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Problemas al tragar, pérdida de olfato... Otros síntomas del párkinson que desconocías
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Problemas al tragar, pérdida de olfato... Otros síntomas del párkinson que desconocías

Solemos identificar esta enfermedad con los temblores y la rigidez de movimientos. No obstante, hay otros signos que también pueden ser indicadores precoces de su presencia

Foto: Foto: Freepik.
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Entre las patologías ligadas al envejecimiento, la enfermedad de Parkinson (EP) está cobrando cada vez una mayor importancia. Se trata de la segunda enfermedad neurodegenerativa en frecuencia —actualmente, se estima que existen en España entre 120.000 y 150.000 afectados—, y se espera que su prevalencia se duplique en nuestro medio durante los próximos 25 años, según datos ofrecidos por la Sociedad Española de Neurología (SEN).

A la hora de averiguar por qué unas personas sufren EP y otras no, debemos saber que se trata de una enfermedad multifactorial que está relacionada con diversos factores predisponentes; no obstante, existen tres que se relacionan con la mayoría de los casos.

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El principal factor de riesgo es la edad, el envejecimiento. Precisamente, afecta al 2% de las personas mayores de 65 años y es más frecuente en aquellos países con mayor esperanza de vida. Además, otro factor importante es tener antecedentes familiares. En los últimos años, se han descubierto nuevos genes implicados en el desarrollo de la enfermedad.

Por último, el ambiente y los hábitos de vida conforman un factor de riesgo que se debe tener en cuenta. El medio rural se asocia con un mayor riesgo, probablemente debido al consumo de agua de pozo y el uso de pesticidas. La exposición a metales pesados también se encuentra en relación con la enfermedad. Por el contrario, el consumo de café podría tener un efecto protector sobre la enfermedad.

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"La enfermedad suele iniciarse en un área muy específica del cerebro, la sustancia negra del mesencéfalo. Es un área de pocos milímetros, pero que tiene una función clave en la coordinación motora", indica el doctor David Pérez Martínez, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario La Luz. Según el neurólogo, un detalle clave es que las neuronas de dicha área tienen como neurotransmisor la dopamina. "Cuando una persona padece párkinson, sus neuronas dopaminérgicas mueren y, por tanto, la producción de dopamina disminuye. El resultado final es que el cuerpo del enfermo no recibe los mensajes que necesita para moverse con normalidad", señala el doctor.

No solo síntomas motores

Por esa razón, los síntomas de la enfermedad son fundamentalmente motores. Es normal que el paciente manifieste temblores, rigidez o lentitud de movimientos, junto con alteraciones en la postura y el caminar con pasitos cortos, arrastre de pies y tendencia a echar el cuerpo hacia delante. Esta patología suele iniciarse entre los 40 y 70 años, y, actualmente, apenas disminuye la esperanza de vida.

Sin embargo, "aunque los síntomas pueden ser difíciles de identificar en las etapas iniciales, hay algunos signos que pueden indicar la enfermedad, como la pérdida de olfato, el trastorno del sueño y la depresión", resalta el doctor.

Además, según el especialista, en otras ocasiones, suelen asociarse y progresar, junto a los síntomas motores, los problemas vesicales con urgencia miccional o la disfunción sexual, así como problemas al tragar. Los trastornos cognitivos y neuropsiquiátricos son también frecuentes, aunque suelen aparecer tardíamente en el curso del cuadro clínico. "Hay pacientes en los que estos síntomas no motores generan una mayor disfunción y mala calidad de vida que los signos clásicos, por lo que es clave para nosotros su diagnóstico precoz y su abordaje terapéutico", indica.

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Los tratamientos farmacológicos pueden ser efectivos, "pero también existen opciones terapéuticas no farmacológicas, como el ejercicio físico, la fisioterapia, la terapia ocupacional y la terapia del habla y del lenguaje", asevera el doctor David Pérez.

Como explica este especialista, en todo caso, la enfermedad puede evolucionar a lo largo de décadas, por lo que es importante establecer una estrategia a largo plazo de acuerdo con el paciente. "Se trata de mantener una vida independiente con buena calidad de vida a medio y largo plazo, empleando la medicación oportunamente".

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Universitario La Luz​.

Entre las patologías ligadas al envejecimiento, la enfermedad de Parkinson (EP) está cobrando cada vez una mayor importancia. Se trata de la segunda enfermedad neurodegenerativa en frecuencia —actualmente, se estima que existen en España entre 120.000 y 150.000 afectados—, y se espera que su prevalencia se duplique en nuestro medio durante los próximos 25 años, según datos ofrecidos por la Sociedad Española de Neurología (SEN).

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