"Qué aburridas está haciendo las carreras Vettel"

"Nuestro rival ha ganado nuevamente, pero cuando ganan tan merecidamente como este fin de semana, hay que felicitarles". Delante de miles de tifossi, Fernando Alonso se tuvo que quitar el sombrero ante el trabajo de Red Bull en este GP de Italia. Volvieron a estar perfectos y a sacar una nueva matrícula de honor en el examen que cada dos semanas hace la Fórmula 1. Desde hace cuatro temporadas hace fácil lo difícil y da la impresión de que la F1 es un juego de niños para ellos. Son los mejores y este fin de semana lo demostraron en casa del equipo con más historia y mejor palmarés del Gran Circo. Red Bull venció a su estilo, con un coche de carga aerodinámica sin una especial velocidad punta y dominando de principio el fin de semana. Por unos días, como ya hizo en 2011, el coche diseñado por Adrian Newey desmitificó aquello de Monza y el ‘Templo de la Velocidad’. Tal vez por ello, esta vez, el genio británico quiso subiral podio para acompañar a sus pilotos y saborear su triunfo sobre Ferrari.

"Pensábamos que Spa y Monza era nuestro talón de Aquiles", admitió sorprendido Christian Horner tras la victoria de su piloto Sebastian Vettel en Bélgica. Estas declaraciones continúan en vigor por lo vivido en Italia. A principio de temporada, en Jerez, el jefe de equipo de Red Bull advirtió sobre la posibilidad de que este año estaría tan apretado que unos coches serían más fuertes que otros en función del circuito. Así ocurrió a principios de temporada, hasta que Newey logró encontrar un equilibrio en el RB9 que ha posibilitado a Vettel ganar la mitad de las carreras. Seis de doce.

Poco importa si, al contrario que en 2010 y 2011, no son el coche dominante desde la primera carrera. Los ingenieros y encargados del diseño de los monoplazas azules resolvieron sus problemas en 2012 justo a tiempo, pasado la mitad del año, para terminar ganando. Este año llegó antes y el título se pone a tiro a falta de siete carreras. Salvo remontada histórica de Ferrari a partir de Singapur (donde llevarán nuevas evoluciones que serán definitivas para saber si se centran ya en 2014 o no), en Red Bull tendrían que suceder varias catástrofes para perder los 53 puntos de ventaja que tienen sobre Alonso. Más de dos carreras de ventaja, y creciendo (han pasado cinco carreras desde la última vez que Alonso recortó algún punto a Vettel, cuando esté se retiró en Silverstone).

Red Bull ha logrado que Alonso no dependa de sí mismo

El asturiano de Ferrari ya no depende de sí mismo porque ni ganando todas las carreras tendría matemáticamente el campeonato asegurado. A Vettel le basta con hacer todas las carreras segundo para conquistar su cuarto campeonato seguido. Aunque lo normal es que Red Bull finiquite el campeonato en Asia, donde tradicionalmente arrasa: Singapur, dos victorias en las dos últimas campañas; Corea, dos victorias y una retirada en tres carreras; Japón, tres victorias en los últimos cuatro años, y el año que Vettel no ganó -2011- se proclamó campeón del Mundo; India, dos victorias en dos pruebas. Este año Alonso sólo ha logrado terminar tres veces por delante de Vettel (más la de Gran Bretaña) y ahora tendría que ocurrir eso en todas las carreras.

Esta superioridad aplastante viene cocinada desde el amplio margen de confianza que Red Bull otorgó a Adrian Newey. El ingeniero ya triunfó en otras etapas y escuderías, como McLaren y Williams, pero es en Red Bull donde está exprimiendo al 101% su conocimiento, experiencia e ideas. Dietrich Mateschitz, Helmut Marko y Christian Horner confiaron en él y les está dando la razón. Amplio margen de maniobra y libertad para dar rienda suelta a su ingenio. Todo comenzó con el RB5, coche del que más satisfecho se siente, y continuó con el "hijo, nieto, bisnieto, tataranieto…", como llama a los sucesores (el actual RB9 es el tataranieto).

Newey, como si fuera su empresa

Al amplio margen de maniobra con el que cuenta Newey se une la eficacia de un equipo en el que cada decisión que se toma se lleva a la práctica en un tiempo récord, sin burocracia (el dinero no es un problema) y a que el piloto que debe constatar en pista tanta eficiencia está alcanzando un punto de madurez casi perfecto. Tal vez otros años las carencias del piloto las cubrió y pulió la superioridad del monoplaza pero, este año, el piloto empezó siendo mejor que el coche y fue Vettel el que evitó un tropezón del equipo austriaco a principio de temporada.

Quizás hay que atribuir un porcentaje del actual éxito ‘energético’ a que Pirelli modificó sus compuestos y los endureció desde Hungría, pero este hecho no emborrona la credibilidad que transmite Red Bull. Ponen el listón tan alto e imponen tal respeto que ha provocado hechos como el de McLaren, que intentó hacer el ‘coche fantástico’ para este año y fracasó estrepitosamente.

"Es sin duda el mejor podio de la temporada. He batido a los hombres 'de rojo', el equipo ha hecho un buen trabajo con el coche. Estoy contento de haber conseguido esto aquí". Vettel saboreó bien la victoria en casa del enemigo porque ganó como si se tratase de cualquier otro circuito. Red Bull no se dejó impresionar por Monza y provocó hasta el bostezo de Pedro de la Rosa, quien exclamó en Antena 3: "¡Qué aburridas está haciendo las carreras Vettel!", y que esto lo diga un piloto de Ferrari en Monza… Esta conclusión debería suponer un problema hasta para Bernie Ecclestone y su búsqueda por dar espectáculo.