Shinova, el diamante en bruto del 'rock' español: "Hay una energía especial con este disco"

"Que los mejores momentos sean los que están por llegar", cantaba en plena pandemia el grupo vizcaíno Shinova en Ídolos. Cuatro años después, el quinteto formado por Gabriel de la Rosa, Erlantz Prieto, Ander Cabello, Dani del Valle, y Joshua Froufe acaba de lanzar su cuarto disco de estudio, El Presente, que alcanzó el número 1 en las listas de ventas en España en su primera semana de publicación. Ya lo vienen avisando en sus nuevas letras: "El tiempo que esperábamos es ahora".

Según confiesa la banda en una entrevista con El Confidencial, "hay una energía especial con este disco", resultado de un proceso de años de trabajo, de muchas "idas y venidas" en la producción y en la composición, y de una ardua selección de los temas (de las 67 canciones iniciales, se han quedado con solo 12) que conforman El Presente, un concepto materializado con la imagen de un diamante dorado y que encierra un doble sentido.

Por una parte, "es una manera de decir que el tiempo es oro y que el presente es muy valioso", explica el bajista de la banda, Ander Cabello; y, al mismo tiempo, lo perciben como "un regalo" para sí mismos y para su público fiel, que lleva acompañándoles más de una década y ya ha conseguido el sold out en gran parte de las fechas de la gira que comenzó en Montevideo (Uruguay) y los llevará hasta el próximo mes de noviembre por las ciudades y festivales de España y Latinoamérica. "Va a ser algo para vivirlo y disfrutarlo, tanto para nosotros como para el público", añade.

De oro es también el disco que recientemente ha conseguido su canción La sonrisa intacta, que ya roza los 13 millones de reproducciones en Spotify. "Es una canción especial, que la gente ha hecho suya y que están esperándola. Lo bonito es ver la reacción de la gente cuando empiezan las primeras notas", afirma el vocalista, Gabriel de la Rosa, que recuerda que, cuando se lanzó el single, no fue un "pelotazo", pero que a los meses comenzó a crecer de manera natural hasta convertirse en uno de los temas más importantes de su repertorio.

"Gracias por tanto", dijo el propio De La Rosa (parafraseando su Te debo una canción) el pasado 27 de febrero sobre el escenario de la Sala Copérnico de Madrid, donde presentaron al público las canciones de su nuevo álbum. "Estábamos nerviosos por ver cómo recibía la gente por primera vez las canciones, y nos llevamos una sorpresa porque la gente estaba muy receptiva y la sensación que tenemos es que les gustó", confiesa el benjamín de Shinova, Erlantz Prieto, que forma parte de la banda desde sus 17 años.

Y es que, desde su conformación, Shinova no solo ha crecido en lo musical, sino también en lo personal. Hay quienes los encasillan como indies, pero ellos, aunque prefieren desprenderse de las etiquetas, se identifican, ante todo, como una banda de rock. Nacidos en Vizcaya, e influenciados por la escena musical vasca desde su adolescencia, Gabriel y Ander dieron sus primeros pasos musicales en el heavy metal. Desde entonces, tratan de reinventarse a cada paso, pero sin dejar atrás su esencia. "En estilos que parece que están un tanto alejados del nuestro, hay elementos que son perfectamente válidos para incluir en nuestra música y seguir enriqueciéndola", asegura De la Rosa.

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Según explica Prieto, cuando comenzaron a idear El Presente tenían claro que querían "que se viese un cambio" respecto a su anterior álbum, e incidir en la composición hasta el punto de descartar temas que fuesen "similares" a otros que habían hecho con anterioridad. Algunos como Berlín, una de las joyas del disco, suscitaron dudas en su inicio y estuvieron a punto de no pasar la criba, de no haber sido por su productor, Manuel Colmenero, que tenía fe ciega en ella y consiguió darle una "vuelta de tuerca".

"Fue una de las primeras ideas que salió para el disco y una de las últimas en completarse", explica Prieto. Tras muchas versiones que no acababan de "cuajar", De la Rosa eliminó por completo la letra a un mes de producirla, y realizaron cambios en la estructura del tema para conseguir que tuviese "un desarrollo que lo elevase a un punto todavía más álgido". ¿El resultado? Un nuevo himno del grupo que la gente ya corea (y coreará) a pleno pulmón en sus conciertos.

Y no es el único que encierra este álbum, que también cuenta con las pegadizas Alas, Lobos, o Antes de que todo acabe, e incluso se permite momentos más introspectivos, como los que aportan Los días que vendrán, o la pasional No cambiaría nada. Mención especial merece también Gato Azul, esta última con un corte más popero y de radiofórmula clásica que cuenta con la voz tan característica de Iván Ferreiro, en la que supone la única colaboración del disco.

"Va a ser algo para vivirlo y disfrutarlo, tanto para nosotros como para el público"

En un mercado musical cada vez más saturado, donde las canciones tienden a reducir su duración y están a merced de los trends de TikTok y de sus algoritmos, Shinova ha sabido encontrar (y se ha ganado a pulso) su hueco en la industria y cree haber dado con el cable exacto para conectar con el público "en la parte más emocional".

Quizás es "culpa" de su música, sus letras, o la calidad de su directo. O de todo a la vez. Y es que El Presente de Shinova se augura brillante, pero su futuro todavía más, porque siempre deberán una canción a aquellos que les sigan escuchando.