Verdadero o falso: todo lo que debes saber sobre las enfermedades reumáticas

Los trastornos reumáticos son las dolencias crónicas más frecuentes en nuestro país y pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes las padecen. Se estima que una de cada cuatro personas mayores de 20 años en España padece una patología reumática, lo que supone en torno a 11 millones de afectados.

Estas enfermedades engloban un amplio espectro de trastornos que repercuten en el sistema musculoesquelético y pueden manifestarse de diversas formas. De hecho, existen más de 200 dolencias reumáticas distintas, que pueden afectar a personas de todas las edades, incluidos los niños.

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Ante la presencia de síntomas como dolor articular o muscular, sin haber sufrido un golpe o lesión, y sobre todo si afecta a varias localizaciones, es fundamental buscar la evaluación de un especialista en reumatología. El diagnóstico, explica la doctora Lola F. F. Bursón, especialista en Reumatología del Quirónsalud Infanta Luisa, “se basa en un adecuado interrogatorio y examen físico. El reumatólogo analizará los diferentes síntomas y signos, logrando realizar un diagnóstico preciso entre la diversidad de trastornos reumáticos existentes. Las pruebas complementarias pueden servir de apoyo para confirmar una enfermedad ya sospechada durante el interrogatorio, o bien para seguir la evolución de la enfermedad”.

Es importante recordar que no hay pruebas definitivas, explica: “Las pruebas de laboratorio o imagen nos ayudan a confirmar o descartar la sospecha diagnóstica, pero no valen por sí mismas para el diagnóstico. Hay que saber interpretarlas, y esa responsabilidad corre a cargo del especialista en eumatología”. A menudo existe confusión en torno a estos trastornos, lo que ha dado lugar a la propagación de mitos que pueden perjudicar el diagnóstico y tratamiento adecuados.

No tienen tratamiento: falso

Aunque la mayor parte son crónicas, las enfermedades reumáticas son tratables y pueden controlarse con medicación adecuada. Es fundamental buscar un diagnóstico temprano y un inicio precoz del tratamiento recomendado por el especialista. Las terapias disponibles hoy en día han mejorado el pronóstico y la evolución de estas enfermedades y, aunque todavía hay mucho camino por recorrer, la calidad de vida de los pacientes es muy diferente comparada con la de años atrás.

Impiden hacer deporte: falso

La importancia del ejercicio físico es indiscutible en el manejo de las enfermedades reumáticas. En las etapas tempranas, cuando el daño articular es mínimo o inexistente, se recomienda seguir las mismas pautas de deporte que la población general. Esta actividad no solo conlleva mejoras físicas, sino también beneficios psicológicos significativos para los pacientes con enfermedades reumáticas. Incluso en etapas avanzadas, donde el daño articular es más evidente, se sigue promoviendo la práctica de ejercicio, aunque adaptado a las necesidades individuales de cada paciente y evitando actividades de alto impacto que puedan causar molestias adicionales. La Sociedad Española de Reumatología ha lanzado la iniciativa ReumaFit, que proporciona información y ejercicios específicos, facilitando así el acceso a recursos que promueven un estilo de vida activo y saludable.

El estrés les afecta negativamente: verdadero

El estrés desempeña un papel significativo en el desencadenamiento de brotes en las enfermedades reumáticas, especialmente en aquellas de naturaleza inflamatoria y autoinmune, como el síndrome de Sjögren y otras mencionadas anteriormente. Sin embargo, también impacta considerablemente en trastornos de dolor crónico, como la fibromialgia, además de dolores de origen tensional o psicosomático, como los relacionados con las cervicales y lumbares. Gestionar eficazmente la ansiedad y la depresión, asegurar un descanso adecuado, mantener una dieta equilibrada, practicar ejercicio regularmente y mantener el contacto social son medidas clave para reducir el estrés y mejorar la salud en general, siendo especialmente relevantes en pacientes con enfermedades crónicas.

Solo se dan en personas mayores: falso

Aunque se suele asociar las enfermedades reumáticas con la edad avanzada, es fundamental reconocer que estas afecciones pueden darse en individuos de todas las edades, incluyendo a niños y adultos jóvenes. Según explica la doctora Bursón, existen enfermedades reumáticas que son propias de la infancia y la adolescencia, siendo sorprendente el hecho de que uno de cada mil niños menores de 16 años desarrollan una enfermedad reumática, y un 40% de ellos continúan experimentando la enfermedad o sus secuelas en la edad adulta.

Además, otras enfermedades reumáticas bien conocidas y comunes, como la fibromialgia, el lupus eritematoso sistémico, la artritis reumatoide, la espondiloartritis, la artritis psoriásica y la gota, pueden manifestarse típicamente en edades jóvenes, incluso a partir de los 20 años.

El embarazo está contraindicado: falso

"Es crucial asegurar un manejo óptimo de la enfermedad antes de considerar el embarazo, con el fin de evitar posibles repercusiones tanto para la madre como para el futuro bebé durante la gestación", enfatiza la doctora Bursón. "Actualmente, contamos con medicamentos antirreumáticos seguros para ser utilizados durante el embarazo y la lactancia. Con una planificación cuidadosa del embarazo y una comunicación abierta y coordinada entre la paciente, el reumatólogo y el ginecólogo, es posible concebir y dar a luz a niños completamente sanos".

Empeoran con el frío, la lluvia y la humedad: verdadero

Los trastornos reumáticos tienen un impacto directo en las articulaciones, que están equipadas con receptores sensibles a la presión y la temperatura, permitiéndonos percibir nuestro entorno. Los cambios atmosféricos, como la variación de la presión y la disminución de la temperatura, son detectados por estas articulaciones, lo que puede resultar en un aumento del dolor y la rigidez articular para un porcentaje significativo de pacientes. En algunos casos, estas sensibilidades incluso les permiten anticipar la llegada de condiciones climáticas adversas, como las lluvias. Además, la respuesta muscular al frío puede intensificar el dolor y la rigidez en las lesiones y tensiones musculares, exacerbando los síntomas de los trastornos reumáticos.

Por último, ciertas enfermedades reumáticas pueden afectar los vasos sanguíneos, provocando condiciones como los sabañones y los fenómenos de Raynaud, que se caracterizan por cambios en el color de las puntas de los dedos. Estos fenómenos tienden a empeorar con la exposición al frío, agravando aún más los síntomas en los pacientes afectados.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Quirónsalud Infanta Luisa​.