¿Por qué se esforzaron tanto en construir Stonehenge?
Hace 3.000 años, los hombres de la denominada Edad de Piedra transportaban inmensas piedras a través de 25 kilómetros para construir el círculo más misterioso de la historia: Stonehenge. ¿Por qué?
Es una enorme proeza si tenemos en cuenta la dificultad que podría acarrear hace casi 3.000 años transportar estas enormes losas. No fueron movidas por arte de magia por Merlín, como cuenta la leyenda, si no que fueron empujadas por hombres sin apenas herramientas. Además, este extraño círculo se diferencia mucho de otros hallados cerca de él o descubiertos en regiones tan remotas como Alemania o Portugal.
Según comenta LiveScience, normalmente estos 'henges' o círculos (según los bautizó el arqueólogo británico Thomas Kendrick en 1932) rodean una zanja interior. Sin embargo, Stonehenge es al revés: el monumento está dentro de la zanja. Y no es la única diferencia.
La mayoría de estos círculos estaban realizados de madera. Obviamente pocos han sobrevivido, pero en el siglo XX empezaron a descubrir su existencia gracias a la aviación: "Después de la Primera Guerra Mundial, cuando la gente empezó a volar sobre el país, empezaron a ver dónde habían estado estas construcciones porque dejaban rastros en el suelo con sus montículos. La gente no se había dado cuenta hasta que tuvieron una vista de pájaro", ha asegurado Rosemary Hill, la historiadora autora del reciente estudio.
En Stonehenge no se come
Este tipo de construcción era frecuente en Inglaterra, pero también se han encontrado en Irlanda, en la región de la Bretaña francesa e incluso cerca de Berlín o en Portugal. Se cree que podría haber muchos más aún sin descubrir.
"Stonehenge es un misterio, ya seas un Druida o un antropólogo o un 'new age"
Hay innumerables teorías para estos círculos y, sobre todo, para Stonehenge: se ha hablado de que fueran lugares sagrados de caza, lugares de reunión, calendarios astronómicos, estructuras para la amplificación del sonido, cementerios, sanatorios o incluso lugares para organizar una especie de barbacoa de la época. Por ejemplo, en el 'henge' de Durrington Walls, a tan solo 3,2 kilómetros de Stonehenge, se han descubierto restos que indican que la gente acudía allí para darse un buen festín. Sin embargo, en el misterioso monumento de piedra no parece que se comiera.
En Stonehenge se han encontrado restos humanos, "por lo que es una fuerte evidencia de que fue un lugar de enterramiento y está orientado a la puesta de sol durante el solsticio de invierno", ha asegurado Hill. "Así que creo que se puede decir que tiene que ver con los muertos y los solsticios. No es irrazonable pensar en ello como un sitio ritual y no hay evidencia de que la gente coma o viva allí".
Es una enorme proeza si tenemos en cuenta la dificultad que podría acarrear hace casi 3.000 años transportar estas enormes losas. No fueron movidas por arte de magia por Merlín, como cuenta la leyenda, si no que fueron empujadas por hombres sin apenas herramientas. Además, este extraño círculo se diferencia mucho de otros hallados cerca de él o descubiertos en regiones tan remotas como Alemania o Portugal.