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Cepillarse los dientes en la ducha: ¿una opción más o un mal hábito? Estos dicen los expertos
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Cepillarse los dientes en la ducha: ¿una opción más o un mal hábito? Estos dicen los expertos

Cepillarse los dientes primero y luego pasar a la ducha, o viceversa, suele ser el orden más popular. Sin embargo, hay quien prefiere hacer ambas cosas al mismo tiempo

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Las prisas, la costumbre, el ingenio… Sea por lo que sea, muchas personas se cepillan los dientes habitualmente en la ducha. Si eres una de ellas, quédate a leer este artículo porque se trata de un acto con diversos riesgos, según aseguran los expertos dentales.

Cepillarse los dientes primero y luego pasar a la ducha, o viceversa, suele ser el orden más popular. Sin embargo, hay quien prefiere hacer ambas cosas al mismo tiempo, seguro que porque nunca se han parado a pensar que las altas temperaturas, así como el vapor presente en el baño, pueden afectar la longevidad del cepillo de dientes. Con esto, ya podrás imaginarte que el momento ducha no es el mejor momento para dejar tu sonrisa limpia.

Foto: Una dentista revela en TikTok la forma correcta de usar un cepillo de dientes eléctrico (iStock)

Así lo explican en una entrevista reciente para The New York Post tres expertos bucodentales: Parul Dua Makkar, doctor en cirugía dental con sede en Nueva York; Arun Narang, dentista estética afincada en Toronto y Fatima Khan, dentista que ejerce en Texas. Los tres coinciden en que durante esta práctica, todos los riesgos comienzan en tu cepillo.

Y llegaron las bacterias a tu cepillo

De hecho, las cerdas del cepillo se comban bajo el efecto del calor y la humedad. Además, recuerda que las bacterias crecen más fácilmente en lugares húmedos. Las bañeras y los platos de ducha son, por tanto, lugares propicios para la proliferación de bacterias. Es por todo ello que las personas que se cepillan los dientes en la ducha tienen un mayor riesgo de lo que denominan contaminación cruzada.

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Además, estos espacios suelen ser compartidos por varios miembros de una misma familia. En definitiva, cepillarse los dientes en un lavabo reduce y limita los riesgos, porque le da tiempo a secarse entre dos usos y, sobre todo, no produce vapor ni humedad en el aire ambiente.

Obviamente, se pueden tomar varias medidas, a saber, cambiar el cepillo de dientes con mucha frecuencia y mantener el utensilio en un lugar seco. Sin embargo, después del cepillado en la ducha, ni siquiera el uso de enjuague bucal garantiza la eliminación de todas las bacterias acumuladas.

Lo que aconsejan los expertos

Efectivamente, a pesar de las promesas de las marcas de ofrecer estos mismos enjuagues bucales, no existe ningún estudio que confirme su grado de efectividad. Además, los expertos están de acuerdo en que estos productos realmente no discriminan entre bacterias buenas y malas.

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Estos profesionales de la odontología también señalan otro tipo de riesgo asociado al enjuague bucal utilizado en la ducha: las caídas. Si bien el riesgo de resbalar también puede ocurrir con otros productos, los enjuagues bucales a base de aceite también pueden hacer que el piso esté resbaladizo, incluso después de la ducha.

De todos modos, el cepillado debe ser óptimo. Los expertos aconsejan cepillarse los dientes al menos dos veces al día durante dos minutos para tener una boca sana todos los días.

Las prisas, la costumbre, el ingenio… Sea por lo que sea, muchas personas se cepillan los dientes habitualmente en la ducha. Si eres una de ellas, quédate a leer este artículo porque se trata de un acto con diversos riesgos, según aseguran los expertos dentales.

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