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¿Cómo se hicieron las vasijas del faraón Zoser? Un misterio que dura casi 5.000 años
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¿Cómo se hicieron las vasijas del faraón Zoser? Un misterio que dura casi 5.000 años

El mandatario se hizo enterrar en una pirámide escalonada con 40.000 jarrones, algunos elaborados con minerales muy duros. Los expertos aún no se explican cómo se realizaron

Foto: Uno de los jarrones del faraón Zoser. (Getty/DeAgostini)
Uno de los jarrones del faraón Zoser. (Getty/DeAgostini)

La pirámide escalonada de Zoser custodia desde hace casi 5.000 años un secreto. Un misterio que a día de hoy sigue siendo un absoluto enigma.

Empecemos por el principio. Situada en la necrópolis de Saqqara, al sur de Menfis, en la que fuera la capital del imperio del Antiguo Egipto, la de Zoser está considerada la primera pirámide monumental de la Historia. Fue levantada alrededor del año 2.650 a.c. por el gran arquitecto Imhotep para albergar la tumba del faraón Zoser. Con sus 60 metros de altura se erigió como la construcción más grandiosa de la época, hubo que esperar casi cien años para que fuera superada por las grandes pirámides de Gizeh.

placeholder Un egipcio pasa caminando por delante de la pirámide escalonada de Zoser.  EFE / MOHAMED HOSSAM
Un egipcio pasa caminando por delante de la pirámide escalonada de Zoser. EFE / MOHAMED HOSSAM

La estructura funeraria fue cuidadosamente diseñada y consta de un intrincado sistema de galerías, corredores y almacenes subterráneos que se extienden a lo largo de varios kilómetros. Fue precisamente en una de esas galerías donde en 1926, a unos 33 metros de profundidad, una expedición encabezada por el arqueólogo francés Jean Philippe Lauer descubrió un insólito tesoro: una colección de unos 40.000 jarrones y vasijas. Las piezas, de gran belleza y refinamiento, fueron reunidas por el faraón Zoser, aunque algunas de las vasijas eran anteriores a su reinado.

Parece ser que Zoser guardó esos tesoros del pasado para evitar que fueran dañados o destruidos. Estos jarrones tienen de hecho inscripciones que muestran que pertenecieron a reyes anteriores y Zoser no borró esos nombres, lo que se toma como prueba de que deseaba protegerlos de los estragos del tiempo.

placeholder Estatua del faraón Zoser en el Museo de El Cairo.  REUTERS / Amr Abdallah Dalsh
Estatua del faraón Zoser en el Museo de El Cairo. REUTERS / Amr Abdallah Dalsh

Buena parte de los jarrones y vasijas atesorados por el faraón Zoser están hechos de materiales muy duros como son el alabastro, el granito, la caliza, el granito rojo o el cuarzo. Pero incluso hay vasijas realizadas en diorita, un mineral de gran dureza. Para que se haga un idea: en la escala Mohs -que mide la dureza de los minerales y donde el diamante tiene el valor 10, al ser el más duro y el único capaz de rayar a todos los demás- la diorita ocupa la posición 6-7, mientras que el acero se encuentra en el puesto 4-4,5.

La dureza no debe de confundirse con la resistencia. Si se golpea con un martillo un jarrón de diorita, es muy probable que se rompa en pedazos, porque ese material no es especialmente resistente. La dureza elevada de la diorita lo que hace es que sea prácticamente imposible trabajar ese material y darle forma, y menos aún una forma exquisita como la que tienen muchos de los jarrones del faraón Zoser.

placeholder La cámara funeraria y el sarcófago del faraón Zoser, vistos desde arriba. REUTERS / Mohamed Abd El Ghany
La cámara funeraria y el sarcófago del faraón Zoser, vistos desde arriba. REUTERS / Mohamed Abd El Ghany

Los expertos aseguran que la única manera de conseguir realizar jarrones a partir de un material tan duro como la diorita es utilizando un instrumento con la punta de cuarzo o diamante. Pero los antiguos egipcios de hace más de cuatro milenios no contaban con ese tipo de herramientas, en aquella época aún se conocía en Egipto la rueda (no llegaría hasta que en el años 1.600 a.C los invasores hicsos introdujeron el carro). ¿Cómo demonios consiguieron entonces hacer esos bellísimos jarrones y vasijas? Porque, esa es otra, se trata de piezas guardan una simetría total y cuyas superficies son perfectamente circulares.

Para hacer aún más complicado el misterio, resulta además que buena parte de los jarrones cuentan con cuellos estrechos y alargados por los que resulta imposible introducir una mano. Eso complica aún más las cosas y hace todavía más difícil de explicar cómo se logró vaciar el interior de esas piezas. Aún suponiendo que, en un ejercicio de paciencia inconmensurable los artesanos egipcios hubieran empleado polvo de cuarzo para dar forma a los jarrones, ¿cómo lograron crear la cavidad interna de los mismos? Tendrían que haber utilizado alguna sofisticada herramienta que se desplegara quizás a medida que se iba avanzando por el interior de la vasija.

Algunos de los jarrones del faraón Zoser se encuentran en la actualidad en importantes museos como el Louvre, el Museo Británico y el Museo Petrie. Pero el misterio de cómo se hicieron esas preciosas piezas se mantiene hasta nuestros días.

La pirámide escalonada de Zoser custodia desde hace casi 5.000 años un secreto. Un misterio que a día de hoy sigue siendo un absoluto enigma.

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