Así se gestó la entrevista de Jordi Évole a Nicolás Maduro

Todo empezó con un WhatsApp. Juan Luis de Paolis, director de 'Salvados', puso un mensaje a Màrius Sánchez, jefe de redacción del programa, en el que le propuso contactar con Nicolás Maduro para entrevistarle. Era el miércoles 23 de enero y Juan Guaidó, líder opositor venezolano, acaba de autoproclamarse presidente de Venezuela y ya contaba con el respaldo de Estados Unidos y el Gobierno de Donald Trump.

"Yo gestioné la primera entrevista que le hizo 'Salvados' en 2017", explica Sánchez a El Confidencial. Esa fue la primera aparición del dirigente venezolano en el programa de La Sexta y su por entonces ministro de Información Ernesto Villegas, enlace de Sánchez, fue relevado poco después. Esa misma noche, cuando todos los informativos abrieron sus ediciones con la nueva crisis política de Venezuela, Sánchez contactó con el exministro y otras personas de su entorno para tantear la posibilidad de una entrevista que ha levantado tanto aplausos como críticas.

Tras intercambiar varios mensajes por WhatsaApp, Sánchez y el exministro hablaron por teléfono al día siguiente. "Y aquí comienza el tira y afloja con ellos", explica. La posibilidad de hacer la entrevista era real, aunque no estaba garantizada.

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A las puertas del fin de semana, los jefes de la productora comentaron al resto del equipo los planes y la maquinaria se puso en marcha: visados, guión, documentación... "Sabíamos que todo podía quedar en nada", añade Sánchez, ya que todavía no tenían luz verde. Durante esos dos días, el área de documentación trabajó a contrarreloj para tener todo listo lo antes posible, si bien Sánchez apunta a que el guión fue una "construcción colectiva" de todo el equipo. Ese domingo, Jordi Évole tuiteó la vuelta de 'Salvados' el 3 de febrero con un vídeo promocional de un cara a cara entre Irene Montero e Inés Arrimadas.

A siete días del estreno de la nueva temporada, 'Salvados' siguió anunciando su vuelta a la parrilla con Montero y Arrimadas mientras trabajaba de forma paralela en la entrevista a Maduro. El 31 de enero Évole desveló en 'Al Rojo Vivo' que se desplazaba a Venezuela y al día siguiente, a 48 horas de la emisión, 'Salvados' confirmó la entrevista con el líder chavista. "Nunca tuvimos el sí definitivo más alla de muchos síes pequeñitos", señala Sánchez.

En total, fueron ocho personas las que se desplazaron a Caracas para entrevistar a Maduro. Ambas partes acordaron que la entrevista se haría el viernes 1 a primera hora de la tarde y que por la mañana ellos podrían preparar el 'set'. Y aquí llega el primer rifirrafe tras su entrada en el Palacio de Miraflores, porque al llegar se encontraron con todo el escenario montado. "Fue un chasco", apunta Sánchez. "Tuvimos un tira y afloja con protocolo y finalmente el ministro logró flexibilizar" las condiciones. Por ejemplo, una de las quejas que esgrimió el equipo de Maduro es que en la primera entrevista había muy poca luz.

Al final, la entrevista se adelantó a las 12 del mediodía y la duración, de algo más de una hora, también provocó un conato de queja por parte de los venezolanos. A partir de ahí, el equipo comenzó una carrera contra el tiempo para repasar todo el material, editarlo y tenerlo listo para su emisión, especialmente la introducción, que suele llevar más tiempo que el programa en sí. Para enviar el contenido a España, los equipos de producción y postproducción llegaron a idear hasta tres fórmulas diferentes, vía satélite incluida.

El resultado, 'Venezuela. Ultimátum a Maduro' se convirtió en el programa más visto del domingo con más de 3,5 millones de espectadores (más de cuatro millones en algunos momentos) y un 18,5% de cuota de pantalla. Entre medias, un fuego cruzado de mensajes a favor y en contra de una entrevista al dirigente venezolano que todavía genera titulares dentro y fuera de España.