Las fresas podrían tener un efecto sorprendente en nuestro cerebro a medida que envejecemos

¿Te gustan las fresas? Pues estás de suerte. Según informa Science Alert, pueden reducir el riesgo de demencia y mejorar el estado de ánimo en aquellos personas cuya edad y salud metabólica las predisponen al deterioro cognitivo. Un estudio de 12 semanas descubrió que las personas de mediana edad con sobrepeso y signos de resistencia a la insulina que comían el equivalente a una taza de fresas al día tenían mejor memoria y menos síntomas depresivos en comparación con un grupo de control.

Además de la demencia, los trastornos metabólicos como la resistencia a la insulina, la obesidad y problemas de salud relacionados son cada vez más comunes. Según fuentes del estudio, este evaluó si el consumo de fresas podría mejorar el rendimiento cognitivo y la salud metabólica en esta población y, de ser así, si podría haber una asociación entre la mejora cognitiva y la reducción de las alteraciones metabólicas.

Para ello, se reclutó a 30 adultos, en su mayoría mujeres, de entre 50 y 65 años con deterioro cognitivo leve y un índice de masa corporal (IMC) que los ubicaba en la categoría de sobrepeso. Se les pidió entonces que evitaran el consumo de bayas de cualquier tipo durante las dos semanas previas al estudio, mientras que durante el estudio se les dio un suplemento en polvo de 13 gramos de fresas reales o un placebo para comer todos los días. Las capacidades ejecutivas, la recuperación de palabras, la función de la memoria a largo plazo y el estado de ánimo de los participantes se evaluaron mediante pruebas cognitivas antes y después del estudio, y los investigadores rastrearon los datos metabólicos.

La función de la memoria a largo plazo y el estado de ánimo de los participantes se evaluaron mediante pruebas cognitivas antes y después del estudio

A los que recibieron el placebo no les fue tan bien en una prueba de reconocimiento retardado, que mide algo llamado interferencia de la memoria. Sin embargo, la interferencia de la memoria se redujo en aquellos que recibieron polvo de fresa, lo que sugiere que eran más capaces de ignorar datos sin importancia. Los participantes que recibieron polvo de fresa también informaron síntomas depresivos más bajos, lo que indica una mejor capacidad ejecutiva y de afrontamiento emocional; es decir, una mejor capacidad para gestionar las actividades cotidianas y las relaciones sociales y un mejor control de respuesta y una mayor flexibilidad.

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Los investigadores señalan que es probable que la edad y la resistencia a la insulina hayan afectado levemente la función ejecutiva en muchos de los participantes, lo que sugiere que el "tratamiento" corrigió la deficiencia existente hasta cierto punto. No saben si las fresas mejorarían la función en personas sin discapacidad. "Las capacidades ejecutivas comienzan a disminuir en la mediana edad y el exceso de grasa abdominal, como en la resistencia a la insulina y la obesidad, tenderá a aumentar la inflamación, incluso en el cerebro", indican fuentes del estudio. "Por tanto, los efectos beneficiosos que observamos podrían estar relacionados con la moderación de la inflamación en el grupo de las fresas".

Otro estudio demostró que las personas que comían arándanos todos los días tenían niveles más reducidos de interferencia en la memoria

Un estudio de 2022 realizado por los mismos investigadores y algunos colegas encontró que en una cohorte similar de personas, quienes comían arándanos todos los días tenían niveles más reducidos de interferencia en la memoria. Al fin y al cabo, tanto las fresas como los arándanos contienen antioxidantes llamados antocianinas, que se han relacionado con una variedad de beneficios para la salud de las bayas, como mejoras metabólicas y cognitivas.

El equipo no pudo sacar conclusiones muy amplias de sus hallazgos debido al pequeño tamaño de la muestra, la corta duración y la regulación limitada de las dietas de los participantes. Estudiar los efectos de los alimentos (que nunca se consumen de forma aislada) en la salud es difícil, ya que nuestros cuerpos son complejos, pero ya sabemos lo que recomiendan los expertos: una dieta diversa y equilibrada, que puede incluir fresas como una gran fuente de vitamina C.