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Todo lo que se juega Enric Mas en el Tour o cómo correr cuesta arriba (a lo Contador)
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"No me da ningún miedo"

Todo lo que se juega Enric Mas en el Tour o cómo correr cuesta arriba (a lo Contador)

Enric Mas afronta su primer Tour de Francia con el objetivo de quedar entre los diez primeros. Como su ídolo, tendrá que luchar contra todos prácticamente solo. Aspira al maillot blanco, como Bernal

Foto: Enric Mas, durante la pasada Vuelta a Suiza. (EFE)
Enric Mas, durante la pasada Vuelta a Suiza. (EFE)

Enric Mas llevaba mucho tiempo soñando con este momento: su debut en el Tour de Francia, la carrera por antonomasia del ciclismo mundial. A sus 24 años será el gran referente de su equipo, el Deceuninck - Quick Step para la general, y se muestra "tranquilo y motivadísimo". La ronda gala, que arranca esta misma mañana con una primera etapa llana de 195 kilómetros, se atisba más abierta que nunca tras la baja del cuatro veces campeón, Chris Froome, y la del neerlandés Tom Dumoulin, siempre favorito con su Sunweb.

Mas, la gran baza española junto a Mikel Landa, llega sin presión al ser 'rookie' y para aprender en el reto más grande que jamás se le haya presentado en su corta carrera profesional. Tras destacar en la pasada Vuelta a España, donde fue segundo y ganó la etapa reina de Andorra ofreciendo espectáculo del bueno, quiere mostrarse competitivo en la alta montaña ante las grandes figuras. Dejó de ser promesa para convertirse en realidad. Alberto Contador, su gran valedor, le señaló como su más inmediato sucesor y ahora, por fin, tendrá la oportunidad de empezar a demostrarlo. No entra en las apuestas, pero hay que tenerle en cuenta. Su ambición está fuera de toda duda y, como buen corredor, le gusta aprovechar la más mínima oportunidad para hincar el diente. "Hemos visto todas las etapas del Tour y sé que habrá siete puertos por encima de los 2.000 metros. No me da ningún miedo y tampoco me siento presionado por las expectativas creadas sobre mi. Tendré que ir guardando fuerzas, pues tampoco voy a hacer mil arrancadas", asegura a EFE.

Precisamente, la Vuelta debe ser su termómetro de evaluación. En la carrera de casa se le vio preparado para aguantar la rueda de los principales espadas. El dibujo del Tour cada vez se asemeja un poco más al que viene trazando Unipublic en los últimos años, con más cuestas y menos batalla contra el crono, por lo que el perfil de esta edición se le ajusta como anillo al dedo. Bien es cierto que los puertos franceses se caracterizan por un kilometraje mayor, pero esto no debería suponer un impedimento para un escalador contrastado como él. Lo que sí que juega en su contra, y esto es bien sabido por todos los aficionados, es su equipo.

placeholder Enric Mas, en el pasado Tour de Suiza. (EFE)
Enric Mas, en el pasado Tour de Suiza. (EFE)

Su estrategia en carrera

El curso pasado en la grande española se vio a un Mas muy aislado, sin apoyos en los momentos clave. Le faltó ese círculo de seguridad y protección que sí tienen otros oponentes como el Team Ineos, Astana o Movistar, conjunto que lleva mucho tiempo tras su fichaje. Los belgas del Deceuninck son los mejores en clásicas y monumentos, eso es irreprochable, pero no están preparados para luchar por vueltas de tres semanas, su principal flaqueza. Mas contará con la compañía de Dries Devenyns y Kasper Asgreen en las cumbres, poco consuelo, más si tenemos en cuenta la baja de Bob Jungels. Alaphilippe, que perseguirá triunfos de etapa, también podrá echarle un cable algunos días si la situación lo requiere, pero no será su labor. El resto del bloque que formará Patrick Lefévere, manager de la escuadra, tendrá como misión potenciar a Viviani en las volatas.

Ante esta tesitura, Mas tendrá que hacer frente a la carrera en soledad. En España él se hizo el guiso y él se comió el resultado, pero el Tour es diferente. Todos los capos y sus lugartenientes se preparan durante meses para llegar en plenitud física. En la Vuelta una victoria es un regalo, un caramelo muy goloso, en el Tour es una obligación por imagen y publicidad. Mas tendrá que remar a contracorriente o bien buscar alianzas en carrera, que ya se sabe que son más difíciles de negociar cuanto más arriba se está en la clasificación. "Los rivales lo tendrán que acercar", dijo Lefévere hace unos meses.

Las opciones al maillot blanco

Sea como fuere, todas estas circunstancias en contra no hacen sino abrir una puerta enorme para que el joven Mas demuestre su madurez, solidez e inteligencia. Ya se sabe: de los problemas se pueden extraer oportunidades. Enric va a acaparar gran parte de las miradas del público español, pero tiene mucho que ganar y poco perder. Sin una estructura férrea, nadie le podrá reprochar nada en caso de no conseguir el objetivo final, que pasa por ser un top 10: "Ese es mi objetivo, pero será difícil porque compite gente muy buena, no será nada fácil". El maillot blanco es otra aspiración, pero ante el nivel de Egan Bernal, el colombiano del Ineos que fantasea con vestirse de amarillo en los Campos Elíseos por primera vez en la historia para su país, parece inalcanzable.

Mas llega a Francia sin haber logrado una sola victoria en lo que llevamos de calendario (a estas alturas del año pasado sumaba dos). Además, se ha visto siempre superado en los premios a mejor joven por otros corredores (Catalunya, Pais Vasco y Tour de Suiza). Se esperaba un paso adelante tras su gran final de temporada pasada, pero sus resultados, pese a ser aceptables, no destacan especialmente. Su segundo puesto en la séptima etapa de la Volta, lo más cerca que ha estado de celebrar.

Su preparación, con dos concentraciones en altura (Colombia y Sierra Nevada), y más carga para coger fondo, ha sido cuidadosamente gestionada por su equipo y Toni Colom, su entrenador personal y también exciclista. Arranca el Tour con 29 días de competición en sus piernas, por lo que está fresco. "Desde el inicio de la temporada todo está enfocado al Tour. Llego bastante bien de forma", indicó. La batalla empieza ya y Movistar, claro, estará pendiente, pues su contrato expira este diciembre.

Enric Mas llevaba mucho tiempo soñando con este momento: su debut en el Tour de Francia, la carrera por antonomasia del ciclismo mundial. A sus 24 años será el gran referente de su equipo, el Deceuninck - Quick Step para la general, y se muestra "tranquilo y motivadísimo". La ronda gala, que arranca esta misma mañana con una primera etapa llana de 195 kilómetros, se atisba más abierta que nunca tras la baja del cuatro veces campeón, Chris Froome, y la del neerlandés Tom Dumoulin, siempre favorito con su Sunweb.

Enric Mas
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