y estoy siendo abucheado significa que he ganado. Así que quiero eso (abucheos)". El ganador de la carrera de 2012, Lewis Hamilton, ya saboreó la experiencia que supone el cajón más alto del podio de Monza y antes de la carrera intuía lo que podía pasar si no ganaba un Ferrari. El británico asume que en la casa de Ferrari un ganador rival no es bien recibido.

"Los aficionados son cariñosos cuando llegas al circuito, muy positivos. Pero creo que no les gusta que alguien que no sea de Ferrari esté en el podio. Y es peor cuando hay dos pilotos de Ferrari en el podio (y otro no). Como cuando acabé segundo, entre Alonso y Felipe. No lo entendía. Fue una sorpresa". Importante puntualización. Jenson Button pone matices en el asunto y separa la ‘educación’ en el podio con respecto al fin de semana.

Vettel aplaudido, Vettel abucheado

"Ganar con Toro Rosso, un equipo italiano, con un motor Ferrari, fue excepcional. Estar en el podio fue uno de los mejores momentos que he tenido, con los fans viniendo y gritando como locos. Cuando gané de nuevo en 2011, con Red Bull, fue una atmósfera diferente… la gente no estaba muy contenta pero Jenson, a mi lado, me dijo que era normal". Sebsatian Vettel, antes de afrontar el gran premio de este fin de semana, también había sido otra ‘víctima’ de los silbidos de Monza.

Se trata de una afición latina y temperamental cuyo comportamiento ha pasado a formar parte del paisaje del GP de Italia. ¿Se debe actuar para intentar corregir dicha actuación o es mejor ni intentar modificar una efusividad que se ha convertido en tradición?

Wimbledon y Silverstone

Inglaterra, el otro punto que históricamente pudiera ser caliente por equipos como McLaren o Williams, tiene un comportamiento opuesto. En tenis, al público de Wimbledon se le suele considerar como el más ejemplar por el extremo respeto que tienen por los deportistas, llegando al caso de no aplaudir cuando un tenista comete un fallo. ¿Sería bueno este comportamiento exquisito para Monza?

Lo que los pilotos que no visten un mono rojo quieren, por sus declaraciones, es que simplemente no se silbe. No hace falta aplaudir al enemigo, pero tampoco hacerle sentir incómodo. Aunque en este sentido Christian Horner no parece tener el menor problema, al contrario. "Cualquiera que bata a Ferrari, en Monza, va a ser jaleado. No nos sorprende a nadie. En todo caso, sirve de motivación para Sebastian a continuar mejorando".

A partir del año que viene, al igual que Ferrari tiene Monza, Red Bull tendrá su GP de Austria en el Red Bull Ring, tal vez allí los pilotos de la Scuderia puedan sentir esa sensación de estar tan lejos de casa… aunque ambos circuitos están separados sólo por 640 kilómetros.