¿Conoces las señales que avisan de un infarto? No son las mismas para todas las personas

Cada año se producen más de 100.000 casos de infarto agudo de miocardio en España. A pesar de su alta incidencia, gran parte de la población no sabría identificar las señales de alerta de un ataque cardiaco. Esta dificultad es todavía más acusada en el caso de las mujeres y en el de las personas con diabetes, cuya sintomatología puede ser más inespecífica.

“La persona que sufre un infarto agudo de miocardio suele percibir que está ocurriendo algo importante”, explica el doctor Juli Carballo, jefe del Servicio de Cardiología del Centro Médico Teknon, quien detalla la sintomatología más típica: "Dolor u opresión en el centro del pecho que puede propagarse a los brazos, la espalda, el cuello o la mandíbula, malestar general, angustia, sudoración, náuseas y sensación de ahogo".

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Síntomas de infarto en la mujer

“Se ha observado que las mujeres pueden manifestar síntomas de infarto de miocardio a veces más inespecíficos”, subraya el especialista, “lo que puede complicar el diagnóstico o provocar que la paciente retrase su visita al centro hospitalario, aún más cuando se trata de pacientes jóvenes en las que, por lo inesperado, el facultativo no piensa en la posibilidad de este diagnóstico”.

En el caso femenino, las señales de infarto pueden ser:

1. Dolores torácicos más inespecíficos.
2. Dolores epigástricos o acidez.
3. Dolores de espalda.
4. Agotamiento o astenia inusual.
5. Ahogo.

“Además, este problema coronario en la mujer”, explica el doctor Carballo, “se suele presentar unos 10 años más tarde si lo comparamos con los hombres. La mortalidad por infarto de miocardio en la población femenina se ve incrementada en hasta casi un 20% por el retraso en el diagnóstico que pueden comportar lo inesperado y la atipicidad en la presentación clínica”.

Los problemas de identificación de un infarto son también más acusados en el caso de los pacientes diabéticos, especialmente en edad avanzada, ya que pueden manifestar el ataque al corazón solamente con malestar general, sudoración, agotamiento extremo o ahogo. “Hay que tener en cuenta que estos pacientes, en ocasiones, presentan una neuropatía que puede impedirles sentir el dolor torácico típico o característico del infarto”. Asimismo, estas situaciones también pueden suceder en adultos de edad avanzada, lo que complica la detección precoz del infarto agudo de miocardio.

Ataque cardiaco en jóvenes

Hay que tener en cuenta que la incidencia del infarto de miocardio aumenta con la edad. Por lo tanto, no es habitual en jóvenes. “No obstante, en pacientes que sufren diabetes mellitus tipo I, dislipemias de índole familiar o en casos de hábito tabáquico iniciado precozmente, el envejecimiento o arterioesclerosis de las arterias coronarias se ve acelerado y puede no resultar tan excepcional esta situación. También cuando ha habido antecedentes de enfermedad coronaria en familiares de primer orden en edad temprana”. Asimismo, en pacientes jóvenes, el consumo de ciertas drogas que espasmodizan la circulación coronaria y favorecen la trombosis pueden ser un factor desencadenante. En las mujeres, la combinación de anticonceptivos orales y tabaco predisponen al ataque cardíaco.

“Por otro lado”, advierte el doctor Carballo, “aunque el infarto de miocardio en jóvenes suele manifestarse con los mismos síntomas, su diagnóstico puede retrasarse por el hecho de ser un problema inesperado a esas edades”.

Qué debemos hacer frente a estas señales

No es infrecuente que el infarto ocurra de forma repentina. Precisamente, en alrededor del 50% de los casos los pacientes no habían sufrido previamente ningún tipo de manifestación coronaria. Por otra parte, no necesariamente acontece después de un esfuerzo físico, aunque “en los pacientes con enfermedad coronaria importante, conocida o no, el ejercicio intenso sí puede actuar como desencadenante de la angina de pecho o del ataque cardiaco”.

Es importante acudir a urgencias en el caso de detectar un dolor torácico sin causa aparente que puede irradiarse a los brazos, la espalda, el cuello o la mandíbula; y además, va acompañado de malestar general, náuseas, exceso de sudor, ahogo o angustia. En el centro hospitalario, la prueba del electrocardiograma permite detectar la mayoría de los casos de esta enfermedad.

“El tratamiento del infarto consiste en realizar un cateterismo cardíaco de urgencia”, concluye el especialista. “Este tipo de intervencionismo nos permite averiguar cuál es la arteria coronaria que se ha obstruido, la que está produciendo el infarto, y proceder a su apertura mecánica. Esto último se consigue con el inflado de un balón y la implantación en la mayoría de los casos de un stent o prótesis intracoronaria. Este tratamiento para el infarto ha logrado reducir la mortalidad y mejorado el pronóstico de los pacientes”.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Centro Médico Teknon.