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¿Cuántos niños masacrados son una "respuesta proporcional"?
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Juan Soto Ivars

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¿Cuántos niños masacrados son una "respuesta proporcional"?

No sé nada de derecho internacional, pero pienso en la ética, en mi ética. Israel no puede dar una respuesta proporcional al horror sufrido porque eso sería horrible

Foto: Un hombre palestino sostiene el cuerpo de una niña herida tras los ataques israelíes en el sur de Gaza. (Reuters/Yasser Qudih)
Un hombre palestino sostiene el cuerpo de una niña herida tras los ataques israelíes en el sur de Gaza. (Reuters/Yasser Qudih)
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Estos días se repite desde Europa algo completamente absurdo: Israel puede contestar a Hamás, pero de "forma proporcional". ¿Qué diablos es una respuesta proporcional cuando han entrado en tu país a masacrar todo lo que pillaban? ¿Buscar un festival de música en Gaza y matar y violar al mismo número de personas que Hamás mató y violó sin previo aviso en Israel? ¿Entrar en granjas gazatíes y dibujar allí el mismo reguero de sangre y ceniza que dejó Hamás en los kibutz?

Respuesta proporcional, oigo decir también a la OTAN, cuyos responsables no saben ya ni poner cara de circunstancias. Esta debe ser la forma burocrática y civilizada de llamar a la ley del Talión: ojo por ojo, diente por diente.

Foto: Los gazatíes escapan de la ciudad de Gaza después del ultimátum de Israel. (EFE/Mohammed Saber)

No sé nada de derecho internacional, pero pienso en la ética, en mi ética. Israel no puede dar una respuesta proporcional al horror sufrido porque eso sería horrible. En todo caso tendrá derecho a borrar a Hamás del mapa para siempre, a destruir a ese enemigo mortal que penetra en su país y mata a todo el que pilla, porque considera que los judíos son seres inferiores, infieles y decadentes.

Es decir: una respuesta justa de Israel contra un grupo que quiere su desaparición es hacerlo desaparecer. Y, dado que hacer desaparecer a Hamás implica cortar de raíz sus formas de financiación, entonces Israel podría bombardear todo yacimiento petrolífero en Irán o Qatar, que los financia, e inaugurar un otoño de Tercera Guerra Mundial que nos borrase a todos del mapa.

En fin. Quizás tenemos que asumir otra cosa mientras Occidente trata de lograr la fórmula alquímica perfecta de la "respuesta proporcional", que pasa por convertir a los niños masacrados de los kibutz y a los de Gaza en una aleación parecida al oro, que sirva como moneda de intercambio. Quizás tenemos que asumir que el horror se ha desatado por completo en la región y todo va a ser lamentable.

¿A partir de cuántos bebés asesinados templas el entusiasmo tuitero de tu apoyo al derecho de existir de Palestina?

Veo en los dos lados de esta guerra a gente muy segura de sí misma, aquí, en España. ¿A partir de cuántos bebés asesinados templas el entusiasmo tuitero de tu apoyo al derecho de existir de Palestina? ¿A partir de cuántos humanos de todas las edades enterrados en escombros templas el entusiasmo de tu apoyo tuitero al derecho de Israel a responder? No son preguntas retóricas. Yo mismo me las hago.

Las guerras son así, me dirán. ¿O es que en aquel Berlín esvástico que invadieron los soviéticos durante la primavera de 1945 a sangre y fuego no había niños? ¿Cuántos niños hambrientos, harapientos o despanzurrados son válidos para derrotar a Hitler? ¿O es que Hitler no metía a los niños judíos en campos de concentración y cámaras de gas? Volvemos al nudo: el niño es una moneda sin tasa.

Es insensato este cálculo de niños asesinados. Ninguna diferencia encuentro yo entre el niño gazatí asesinado por un misil israelí que busca terroristas en el mismo edificio donde duerme y el niño israelí masacrado por terroristas que creen en Dios. Ninguna diferencia encuentran los bebés entre Israel y Palestina. Tampoco entendían de dioses los corderos sacrificados en los rituales de Roma.

Foto: El primer ministro israelí. (Reuters/Abir Sultan) Opinión
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La gente con hijos y, por extensión, la gente que sabe lo que es un niño, supongo que estará como yo. Ninguna razón histórica puede convencerme de que un niño reventado en su cama es un daño asumible. Soy un hombre blando forjado en un largo tiempo de paz y no entiendo la guerra ni su justicia. En Gaza hay una tasa de natalidad tremenda, por lo que Gaza es un nido de terroristas y niños. Es decir: Gaza es inexpugnable sin masacrar los derechos humanos y la compasión.

Dicho de otra forma, es imposible que Israel dé una respuesta justa a Hamás sin cometer crímenes de guerra execrables por el camino, puesto que Hamás se escuda en su población civil, y rentabiliza su muerte. Curioso, por cierto, que se haya puesto en duda hasta la náusea el número de bebés asesinados en el kibutz mientras las cifras de muertos que ofrece Hamás van a los titulares.

La desinformación es total y va camino de convertirse en absoluta. Creo que sé por qué, y lo he dicho antes: la moneda que manoseamos no tiene tasa.

Foto: Combatientes de las Brigadas Ezzedin al-Qassam, el brazo militar de Hamás. (EFE/Mohammed Saber)

Constantemente busco razones, argumentos y réplicas a mí mismo, o más bien me tropiezo con ellas. Por mucho que Hamás quiera que su propia población civil sea inmolada en el altar del sacrificio religioso, finalmente es Israel el que mata a palestinos indiscriminadamente. Se cometen con justificaciones democráticas o de represalia auténticos crímenes de guerra. Es como si España, para acabar con ETA en los años de plomo, el gobierno no solo hubiera legalizado los GAL, sino que les hubiera dado rango militar y permiso para invadir Bilbao.

El otro día, un amigo y yo le dimos a nuestra amistad una andanada de golpes. Él es un columnista tan propalestino que considera que Israel no debería existir, y yo he estado en Israel las veces suficientes como para considerar que esta opinión es un simple disparate. En el nudo gordiano de lo que está, lo que debería haber estado y lo que podría llegar a pasar nos enredamos.

Tras intercambios de mensajes como misiles hace días, nos llamamos al fin por teléfono y firmamos la paz. Me habla de su visión del conflicto histórico y yo le corto, le digo que no hablemos de esto ahora porque no lleva a ninguna parte, y le confieso que yo estoy fatal, y os lo confieso a vosotros. Entre la geopolítica y el vómito.

Estos días se repite desde Europa algo completamente absurdo: Israel puede contestar a Hamás, pero de "forma proporcional". ¿Qué diablos es una respuesta proporcional cuando han entrado en tu país a masacrar todo lo que pillaban? ¿Buscar un festival de música en Gaza y matar y violar al mismo número de personas que Hamás mató y violó sin previo aviso en Israel? ¿Entrar en granjas gazatíes y dibujar allí el mismo reguero de sangre y ceniza que dejó Hamás en los kibutz?

Conflicto árabe-israelí
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