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Por qué debes ir al urólogo a partir de los 50 años (aunque no tengas síntomas)
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Por qué debes ir al urólogo a partir de los 50 años (aunque no tengas síntomas)

Las revisiones periódicas son la clave para detectar las patologías en un estado precoz. Descubre cuáles son las señales que te pueden indicar que debes consultar al médico

Foto: Foto: Freepik.
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Muchos pacientes desconocen que la sintomatología de las enfermedades prostáticas suele aparecer cuando estas ya se encuentran en un estado avanzado. Por ello es tan importante difundir el mensaje de que no se debe esperar a tener problemas; no hay que olvidar que las revisiones periódicas permiten detectar una posible patología de forma precoz, lo que se traducirá en una curación más factible y menos invasiva, con una consiguiente mejor calidad de vida para el paciente.

¿A partir de qué edad deben los varones iniciar estas revisiones periódicas? En principio, quienes no tengan ningún problema urológico deberían tener una primera visita a partir de los 50 años con el fin de poder prevenir el desarrollo de diversas patologías como el cáncer de próstata. También es aconsejable hacerlo a partir de los 40-45 años en caso de tener familiares de primer grado (padres, hermanos, tíos…) que hayan sufrido esta enfermedad.

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Con respecto a los síntomas que pueden alertarnos de que algo no marcha bien, la doctora Carmen González Enguita, jefa del Servicio de Urología de los hospitales universitarios Fundación Jiménez Díaz, Rey Juan Carlos, Infanta Elena y General de Villalba, señala que "hay determinados signos que pueden ser motivo de consulta al urólogo. Tendemos a pensar en la próstata como única responsable de estos síntomas, pero debemos saber que la vejiga también juega un papel importante en el desarrollo de diversas patologías urológicas".

Por otra parte, aunque sabemos que la próstata es una glándula sexual, no serán de carácter sexual los síntomas que llevarán al paciente a la consulta del especialista. “Aquí podemos diferenciar entre aquellos que se producen mientras la vejiga se está llenando de orina (síntomas de llenado), los que se dan cuando se está vaciando (síntomas de vaciado), los que se producen tras la micción y, también, síntomas tardíos y consecuentes del proceso patológico”, subraya la doctora González.

Entre los síntomas de llenado, podemos hablar del aumento de la frecuencia con la que se van a producir las micciones, que pueden estar precedidas por urgencia; en otras ocasiones, acompañando a esta urgencia se produce pérdida de orina; asimismo, también puede ser que el paciente mencione que debe levantarse muchas veces a orinar por la noche.

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Por su parte, entre los que nos hablan de un mal vaciamiento de la vejiga, encontramos aquellas situaciones en las que el paciente menciona que le cuesta empezar a orinar; que tiene que hacer mucha fuerza para comenzar la micción; que está mucho tiempo orinando; que después de orinar se queda con sensación de no haber vaciado por completo la vejiga; que después de esta micción tiene un goteo más prolongado de lo habitual, o que incluso tiene que volver a orinar en muy poco tiempo después de haber finalizado la micción.

Y finalmente, los síntomas tardíos y consecuentes del proceso patológico aparecen en los casos en los que el proceso prostático está muy evolucionado. "Pueden ser derivados de la repercusión sobre la función renal, o bien la denominada pérdida de orina por una micción llamada de rebosamiento. Estos son muy avanzados, y el paciente debería haber consultado mucho antes con el urólogo", apunta la especialista.

En general, tal y como señala la doctora, "en sociedades como la nuestra, con un alto nivel sociosanitario y cultural y donde deseamos trabajar en una medicina preventiva, los pacientes acuden al urólogo por los síntomas iniciales de llenado y vaciado vesical. El paciente que los sufre vive con temor, creyendo que están expresando la existencia de un cáncer en su próstata". Será el urólogo quien, en consulta, le aclarará que no se puede descartar o confirmar una patología u otra solamente por la sintomatología, pues no existe un síntoma específico relacionado con el cáncer de próstata. "En cualquier caso, es preciso realizar determinados estudios complementarios que permitirán establecer el diagnóstico correcto, lo más precoz y acertado en cada caso, y comenzar con el tratamiento más preciso", explica.

En definitiva, es importante concienciarse de la importancia de realizar estas visitas al especialista y perder el miedo a hacerlo, así como contar con un equipo con experiencia y en constante formación y actualización.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para practicar deporte que mejore nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con la Fundación Jiménez Díaz​.

Muchos pacientes desconocen que la sintomatología de las enfermedades prostáticas suele aparecer cuando estas ya se encuentran en un estado avanzado. Por ello es tan importante difundir el mensaje de que no se debe esperar a tener problemas; no hay que olvidar que las revisiones periódicas permiten detectar una posible patología de forma precoz, lo que se traducirá en una curación más factible y menos invasiva, con una consiguiente mejor calidad de vida para el paciente.

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