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No todos los juanetes son iguales: qué tipos hay y cuándo es necesario operarlos
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No todos los juanetes son iguales: qué tipos hay y cuándo es necesario operarlos

Además de un problema estético, suponen una limitación para ponernos un calzado u otro, causan dolor, afectan la función física y reducen la actividad que podemos realizar

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Su nombre científico es Hallux valgus, pero todos los conocemos popularmente como juanetes. Antiestéticos y dolorosos, consisten en una deformidad del dedo gordo del pie producida por el desplazamiento anormal del primer hueso metatarsiano; este desplazamiento causa una protuberancia en la parte interna del pie que, además de limitar el uso de determinados calzados, puede generar dolor y dificultad al caminar.

Este problema progresa lentamente, es decir, no aparece de un día para otro. Se inicia con la inclinación del dedo gordo que, con los años, modifica de manera gradual el ángulo de los huesos y va deformando el pie; en lugar de crecer en paralelo, los dedos gordos se inclinan hacia el resto.

Foto: Foto: Freepik.

"El signo más característico del juanete es la aparición progresiva de una prominencia ósea en la parte interna de la cabeza del primer metatarsiano que puede producir hinchazón, enrojecimiento, callosidades, dolor en torno a la articulación y, en casos más avanzados, una limitación del movimiento del dedo y alteración del patrón de la marcha. Ante la presencia de estos síntomas es importante acudir a un especialista en pie y tobillo para realizar un estudio completo y plantear opciones terapéuticas para evitar complicaciones y mejorar la sintomatología", apunta la doctora Núria Pons, traumatóloga de la Unidad del Pie y Tobillo del servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitari General de Catalunya.

Por qué aparecen y cómo tratarlos

Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de desarrollar juanetes porque es más probable que usen zapatos estrechos, ajustados y puntiagudos, que fuerzan el dedo gordo hacia adentro y ejercen una mayor presión el primer metatarsiano. Otro factor de riesgo es la edad: suelen aparecer con más frecuencia en personas mayores.

En cuanto a sus causas, aunque no están bien definidas, sí se conoce que existen ciertos factores que pueden desencadenarlos. Además del abuso de calzado inadecuado, la genética también juega un papel. De hecho, el Hallux valgus acostumbra a verse en diferentes miembros de la misma familia, ya que suelen compartir características, como pueden ser la manera de caminar, una forma determinada del pie o de los dedos, como el pie egipcio —con el primer dedo más largo— o el index minus, con el primer metatarsiano corto. Además, la aparición de juanetes también se relaciona con la biomecánica o con ciertos factores hormonales.

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Foto: Freepik.

Más allá de la estética, no debemos minimizar la importancia del juanete, puesto que implica cambios en todo el apoyo del pie. El primer metatarsiano se desvía hacia dentro y el dedo gordo del pie se desplaza hacia fuera, hacia el resto de los dedos; incluso, puede llegar a colocarse debajo o encima del segundo dedo. Esto se acompaña de una pérdida del apoyo del primer metatarsiano, alterando la forma normal del pie, y el de toda la planta. "Este cambio en el apoyo suele conllevar complicaciones asociadas como la metatarsalgia por transferencia, que causa dolor e hinchazón en la zona de la almohadilla plantar, dedos en garra, inflamación del nervio interdigital (neuroma) o bursitis", explica la doctora Pons.

"Existe un amplio abanico de abordajes para los juanetes", señala la especialista: "Estos van desde el uso de antiinflamatorios para aliviar los síntomas y el estudio de la pisada para valorar alteraciones de la pisada y con ello colocación de plantillas a medida si procede, de protectores, ortesis de silicona o de férulas nocturnas para corregir la posición de los dedos, además de calzado adecuado para aliviar los síntomas o prevenir la aparición de juanetes; hasta fisioterapia y fortalecimiento muscular".

Una operación de juante, Hallux valgus, no requiere ingreso hospitalario. El paciente puede irse a casa en el mismo día de la cirugía sin dolor

La doctora Pons indica como última opción, la quirúrgica, reservada para "cuando el dolor, la sintomatología y la progresión de la enfermedad suponen una limitación para quien sufre esta patología". Existen múltiples técnicas que se valoran de forma individualizada para cada caso: "En los leves se puede plantear cirugía mínimamente invasiva, que permite realizar correcciones con mínimas incisiones y con recuperación más rápida. En los más moderados y severos se plantean diferentes tipos de osteotomías correctoras", puntualiza.

Esta operación, gracias a las técnicas anestésicas actuales, no requiere ingreso hospitalario. El paciente puede irse a casa en el mismo día de la cirugía sin dolor y comenzar a cargar de forma inmediata. "Posteriormente, se realizan seguimientos semanales durante el primer mes y se le colocará un calzado ancho a las tres semanas de la intervención", indica la doctora Pons.

Hallux rigidus, el otro juanete

Existe otra modalidad de juanete, el Hallux rigidus, que consiste en una deformidad en la base del dedo gordo del pie e implica un dolor intenso. Como consecuencia, el dedo pierde su movilidad articular, en un primer momento como sistema de defensa frente al dolor y, más adelante, debido a una limitación mecánica relacionada con la degeneración articular artrósica de la primera articulación metatarso-falángica.

Se trata de una patología muy frecuente, ya que afecta al 2% de la población, sobre todo en hombres entre los 30 y 60 años. A menudo acostumbra a ser bilateral y hay un componente de predisposición genética, aunque también puede ser secundaria a enfermedades sistémicas metabólicas (gota), inflamatorias o autoinmunes (artritis reumatoide o psoriásica). Asimismo, puede ser postraumática y microtraumática en caso de alguna actividad deportiva de impacto (fútbol, baile, escalada, entre otros).

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Foto: Freepik.

Este problema conlleva caminar de forma incorrecta, por lo que se pueden presentar dolores secundarios en el centro del pie (metatarsalgia por supinación antiálgica) o dolores metatarsales en la planta por síndromes relacionados con la inflamación de los nervios interdigitales (neuromas). La repercusión de una marcha alterada puede extenderse proximalmente a las articulaciones mayores como rodilla, cadera y raquis lumbar, lo que, en definitiva, provoca un empeoramiento de la calidad de vida del paciente con Hallux rigidus.

El tratamiento se determina en función del grado de degeneración articular: desde el conservador con modificaciones del calzado o la utilización de plantillas hasta la rehabilitación funcional y las infiltraciones intraarticulares de ácido hialurónico. En cuanto a la cirugía, hay tratamientos quirúrgicos como toilette articular, queilectomías, osteotomías a nivel de la falange y del metatarsiano, interposiciones de tejidos biológicos o trasplante condrales y, en los casos más avanzados (grado IV y V), la prótesis metatarsofalángica y la artrodesis o fusión articular (gold standard).

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para mejorar nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Universitari General de Catalunya.

Su nombre científico es Hallux valgus, pero todos los conocemos popularmente como juanetes. Antiestéticos y dolorosos, consisten en una deformidad del dedo gordo del pie producida por el desplazamiento anormal del primer hueso metatarsiano; este desplazamiento causa una protuberancia en la parte interna del pie que, además de limitar el uso de determinados calzados, puede generar dolor y dificultad al caminar.

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