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Oftalmopatía tiroidea: así puede afectar a los ojos un mal funcionamiento de la tiroides
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Oftalmopatía tiroidea: así puede afectar a los ojos un mal funcionamiento de la tiroides

Esta enfermedad inflamatoria autoinmune puede tener un serio impacto sobre la calidad de vida de quienes la sufren. Para un buen diagnóstico y tratamiento, es clave la colaboración entre endocrino y oculista

Foto: Foto: Freepik.
Foto: Freepik.

La tiroides es una glándula con forma de mariposa que se encuentra situada en la parte central del cuello. Su función es la de producir y liberar las hormonas tiroideas, que afectan a casi todos los órganos del cuerpo y controlan muchas de sus funciones más importantes.

Entre ellas, sabemos que las hormonas tiroideas intervienen en la regulación del metabolismo, de la temperatura corporal, del consumo de energía y, en cierta medida, del apetito, el sueño y el estado de ánimo. Pero no es tan conocido que un mal funcionamiento de esta glándula puede afectar también a los ojos y causar la que se conoce como oftalmopatía tiroidea.

Foto: Foto: Pixabay.

“Se trata de una enfermedad inflamatoria autoinmune que afecta a la glándula tiroides y también a los tejidos blandos alrededor de los ojos y la órbita, impactando sobre los párpados, la grasa y los músculos que se encargan del movimiento ocular”, explica la doctora Carolina Mateos Vicente, especialista en Oftalmología en el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid. “Se produce por una alteración en el sistema inmunológico en la que se generan autoanticuerpos que reaccionan específicamente contra la glándula tiroides, produciendo habitualmente hipertiroidismo, y contra estos tejidos de la órbita, inflamándolos”.

Con respecto a sus síntomas, la doctora refiere que, inicialmente, "suelen ser leves e inespecíficos: sensación de irritación como arenilla en los ojos, picor, enrojecimiento, lagrimeo, edema e inflamación palpebral, dolor ocular espontáneo o con los movimientos". Cuando la inflamación de los tejidos orbitarios –grasa y músculos- es mayor, aparecen el exoftalmos (ojos saltones), retracción palpebral, estrabismo y visión doble (diplopía).

"En casos muy severos, con dificultad para el cierre de los ojos, pueden aparecer úlceras corneales por exposición corneal prolongada, o cuando los músculos y la grasa se inflaman mucho pueden llegar a comprimir y dañar el nervio óptico, ocasionando pérdida de visión en ambos casos", explica la especialista.

Para un diagnóstico correcto, es fundamental que exista una estrecha colaboración entre el oftalmólogo y el endocrinólogo. “En la consulta con el endocrino se realizan normalmente analíticas de sangre para valorar la función de la tiroides y medir los niveles anticuerpos -explica la doctora Mateos-. En la de oftalmología se mide la agudeza visual y el grado de exoftalmos, y se realiza un análisis con lámpara de hendidura, fondo de ojo, tonometría, evaluación de la retracción palpebral y análisis de la motilidad ocular. En la mayoría de los casos se usan pruebas complementarias como el campo visual para valorar la posible afectación del nervio óptico, así como pruebas de imagen como el TAC o la RM orbitaria”.

Consecuencias para la salud

Además de los problemas visuales, la enfermedad de la tiroides “afecta profundamente la apariencia y altera la imagen corporal, y todos sus síntomas pueden disminuir significativamente la calidad de vida del paciente, con un grave impacto sobre sus actividades cotidianas. La calidad de vida se puede ver también deteriorada por la visión doble o su pérdida con distintos grados de invalidez”.

Asimismo, señala la especialista, “es común que los pacientes sufran depresiones ante los cambios físicos que se producen en sus ojos; estos cambios se pueden corregir una vez que se logra estabilizar la función tiroidea y dejar atrás la fase de inflamación de la enfermedad”.

placeholder Doctora Carolina Mateos, oftalmóloga del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.
Doctora Carolina Mateos, oftalmóloga del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

Con respecto al tratamiento, en todos los pacientes se debe realizar “un buen control de la función tiroidea (endocrino) y abandonar el hábito tabáquico, puesto que está demostrado que empeora el pronóstico y ocasiona peor respuesta a las terapias”. Dependiendo de la sintomatología, el abordaje será diferente para cada caso:

  • Los síntomas leves de irritación y sensación de cuerpo extraño se tratan o alivian con hidratación con lágrimas artificiales, uso de compresas frías para la inflamación palpebral, uso de gafas de sol, dormir con la cabeza elevada, usar pomadas para hidratar y desinflamar los ojos antes de dormir.
  • En pacientes con una enfermedad moderada-severa pueden considerarse tratamientos como los corticoides intravenosos, la radioterapia o los fármacos biológicos.
  • En casos en que exista un riesgo evidente para la visión, el tratamiento más habitual es la intervención quirúrgica de forma preferente-urgente, que consiste en la eliminación de una parte de los huesos que rodean al globo ocular para conseguir una descompresión orbitaria.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid​.

La tiroides es una glándula con forma de mariposa que se encuentra situada en la parte central del cuello. Su función es la de producir y liberar las hormonas tiroideas, que afectan a casi todos los órganos del cuerpo y controlan muchas de sus funciones más importantes.

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