Es noticia
No, los 'puntitos' de las fresas no son semillas. ¿Qué son en realidad?
  1. Alma, Corazón, Vida
DE LA FAMILIA DE LAS ROSÁCEAS

No, los 'puntitos' de las fresas no son semillas. ¿Qué son en realidad?

Aunque puedan parecerlo, estos puntitos blanquecinos o amarillentos no son exactamente lo que parecen. Hoy conocemos un poco más de esta fruta tan deliciosa

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Se trata de uno de los sabores más típicos en tartas, helados y pasteles. Las fresas, de sabor dulce y ligeramente cítrico, son una de las frutas más populares en nuestra gastronomía, ideal para tomar en postres acompañadas con nata, leche o simplemente azúcar. A veces, merece la pena hacer un ejercicio de alejamiento respecto a aquello que damos por sentado o creemos conocer, y en el caso de las fresas, si las miras desde cierto ángulo o perspectiva, seguro que su forma y características te resultan de lo más misteriosas.

Foto: ¿Una fruta más grande significa también mejor? (Pexels)

Pensemos, por ejemplo, en esos puntos blancos o amarillos que recubren toda su superficie roja. ¿Son semillas como sucede con las pepitas de la clásica sandía? En realidad no, se llaman aquenios y son el fruto de la planta, conteniendo cada una de ellos a su vez una semilla en su interior. El aquenio es un término que se usa para designar al fruto seco producido por muchas especies diferentes de plantas con flores, incluida la quinoa, el trigo o el cannabis. Pero... un momento. Si esto es el fruto de la planta y no la propia fresa, ¿qué es entonces la fresa? ¿Una baya?

Las fresas, a diferencia de las bayas, son en realidad el tejido hinchado que sostiene la fruta que lleva la semilla en su superficie

Las fresas en realidad es un género de plantas rastreras estoloníferas de la familia de las Rosáceas, a la que también pertenecen las frambuesas y las moras. Por otro lado, como informa un artículo de IFL Science, una baya es cualquier fruto de una planta que contiene al menos una semilla y está formada por una piel exterior (exocarpio), un centro carnoso (mesocarpio) y una envoltura interior que contiene más semillas (endocarpio).

Un fruto del bosque, no una fruta

Las bayas salen de un único ovario de una flor individual y hay de dos tipos: unas pertenecen al grupo taxonómico de los hesperidios y se clasifican como bayas modificadas (la naranja o el limón), y otras son las cucurbitáceas, que entran dentro del grupo de las pepónidas (calabazas, pepinos y sandías). Las fresas, a diferencia de las bayas, son en realidad el tejido hinchado que sostiene la fruta que lleva la semilla en su superficie. Por ello, se las considera como frutos del bosque.

A diferencia de otras frutas, cuando se poliniza la flor de la fresa el fruto no se hincha, pero sí el tejido de su endocarpio. Por otro lado, la fruta de su interior se separa en pequeños aquenios secos. Y... como los aquenios contienen solo una semilla, ya no puede clasificarse como una baya. Esta es la razón por la que la mayoría de las plantas de la fresa ni siquiera se cultivan a partir de sus semillas, sino que crecen mediante su estolón, es decir, a partir de pequeños clones que echan raíces y comienzan a crecer una vez llegados al suelo.

Se trata de uno de los sabores más típicos en tartas, helados y pasteles. Las fresas, de sabor dulce y ligeramente cítrico, son una de las frutas más populares en nuestra gastronomía, ideal para tomar en postres acompañadas con nata, leche o simplemente azúcar. A veces, merece la pena hacer un ejercicio de alejamiento respecto a aquello que damos por sentado o creemos conocer, y en el caso de las fresas, si las miras desde cierto ángulo o perspectiva, seguro que su forma y características te resultan de lo más misteriosas.

Social Virales
El redactor recomienda