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Este periódico es una ruina: "Robábamos los teletipos a EFE y el papel al 'Avui"
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'El viejo periodista'

Este periódico es una ruina: "Robábamos los teletipos a EFE y el papel al 'Avui"

José Luis Córdoba cuenta en un libro la historia del 'ABB', rotativo sensacionalista barcelonés que duró 10 días en la calle en 1986, y en el que picaron piedra periodistas como Josep Pedrerol y Jesús Mariñas

Foto: Portada del periódico 'ABB'. (EC Diseño)
Portada del periódico 'ABB'. (EC Diseño)

Ley de hierro cuando lanzas un periódico al mercado: empezar con un tema fuerte en portada. Ahí va: Felipe González tiene un 'affaire' con Merry Martínez-Bordiú. El Felipe González presidente de 1986. La Merry Martínez-Bordiú nieta del generalísimo. ¿Qué tal? Vale, el tema probablemente no era cierto, sino una provocación soltada por Jimmy Giménez-Arnáu (ex de Merry) durante una entrevista, pero ¿quién dijo miedo?

En efecto, si hay un periódico en España que no conoció ni el miedo ni la vergüenza fue el ‘ABB’, cuya peripecia interna supera en estrépito cualquier tema que publicara: solo duró 10 días en la calle en febrero de 1986 (del 19 al 28 de ese mes), el rotativo más breve no ya de España, sino quizá de la Europa occidental. Un periódico sensacionalista, volcado en los deportes, los chismorreos y el 'show business', por el que pasaron plumillas tan populares como Jesús Mariñas, Siro López y Josep Pedrerol. ¿Qué pasó?

Foto: Ramón Pérez-Maura. (Ana Beltrán)
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Carlos Prieto Fotografías: Ana Beltrán

El periodista José Luis Córdoba (Barcelona, 1956), antiguo jefe de Deportes del ‘ABB’, acaba de publicar una novela (basada en hechos reales) sobre las peripecias del rotativo: ‘El viejo periodista’. Hablamos con él.

PREGUNTA. ¿Por qué duró tan poco el ‘ABB’? ¿No había modelo de negocio?

RESPUESTA. Vamos a ver, no es que no hubiera modelo de negocio, es que no había un duro.

P. ¿Nada de nada?

R. Absolutamente nada. El periódico lo montó un fotógrafo de la época: Albert Baleyto Balcells [siglas de ABB]. Era un tipo majo, pero peculiar, que vivía en estado mental: 10 pisos por encima del resto. Listo, pero sin dinero, o con el dinero que conseguía sablear a sus amigos.

P. ¿Sabían ustedes dónde se metían?

R. Sí, porque acordamos que si no se cobraba la primera nómina, lo dejábamos, como así fue. Lo que pasa es que no había mucho que perder: esos años cerraron 11 de los 15 periódicos de Barcelona, como el ‘Correo Catalán’, el ‘Dicen’, el ‘Noticiero Universal’, había una reconversión industrial parecida a la de los últimos años con internet, el salto de la linotipia al 'offset', y Albert Baleyto fue recogiendo periodistas en paro de esos medios.

placeholder 'ABB', un periódico sin freno.
'ABB', un periódico sin freno.

P. ¿Cómo se hace un periódico sin dinero?

R. Un poco a lo loco. Entre que se tuvo la idea de sacar el periódico y sacar el periódico, pasaron exactamente 15 días…

P. Siga…

R. Como dinero no había, se suplía con tejemanejes. Por ejemplo: el papel para sacarlo se robó al diario ‘Avui’.

P. ¿Se robó?

R. Imprimíamos en la misma imprenta, los talleres del cerrado ‘Diario de Barcelona’, y Albert Baleyto se las apañó para que los de los talleres le dejaran usar el papel del ‘Avui’. Era capaz de vender hielo a los esquimales. No teníamos ni ordenadores ni teletipo.

P. ¿No tenían teletipo?

R. No, pero lo robábamos de la agencia EFE y nos traíamos el rollo a la redacción en una Vespino.

Foto: Roberto Gómez, de comida con Carlos Herrera. (Twitter)

P. Vaya...

R. En serio, bueno, nada de lo que pasaba allí era serio, pero era divertido, una travesura.

P. ¿Lo pasaban bien en la redacción?

R. Algunos jefes veteranos sentían vergüenza por trabajar ahí, no firmaban los artículos, pero tampoco creo que hubiera que avergonzarse. Para los más jóvenes, como Pedrerol, que había sido becario mío en el ‘Dicen’, era como un juego. Pero muchos jefes pensaban que estábamos haciendo el cretino.

La novela

‘El viejo periodista’ es una novela que se lee como unas memorias periodísticas sobre cómo un periódico disparatado se fue a pique. Más allá de las licencias para animar la trama, el interés está en su capacidad para retratar excesos clásicos de la profesión.

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Sobre el editor viniéndose arriba y vendiendo el nuevo periódico a los redactores como si fuera el ‘New York Times’ (en lugar de una chapuza que iba a descarrilar en 10 días): “¡Se van a cagar todos cuando vean lo que vamos a hacer! Vamos a revolucionar el mundo de la prensa. Tíos, sois la hostia y ahora ha llegado el momento de hacer algo grande, un diario como el ‘Bild’, el que más noticias levanta y el que más vende en Alemania. Lo tenemos todos y vosotros tenéis una oportunidad única para demostrar lo que valéis, sin ataduras de ninguna clase, sin directores carcas que aguantar, con total libertad para demostrar que no hay lectores perezosos, sino periodistas torpones que no saben expresar lo que el público está buscando”.

Sobre el editor disfrazado de rey de los tabloides: “No hay ningún especialista en política porque a la gente le importa un pimiento la política. Hablaremos de política si hay líos de faldas, sexo o escándalos económicos. Nuestro diario, como el ‘Bild’, se basará en tres columnas fundamentales: deportes, espectáculos y sucesos. Lo demás son chorradas”.

Sobre la selección de la noticia para abrir el primer número del rotativo: “Mariñas sugirió dos temas que eran lo más comentado en el faranduleo de la noche madrileña… Las propuestas eran: 1) El Rey tenía cáncer y había sido operado… De hecho, el desmentido el día anterior del urólogo Gil-Vernet sobre la buena salud de Juan Carlos de Borbón no hacía más que confirmar la enfermedad. 2) Una auténtica 'boutade' de la prensa rosa, que insinuaba que Felipe González estaba liado con la nieta de Franco... Todos quedamos pasmados ante las dos noticias y consensuamos que, posiblemente, la del cáncer del Rey era cierta y la de Felipe González tenía pocos visos de credibilidad. Sin embargo, estábamos de acuerdo en que tocar la monarquía implicaría el cierre del periódico tras el primer número, mientras la joven democracia española sería más indulgente con la frivolidad que afectaba al presidente del Gobierno, más preocupado por ganar el referéndum de la OTAN que por lo escrito en un pequeño periódico barcelonés. Así que optamos por este tema como el principal de la portada”.

Foto: Redacción de 'La Voz de la Calle'. (Archivo Víctor Claudín)

Sobre el criterio laxo de la prensa amarilla a la hora de valorar la veracidad de una información (en palabras del editor): “El diario será sensacionalista, pero basado en hechos reales o por lo menos creíbles”... “Esto es el ‘ABB’ y lo que cuentas es posible, aunque no sea totalmente real. Esto es lo que nos diferencia de los demás diarios: imaginación. ¿Quién dice qué es verdad y qué es mentira?”.

Sobre por qué los tabloides cuentan cosas que nadie se atreve a contar y a veces son ciertas: “Cuatro jugadores del Real Madrid hacían la alineación del equipo. El entrenador Luis Molowny se limitaba a ordenar aquello que habían decidido Juanito, Gallego, Miguel Ángel y Camacho, aunque ello fuera en perjuicio del lucimiento del jugador estrella y máximo goleador de la Liga: Hugo Sánchez. La noticia, conocida y muy comentada en las redacciones de la prensa deportiva, era silenciada por ser políticamente incorrecta y no contar con la confirmación de ningún jugador de la plantilla. En ese terreno especulativo es donde se movía el sensacionalismo del ‘ABB’, un diario carente de rigor y poco creíble, aunque lo que contara era verdad”.

Sobre un joven y discreto periodista que trabajaba en el ‘ABB’ y ahora es el rey del canalleo deportivo en España: “Otro de los redactores que destacaban, a pesar de ser muy serio y parco en palabras, era Josep Pedrerol. Dominaba los deportes minoritarios, como el waterpolo y el rugby, y sabía moverse en las federaciones y entre los políticos del deporte, por lo que esperaba de él que supiera levantar algún que otro escándalo mientras duraba el periódico”. Según recuerda ahora Córdoba, en 1986, a Pedrerol “no le interesaba el fútbol” y “todavía era del Barcelona”. Ahí queda eso.

Ley de hierro cuando lanzas un periódico al mercado: empezar con un tema fuerte en portada. Ahí va: Felipe González tiene un 'affaire' con Merry Martínez-Bordiú. El Felipe González presidente de 1986. La Merry Martínez-Bordiú nieta del generalísimo. ¿Qué tal? Vale, el tema probablemente no era cierto, sino una provocación soltada por Jimmy Giménez-Arnáu (ex de Merry) durante una entrevista, pero ¿quién dijo miedo?

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