La batería de una bicicleta eléctrica: por qué es tan importante y cómo cuidarla

Con el coronavirus es tiempo de pausa, pero también de valorar momentos de los que quizás no seamos tan conscientes cuando los disfrutamos. Como salir en bicicleta. Sin embargo, pueden aprovecharse ahora para planear, o cuidar lo que tenemos. De asesorarse si nos decantáramos por una de las incipientes 'ebike' eléctricas como revancha para estos días de encierro. Y si ya contamos con una, para saber cómo mantenerlas en días de forzoso parón. Porque llevan una batería en sus entrañas.

Elemento esencial de una 'ebike', determina fundamentalmente su autonomía. ¿Cuál es su función? ¿Qué y cómo elegir batería? ¿Qué factores que inciden en su calidad y rendimiento? Y si ya disponemos de una, ¿cómo cuidar la batería con la bicicleta parada por un largo período de tiempo?

Como el depósito de un coche

“Siempre hablamos del motor, pero si no hay un batería que transmite la energía el motor no se mueve. Un motor sin batería no es nada”, explica Juan Ochoa, asesor en la materia de El Confidencial, ciclista y profesional de la bicicleta desde hace treinta años, además de estudioso y entusiasta de su tecnología. “Esa potencia se mide en vatios/hora, una medida energética para conocer su capacidad”. ¿Qué influye entonces para que una bici llegue más lejos y 'tire' de la asistencia que permite el motor? “La calidad y el rendimiento, el tamaño y su capacidad son determinantes para tener mayor autonomía y un buen funcionamiento”.

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Vale. Primero, cuando el usuario ve esas cifras, 375 Kw, 550… ¿Qué indican? “Es la capacidad, como si fuera el depósito de gasolina de un coche. Cuando más grande, más capacidad. Pero esa cifra es un valor absoluto, también es importante la calidad del almacenamiento (tipo de celdas) y de la capacidad de gestión de la unidad BMS, que viene a ser el cerebro de la batería“. Por partes. Hablemos de la calidad de una batería. “Si hablamos del depósito, hablamos del número de celdas de la bateria, de su cantidad bruta. Porque hay diferentes rangos de calidad que influyen en la durabilidad y la capacidad para gestionar desde que están cargadas a tope hasta el mínimo de carga que pueden soportar. Podemos decir, generalizando mucho, que hay tres rangos de calidad dentro de las celdas, y en el mundo de la bici se suelen usar las calidades medias, que ya son suficientemente buenas para una bici. En el precio de una ‘ebike’ también es determinante esa calidad y puede marcar diferencias”.

Pero con la batería interactúa otra parte fundamental para gestionar su rendimiento. “Es la denominada unidad BMS, es la electrónica, o el cerebro de la batería. Es un elemento primordial que se comunica con el motor, el que informa de la capacidad que tiene la batería en un momento dado, que gestiona la demanda que exijamos en cada momento, y el que regula el paso de los electrones y preserva de posibles sobrecargas o excesos de temperatura. Es como si habláramos de los antiguos carburadores, sería la mariposa de ese carburador que permite más paso o menos de mezcla” pero de una forma más sofisticada. De modo que el funcionamiento de una batería depende de la calidad de sus celdas y de eses unidades BMS que la gestionan.

Calidad, no cantidad

Con los dos factores anteriores ya definidos, vayamos al rendimiento real de cada batería. Pero antes conviene recordar que las baterías actuales han ganado capacidad, tamaño y peso, lo que puede influir en que estén integradas en la bicicleta, o puedan desmontarse de ella para ser recargadas de forma independiente. Este sería otro factor a considerar según dónde y cómo se puede guardar la bicicleta en casa.

“En un coche también hablamos de capacidad bruta y capacidad disponible. Por ejemplo un Nissan Leaf decimos que tiene 40 KW de batería, pero realmente unos 37 son útiles. En el caso de la bici eléctrica se habla solo de la calidad bruta, la que publican las marcas, y suele estar inflada. Por eso, lo importante es saber lo bien gestionada que está la batería, la buena calidad de sus celdas y de su BMS, para sacarles el máximo partido sin perjudicarlas por descargas profundas que la dañen”. Aquí,cuidado por cegarse con las cifras. “Puede que una batería de 378 KW tenga un rendimiento superior al vatio/hora que otra de calidad inferior aunque anuncie 500 KW de capacidad. Por eso, es importante hablar de calidad y no tanto de cantidad. Incluso nosotros estamos haciendo un estudio con la Universidad Politécnica de Madrid para conocer las capacidades y remdimientos reales para obtener datos reales y contrastables. Las marcas y fabricantes de primera línea suelen utilizar baterías y motor acorde con la calidad de las bicis. Por ejemplo, a veces nos encontramos con bicis con problemas electrónicos y de placas electrónicas que fallan en la gestión de la batería. Hay que decantarse por marcas que apuestan por conjuntos de motor y batería reconocidos por su solvencia”, explica Juan Ochoa, con gran experiencia práctica en el mercado.

Cuándo amortizamos la batería

La evolución del rendimiento de una batería según su uso es otro tema a considerar: cuándo y cómo pierden capacidad. “Es importante dejar claro que la batería en un uso exhaustivo es un consumible más. Los fabricantes usan el concepto de ciclo de carga, que es pasar de cero a cien por recarga, quedando las recargas intermedias como parte de un ciclo. La media del sector ronda los 500 o 600 ciclos de carga, lo que traducido en kilómetros suponen unos 15.000 km o 20.000 km: si los hacemos, habremos amortizado la batería. Es una pérdida progresiva, no es que fallen de repente. La batería de una bici eléctrica puede necesitar un recambio, pero conviene apurar esos ciclos hay que hacer esos ciclos de recarga antes de cambiarla. El paso del tiempo también podría afectar más allá de los ciclos de carga, pero es cierto que ya hemos comprobado que hay marcas con un histórico contrastado de que duran mucho tiempo. Si somos capaces de hacer ese kilometraje con su batería original a una bici la habremos gastado a conciencia y habrá que sustituirla. El coste medio de una batería para 'ebike' ronda los 600-800 euros, aún es un componente caro”.

Cómo guardar la bicicleta estos días

Ochoa también ofrece consejos importantes ahora que las bicicletas están paradas y, en muchos casos, cargadas a pleno tras la última salida. “Todas las marcas recomiendan mantener la batería en torno a un 50% o un /60% de carga. Pero tres semanas o un mes con la bici parada no van a afectarlas. Sí hay que evitar que estén expuestas a golpes o altas temperaturas, máxime cuando su carga es mayor. Si están vacías, y sin apenas electrones en sus celdas, tenemos que intentar recargarlas cuanto antes hasta el 60%, sobre todo porque según qué motores puede existir un micro consumo eléctrico, y nuestra batería podría sufrir una descarga profunda y no vuelva a permitir cargarla con nuestro cargador. Mejor cargar hasta esas 2-3 rayas del indicador de la batería que los fabricantes recomiendan para su almacenaje”. ¿Más consejos? “Nada de conservarla en un congelador o por encima de 30º / 35º de forma prolongada, porque su longevidad puede quedar afectada. La temperatura ideal de conservación es la de casa, unos 20º, son perfectos. Cuidado con los trasteros y garajes sin climatizar, con alto porcentaje de humedad”. Ah, y un último consejo: “Nada de tocar las baterías en plan bricolaje. Se corren riesgos. Hay que seguir unos protocolos de descarga y desmontaje con seguridad que es mejor dejar a los profesionales si no queremos provocar un buen un incendio”.