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Evenepoel encuentra la redención y los favoritos se cogen un día de asuntos propios
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Etapa 14

Evenepoel encuentra la redención y los favoritos se cogen un día de asuntos propios

El ciclista belga se redime tras el hundimiento para lograr una victoria sublime en La Vuelta a España en Larra-Belagua. El estadounidense Kuss se mantiene al frente de la general

Foto: El belga Remco Evenepoel da un golpe en la mesa. (EFE/Jesús Diges)
El belga Remco Evenepoel da un golpe en la mesa. (EFE/Jesús Diges)

Yo tengo un mapa de Francia donde no sale Larrau. Yo tengo un mapa de Francia, donde no sale Larrau, y tampoco Les Arcs, y Hautacam entra por los pelos, por lo de 1994. Tengo un mapa de Francia, donde del Albergue de Laugibar hasta Erroymendi sube solo una pista de tierra, y eso jamás se asfaltó, y no hay kilómetros infernales por entre hayas y pinos, y luego no llaneas, y tampoco coronas a 1579 metritos, el puerto más duro de los Pirineos. Pero en mi mapa no sale Larrau, igual que en los cómics de Asterix no saben dónde cae Alesia (Gergovia sí, Gergovia lo tenemos controladísimo).

La causa es Miguel Indurain, que sufrió como un perro en Larrau, Tour de 1996, aquella etapa absolutamente fantástica donde a los Mapei no les valía el pódium y se jugaron un órdago con ataques suicidas. Absolutamente fantástica, digo, porque eso es, una fantasía, por mucho que lo declaren, algunos protagonistas encantados de conocerse, algunos protagonistas que buscan excusas tras retirarse (como si no hubieran puesto suficientes en activo), algunos protagonistas que iban a petar subiendo Larrau o Ubiarco. Repasen, repasen ese parcial, que está completo en internet, y luego me dicen cuántas inmolaciones Squinzianas han contado.

Foto: Marcos Pereda. (Gema Rodrigo)

Eso al margen... lo de Indurain. Si Indurain penó en Larrau es que Larrau es un sitio con peor vibra que Dunwich, con peor rollo que la Casa Usher, con peor pinta que el Castillo de Otranto. Porque yo creo en pocas cosas (en Merckx, en Alessandro Baricco, en no comer nunca berenjenas que no sean de mi huerta), pero una de ellas es, sin duda, Miguel Indurain. Miguel Indurain debería ser nombrado albacea en cualquier herencia que se complique, Indurain llevaría ese anillo hasta el Monte de Mordor sin tentaciones, Indurain puede acariciar unicornios, a Indurain se le insinúa María Magdalena y le dice que bueno, que es guapísima, pero prefiere seguir siendo amigos, y le invita a unos pasteles, y le ayuda con la compra, que hoy toca llevar peso hasta Magdala, ya te ayudo yo con la compra. Ese es Miguel Indurain.

Así que esta etapa, la que termina en Larra-Belagua, la que podríamos llamar reina (aunque tenga poco glamour comparado al Tourmalet, aunque sume menos de 160 kilómetros, que sigue sin ser distancia decente, sigue siendo pelín bochorno) venía, para mí, con solo tres puertos. Hourcère, que es subir hasta Issarbe y luego bajar dirección Logibar... Hourcère, un pepino curiosísimo, once al nueve, rampones, auténtico muro, pero muro de los que duran media hora (para ellos) u hora y pico (para nosotros). Después descenso, fundido en negro, elipsis, el pequeño Puerto de Laza y subida final a la estación de Larra Belagua. Duro, pero me falta algo, me falta un puerto rompedor, me falta una pared. Algo como Larrau, pero es que Larrau no existe.

Evenepoel asombra a España

Así que pocas esperanzas con lo de hoy. Si tuviera Larrau pues... etapón. Al menos a priori, que luego igual hasta se fuman el asunto, y coronan veinte tíos, y solo ataca Ayuso en plaza pesetazo, en plan "ataco con más miedo que el vecino de Jason Voorhees", ataco por decir que he atacado, que es la forma menos indigna de no atacar, aunque sea lo mismo que no atacar. Eso, no sé... podría haber pasado, si hubiesen subido Larrau. Pero con el recorrido que hay... pocas esperanzas.

Lo de ayer fue día intenso, importante, colocar peones, poner a este aquí, al de allá, en otro sitio, un mecánico de Jumbo se pasa con las birras y dice que en 2024 aspira a la Vuelta, al Mundial y al Festival de Benidorm, y nadie se ríe, porque está de broma, sí, pero también podría decirlo en serio. Y todo decidido fuera de ellos tres (aunque todo por decidir entre ellos tres), y los rivales a ver pasar cosas... Salvo Remco.

Lo de ayer de Remco fue sorprendente. No que perdiera minutos (porque en alta montaña aún no ha medido con los mejores), sino que perdiera tantos minutos. Pero tantos. Pero tantísimos. Casi media hora, para que se hagan cuenta. Quedándose desde el principio, palmando todo lo palmable. Derrotado y humillado, si permiten expresión. Derrotado y rabioso. Así salió, como salió hoy. Atacando desde el primer kilómetro, casi. Abriendo huecos, conociendo ese otro ciclismo, el de luchar escapadas, el de colaborar con otros que traen menos glamour, que tienen menos nombre. Oficiando el oficio, por así decirles. No seré yo quien diga que esto compensa lo de ayer (porque son cosas diferentes, porque no me gusta mentir), pero es reacción admirable, es ladrillos para construir cara al futuro.

Y si sale bien... pues es una victoria, que nunca molesta. Así que eso... Evenepoel coge la escapada, o hace la escapada, o tira de la escapada, y la escapada va pillando tiempo, porque hay terror al Jumbo, porque nadie quiere montar estrategias originales. Y hoy era día para estrategias originales, estrategias como lanzar ataque bajando Larrau (si se hubiera subido Larrau) y que Kuss piense que puede perder más que ningún otro, y que Vingegaard piense que él ya ganó el Tour y no merece la pena, y que Roglič cuente que si él es timorato, porque besa mucho el suelo. Daba para esa estrategia, digo, porque el terreno después era puñeterísimo, era sin nada de plano, pero nadie osó, nadie osa, nadie habría de osar. Y no sé yo si seguiremos así lo que queda...

El belga dio espectáculo

Recapitulando... Evenepoel coge la escapada, y se queda solo con Bardet, y detrás viene Storer, y Castroviejo, y algunos otros, y suben así, como muy despacito, como si subieran ustedes, y son puertos criminales, para montar sangrías épicas, pero, en realidad, solo vemos exprimirse a los escapados, lo que da bastante lastimica... Porque, que no se me pase... los favoritos suben Larrau (solo que no existe Larrau) en más tiempo que Evenepoel y Bardet. Para cuando escuchen declaraciones sobre "locura", "ritmazo", "imposibles" y demás etcéteras. Más despacio que la escapada, con Valter y Gesink pastoreando cual border collie con carneros.

placeholder Evenepoel, durante la jornada. (EFE/Jesús Diges)
Evenepoel, durante la jornada. (EFE/Jesús Diges)

Más despacio van también en Laza, y por los falsos llanos de Uztarróz, y empiezan la subida final (que tiene kilómetros serios, pero no kilómetros duros, y acaba más fácil de como empieza, lo que resulta idóneo si las vedettes acompañan, pero no tienen pinta de acompañar) con ocho minutos, porque eso..."locura", "ritmazo", "imposibles" y demás etcéteras. Todavía se mete Remco en el pódium, macho. Subiendo hasta Belagua... pues bidonazo de Wout Poels. Bueno, eso, bidonazo... Que Wout Poels parece lanzar arreón, pero en realidad es para coger agua, y tira Atila Valter, que ni siquiera es el número (h)uno, y si esas son las cosas más potentes en Belagua, pues... Imaginen.

Por delante... pues parece que llegan al sprint, porque va todo el tiempo Evenepoel, con su ritmazo de Evenepoel, con su cuerpo que no mueve un centímetro, con sus pintas de Gianni Bugno pequeño y malhostiao... va Evenepoel, digo, y siempre Bardet a rueda, y Bardet aguanta fácil, y van a llegar al sprint, dijimos, solo que no, que no llegan al sprint, que faltan cuatro y Romain se queda, porque Romain lleva un ratuco que no puede con la vida, y Romain baja ritmo, y se abren los metros como se te abren remembranzas al ver fotos antiguas, y va a ganar Remco, se lo merece, y va a ganar Remco. Con siete horas sobre los grandes de la general (que hoy han sido pequeños, en general).

(Llora en meta, porque ayer sufrió para perder y hoy sufrió para el triunfo. A Remco pareciera que le desbordan, demasiado, las emociones... lo cual es positivo y perjudica, depende de la jornada. Si sabe canalizar eso... victorias a mogollón. Como hasta ahora, ojo, repasen el palmarés del muchacho. Y que no todo son las Grandes, amigos. Aunque ya tenga una). Los buenos... pues ataca de la Cruz y nadie más, y se lo juegan todo al sprint, y en el sprint se impone Sean Kelly, con Benny van Brabant segundo, como aquella vez en Valdezcaray. Algo así. Un grupo enorme, una enorme decepción. Todo igual de abierto, si prefieren verlo con optimismo. Al menos nos queda Evenepoel.

Yo tengo un mapa de Francia donde no sale Larrau. Yo tengo un mapa de Francia, donde no sale Larrau, y tampoco Les Arcs, y Hautacam entra por los pelos, por lo de 1994. Tengo un mapa de Francia, donde del Albergue de Laugibar hasta Erroymendi sube solo una pista de tierra, y eso jamás se asfaltó, y no hay kilómetros infernales por entre hayas y pinos, y luego no llaneas, y tampoco coronas a 1579 metritos, el puerto más duro de los Pirineos. Pero en mi mapa no sale Larrau, igual que en los cómics de Asterix no saben dónde cae Alesia (Gergovia sí, Gergovia lo tenemos controladísimo).

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