Más allá de los síntomas comunes: cómo lograr un diagnóstico (certero) de cáncer peritoneal

Durante años, el cáncer peritoneal fue considerada una enfermedad muy rara y, generalmente, con muy mal pronóstico. Afortunadamente, el desarrollo de nuevas terapias multiplican la esperanza de supervivencia del paciente, incluso de curación, y mejoran su calidad de vida.

La primera duda que nos puede surgir es la de entender qué es exactamente el peritoneo. Se trata, explica el doctor Juan Carlos Meneu Díaz, jefe de Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo, “del tejido que recubre la pared abdominal y que cubre la mayor parte de los órganos en el abdomen, como son el hígado, el bazo, el estómago, la parte superior del duodeno, el yeyuno, el íleon, el colon transverso, el colon sigmoide y la parte superior del recto”.

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“El diagnóstico de esta patología”, continúa el especialista, “se ve dificultado porque los síntomas no suelen aparecer hasta que ya está bastante avanzado y, además, suelen ser bastante inespecíficos”.

Entre ellos, algunos de los más habituales que suele presentar el paciente con cáncer peritoneal son:

• Hinchazón del abdomen.
• Dolor abdominal.
• Estreñimiento o diarrea.
• Cansancio y malestar general.
• Falta de apetito.
• Dificultad en la digestión de los alimentos.
• Pérdida de peso sin razón aparente.

Como vemos, se trata de síntomas bastante inespecíficos y comunes a muchas otras patologías. Para llegar a un diagnóstico certero de cáncer peritoneal, explica el doctor Meneu, “pueden realizarse exámenes de imagen como ultrasonido, resonancia magnética, tomografía computarizada y TEP (tomografía por emisión de positrones); sin embargo, para saber el estadio del tumor es necesario hacer una biopsia, que puede realizarse por laparoscopia exploratoria”.

Además de esto, es habitual realizar exámenes de sangre complementarios para identificar marcadores tumorales, que son sustancias presentes en diferentes tipos de cáncer.

Cirugía y quimioterapia

En cuanto al tratamiento, hoy existen técnicas quirúrgicas (llamada cirugías de citoreducción, peritonectomías...) que en manos expertas (cirujanos o equipos formados y entrenados para ello) permiten supervivencias largas con buena calidad de vida.

A estas técnicas quirúrgicas se les puede asociar una compleja técnica denominada quimioterapia intraperitoneal hipertérmica (Hipec por sus siglas en inglés), que ha ayudado a mejorar la supervivencia en algún tipo de tumor.

La Hipec, continúa el especialista, "consiste en la realización de una cirugía citorreductora, es decir, la extirpación de todas las superficies peritoneales del abdomen afectadas por el tumor. Tras eliminar todas las zonas cancerosas, se aplica una dosis de quimioterapia caliente —a 41 o 42 grados— directamente en el interior de la cavidad abdominal, proceso que permite aumentar la efectividad de los fármacos en el tumor y destruir las células cancerígenas microscópicas que hayan quedado en el abdomen tras la realización de la cirugía".

Al contrario que la quimioterapia tradicional, que se administra por vía endovenosa, con la Hipec se consigue que el tratamiento actúe directamente sobre las células cancerosas del abdomen.

Según el doctor Meneu, existen estudios sólidos —algunos de ellos, liderados por la Sociedad Española de Oncología Quirúrgica— que evalúan la utilidad de la citorreducción (CR) y del Hipec y que demuestran que esta técnica ofrece ventajas significativas en la recaída y en la supervivencia de los pacientes, con niveles de morbimortalidad aceptables; no obstante, también muestran que, para tener éxito, se precisa realizar un abordaje multidisciplinar para la adecuada selección de candidatos y de fármacos quimioterápicos (o inmunoterápicos), y que la cirugía se realice en centros de experiencia en cirugía oncológica.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Universitario Ruber Juan Bravo​.