Cáncer de estómago: síntomas y tratamiento de una enfermedad silenciosa

Hay determinados tumores, como los de mama, pulmón o colon, cuya incidencia es tan elevada que todos tenemos información sobre su prevención, diagnóstico o tratamiento. Pero hay otros que son relativamente poco frecuentes y de los que apenas se habla. Es el caso del cáncer gástrico, que tiene una incidencia anual de 7.865 diagnosticados (4.863 varones y 3.002 mujeres). El último informe elaborado por la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan) y el Instituto Nacional de Estadística (INE) calculó una mortalidad en el año 2017 de 5.154 pacientes.

En esta neoplasia, el diagnóstico precoz es complicado, ya que, normalmente, en las fases más tempranas de la enfermedad no presenta síntomas, o estos son mínimos y no hacen sospechar de la posible existencia de un tumor. Cuando los síntomas aparecen, suele producirse dolor abdominal —generalmente en la parte alta— y sensación de plenitud tras la ingesta (incluso con escasa cantidad de alimento). Por lo general, los pacientes presentan astenia, anorexia y hemorragia digestiva, que se manifiesta en los análisis por la existencia de anemia. Al diagnóstico se llega a través de una endoscopia digestiva amplia (fibrogastroscopia), con la obtención de biopsias.

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¿Estoy en riesgo?

En la aparición del cáncer de estómago juegan un papel diferentes factores, algunos de los cuales no se pueden modificar, pero hay otros sobre los que sí se puede actuar. De hecho, la incidencia de cáncer gástrico en España y otros países ha descendido y se cree que puede achacarse tanto a cambios de hábitos como al tratamiento de infecciones que pueden favorecerlo:

• Factores de riesgo no modificables: el principal es la edad; la media de diagnóstico se sitúa alrededor de los 60 años. Los antecedentes familiares y genéticos de cáncer gástrico deben considerarse, aunque en menor medida, que en otros tumores. Además, existen determinadas alteraciones genéticas hereditarias poco frecuentes que predisponen a sufrir este tipo de tumores.
• Factores de riesgo modificables: entre ellos tenemos la infección por H. pylori, capaz de producir una inflamación de la mucosa gástrica que, si no se trata, puede progresar hacia gastritis, úlcera péptica y linfoma de tejido linfoide asociado a mucosa (MALT). También el hábito de fumar aumenta el riesgo, particularmente de los cánceres de la sección superior del estómago cercana al esófago. Se calcula que la tasa de cáncer gástrico es de aproximadamente el doble en los fumadores y, además, el de estómago es uno de los cánceres cuyo riesgo aumenta con el consumo frecuente de alcohol.

Cómo se trata

En la atención del cáncer, a menudo trabajan juntos varios especialistas para crear un plan integral que combine distintos tipos de tratamientos. Según el caso, puede tratarse con cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia dirigida o inmunoterapia.

“El cáncer de estómago no es uno de los más diagnosticados; no obstante, sigue siendo uno de los que más fallecimientos provoca”, explica el doctor Antonio de Lacy, director del Instituto Quirúrgico Lacy en el Hospital Quirónsalud Barcelona, y añade que “el pilar fundamental del tratamiento es la cirugía, que ha conseguido incidir en la reducción de la mortalidad”.

En los estadios tempranos (estadio 0 o I), cuando el cáncer aún se encuentra localizado en el estómago, se realiza una cirugía para extirpar el tumor y los ganglios linfáticos cercanos. “Esto se denomina gastrectomía subtotal o parcial, y en ella conectamos la parte restante del estómago al esófago o intestino delgado”.

Si el cáncer se ha diseminado a la pared externa del estómago, afectando o no los ganglios linfáticos, puede recurrirse a cirugía más quimioterapia, o quimioterapia y radioterapia. “En estos casos podemos hacer una gastrectomía subtotal o una gastrectomía total, que es la extirpación de todo el estómago. Durante la gastrectomía total, unimos el esófago directamente al intestino delgado”, aclara el doctor de Lacy.

Nuevas técnicas quirúrgicas

“En la actualidad, grupos como el nuestro operan la práctica totalidad de los casos mediante técnicas de cirugía mínimamente invasiva (cirugía laparoscópica o cirugía robótica). Los pacientes se benefician de un posoperatorio con un número menor de complicaciones y una recuperación más temprana a su vida habitual. Al mismo tiempo, estamos desarrollando técnicas para poder realizar con mayor precisión la disección ganglionar o técnicas de extirpación local de los tumores en fases iniciales”, afirma el especialista.

Asimismo, cabe destacar que “la calidad de vida de estos pacientes tras la operación es muy buena pudiendo llevar una vida normal. Si bien debe tenerse en cuenta que, en el posoperatorio inmediato, los pacientes suelen perder un 10% de su peso corporal total”, según apunta el doctor.

Las novedades tecnológicas en cirugía más importantes se deben basar en el diagnóstico temprano mediante técnicas de endoscopias de alta resolución. De esta forma, subraya el doctor de Lacy, “se podría llegar a hacer cirugía mediante tratamientos locales para disminuir la cantidad de pacientes que necesiten una extirpación del estómago, ya sea en su totalidad o parcialmente”.

El especialista concluye, que, “al igual que estamos en la fase de revolución industrial 4.0, la medicina, y concretamente la cirugía, está en el mismo nivel, y la innovación es uno de los ejes fundamentales de las nuevas técnicas quirúrgicas. A modo de ejemplo, utilizamos la realidad virtual aumentada o la inteligencia artificial”.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Quirónsalud Barcelona.