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De la mala pronunciación a la apnea del sueño: así puede evolucionar el trastorno del frenillo corto
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De la mala pronunciación a la apnea del sueño: así puede evolucionar el trastorno del frenillo corto

Una sencilla cirugía puede evitar que esta anomalía provoque no solo problemas para pronunciar algunos sonidos, sino también deformidades dentales, cervicales y de la musculatura faríngea

Foto: Foto: iStock.
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El frenillo lingual es una estructura que se encuentra en la cavidad oral, específicamente en la zona debajo de la lengua. Consiste en una fina banda de tejido fibroso que conecta la parte inferior de la lengua con la base de la boca, cerca de su suelo. Su función principal es mantener la lengua en la posición adecuada y limitar su movimiento excesivo.

Suele ser delgado, flexible y lo suficientemente largo como para permitir un amplio rango de movimiento de la lengua, lo que es esencial para funciones como hablar, masticar y tragar. Sin embargo, en algunos casos, el frenillo lingual puede ser anormalmente corto, grueso o poco elástico, lo que puede provocar una anomalía conocida como frenillo lingual corto o anquiloglosia. Según la Asociación Española de Pediatría, se estima que entre un 1,7 y un 4,8% de los niños nacen con un frenillo sublingual corto y es tres veces más frecuente en los niños que en las niñas.

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“Se entiende como anquiloglosia a la restricción de movimiento de la lengua debido al crecimiento de un tejido fibrótico de origen congénito en la parte inferior que limita su movilidad natural”, explica el doctor Carlos Ruiz Escudero, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Quirónsalud Madrid. “Se conoce comúnmente como frenillo lingual, y su sintomatología más conocida es la incapacidad de pronunciar determinados sonidos por parte de quien lo tiene”.

Es frecuente pensar que esa anomalía fonética es la única consecuencia derivada de este movimiento anormal de la legua. Sin embargo, los expertos advierten de otros problemas vinculados a la anquiloglosia. "Si esa lengua no tiene un correcto movimiento, ocasiona a largo plazo una serie de consecuencias tanto funcionales como anatómicas en el desarrollo de la de la estructura de la vía aérea superior", explica el especialista.

Además, el experto señala que es responsable de múltiples secuelas que afloran en edad adulta afectando a funciones vitales del ser humano. Entre ellas, la correcta transición del alimento al esófago o una adecuada respiración durante el sueño. "La maniobra deglutoria está íntimamente relacionada con un correcto funcionamiento de la lengua. Si la lengua no se mueve con normalidad, ocasiona a largo plazo que otros músculos de la cavidad bucal realicen movimientos de compensación para aliviar esa deficiencia. Esta circunstancia ocasiona problemas de salud como deformidades dentales, cervicales y de la musculatura faríngea que, a largo plazo, pueden dar origen a la apnea del sueño", detalla el otorrinolaringólogo.

La importancia del diagnóstico precoz

El diagnóstico precoz en los primeros meses de vida es, en opinión del especialista, imprescindible para evitar consecuencias "muy importantes a lo largo de su desarrollo vital". Se calcula que entre un 5% y un 10% de bebés nacen con el frenillo de la lengua corto. Es habitual diagnosticar la anquiloglosia antes del primer año, si bien existe un alto porcentaje que se detecta tiempo después, a partir de los tres años, coincidiendo con la primera etapa del habla.

En los bebés lactantes, “la limitación al movimiento adecuado de la lengua dificulta la dinámica de succión y deglución durante las tomas. Se asocia a una mayor deglución de aire con un incremento posterior de cólicos e irritabilidad”, explica el doctor Carlos Delgado Miguel, cirujano pediátrico del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid. “En casos de lactancia materna, el frenillo corto provoca un agarre inadecuado al pezón, incrementando las grietas en la areola y el dolor en las tomas”.

“Los casos en los que el frenillo lingual provoca restricción más leve al movimiento de la lengua se suelen diagnosticar entre los tres y cuatro años, cuando estos niños comienzan a tener dificultad para pronunciar las consonantes palatales, principalmente la r y la rr, que no consiguen mejorar con logopedia”.

placeholder Doctores Carlos Delgado Miguel y Carlos Ruiz Escudero. (Quirónsalud)
Doctores Carlos Delgado Miguel y Carlos Ruiz Escudero. (Quirónsalud)

El tratamiento es quirúrgico y, en ambos casos, la cirugía es similar: “Se expone el frenillo en quirófano y se le realiza un corte transversal con un bisturí eléctrico para evitar sangrados. Posteriormente, se aplica anestesia tópica. Toda la intervención dura apenas unos minutos”, detalla el doctor Delgado, que explica que este procedimiento se realiza “con una leve sedación”.

Finalmente, el doctor Ruiz Escudero considera indispensable la colaboración estrecha entre el otorrinolaringólogo y el logopeda. "No se trata solo de una corrección con cirugía. El paciente ha de concienciarse de la necesidad de rehabilitación, ya que hay un problema funcional en los movimientos de la lengua que es necesario corregir mediante técnica y ejercicios controlados por un experto".

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid​.

El frenillo lingual es una estructura que se encuentra en la cavidad oral, específicamente en la zona debajo de la lengua. Consiste en una fina banda de tejido fibroso que conecta la parte inferior de la lengua con la base de la boca, cerca de su suelo. Su función principal es mantener la lengua en la posición adecuada y limitar su movimiento excesivo.

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