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Esta es la curiosa razón evolutiva por la que es tan común rechinar los dientes
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Así es la 'thegosis'

Esta es la curiosa razón evolutiva por la que es tan común rechinar los dientes

Muchos animales, incluidos los humanos, tienen el instinto de afilar sus dientes o cualquier otra parte dura del cuerpo que interactúa como arma en momentos de peligro para defenderse

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Tal vez te has acostumbrado tanto a ello que ni siquiera te das cuenta y deben ser otros los que te avisen: oye, aprietas tanto los dientes durmiendo que se te escucha por todas partes. Y entonces atas cabos y entiendes que ese dolor habitual en la mandíbula no es para nada normal, aunque resulte común. Todos (o casi todos) nos hemos encontrado rechinando los dientes en algún momento de nuestras vidas. Pero, ¿qué es realmente rechinar los dientes? ¿Por qué lo hacemos y cómo se puede prevenir?

Conocido como bruxismo cuando el asunto se vuelve habitual, se trata de "una actividad parafuncional que consiste en apretar y rechinar de la dentadura, es de etiología multifactorial y está asociado principalmente al estrés, a alteraciones del sueño o a parasomnias", según apunta los odontólogos Raúl Frugone Zambra y Adrián Rodríguez en un estudio realizado en 2003.

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Es decir, por lo general, el bruxismo suele ocurrir durante momentos o períodos de tiempo en los que estamos especialmente estresados. Eso sí, de acuerdo con sus características clínicas, se presentan diferentes tipos de bruxismo. Lo más común es que suceda en adultos, aunque también podría darse en algunos niños. Estos, no obstante, son solo datos básicos.

Consecuencia de la evolución humana

Para averiguar el significado detrás de acciones que nuestro cuerpo produce hay que indagar también en la historia de nuestra especie, y eso es lo que han hecho el paleontólogo Michael Archer, profesor de Ciencias Biológicas, Terrestres y Ambientales en la Universidad de Nueva Gales del Sur, y el dentista Dr. Christopher Telford. Juntos, estos expertos han puesto el foco en el bruxismo a lo largo de la evolución humana y el resultado ha sido un artículo publicado en el número 96 de Cosmos Magazine.

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Lo primero que dicha investigación nos aclara sobre lo común que resulta hoy ese rechinar de dientes es que los humanos ya no usamos tanto nuestra dentadura como arma, "al menos una vez que dejamos la infancia y hemos sido socializados para abstenernos de ese tipo de comportamiento". Pero eso no significa que nuestro cerebro ya no interprete que debería sacarlos a relucir cuando se considera en peligro (piensa, por ejemplo, en un perro).

Las personas respondemos de muchas maneras al estrés que nos supone una amenaza. En este sentido, seguro que te suenan los conceptos de supervivencia de lucha o huida. Lo que quizás no te suene tanto, según Archer y Telford, es que otra de esas posibles respuestas se llama "thegosis", y es precisamente el acto de rechinar los dientes para "afilarlos".

La importancia de unos dientes afilados

Del griego, esta curiosa palabra significa afilar o mojar, y describe el proceso mediante el cual muchos animales, incluidos los humanos, afilan sus dientes o cualquier otra parte dura del cuerpo que interactúa en momentos de defensa.

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En nuestro caso, con los siglos, hemos ido desplazando esta función, sin ir más lejos, hacia el uso de objetos como los cuchillos o las tijeras. El simple hecho de utilizar estos utensilios, por ejemplo, para cortar una pizza, influye en que nuestros dientes vayan desafilándose con el tiempo.

Existen, sin embargo, animales cuyos dientes superiores e inferiores no se juntan, como los tiburones y los cocodrilos. En estos casos, llegado el momento reemplazan sus dientes por otros nuevos, pero los animales cuyos dientes sí se encuentran, aprenden por instinto a afilarlos de manera habitual.

Más allá de la férula para prevenir

En los mamíferos, la "thegosis", el bruxismo o el rechinado interviene en los dientes anteriores, es decir, los 12 dientes en la parte frontal de la boca que incluyen los incisivos y los caninos, pero también afila los dientes situados en la zona de las mejillas (los premolares y los molares). Es por eso que podemos masticar bien nuestros alimentos en pedazos pequeños.

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En la actualidad, lo normal es que nuestro cerebro sepa suprimir el instinto mientras está despierto, pero durante el sueño profundo ese instinto puede emerger de nuevo. Además, según Archer y Telford, despiertos o dormidos se relaciona con el nivel de estrés que sufrimos porque es este el que despierta nuestra percepción de amenaza.

Dicho esto, es importante que sepas que puedes estar rechinando tus dientes excesivamente, pues como en todo, hay un límite. Así, si crees que es el caso, es posible que padezcas estrés severo, y puede tener consecuencias perjudiciales: dolores de cabeza, dolor en diferentes músculos de la cara, la cabeza y el cuello, e incluso un desarrollo elevado de sensibilidad dental y hasta alguna rotura de piezas.

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En esos casos, suele frenarse con una férula o protector bucal, una especie de funda plástica que cubre tus dientes superiores manteniendo un grosor tal que evite el contacto con los de abajo. Por supuesto, aunque la férula puede limitar temporalmente la cantidad de daño dental que el bruxismo produce, como recuerdan Archer y Telford, no soluciona la raíz del problema que es el estrés mismo.

Ambos expertos sugieren que los dentistas deben explicar la relación entre el estrés y el rechinar excesivo de dientes a sus pacientes y, si corresponde, derivar a las personas gravemente estresadas a un psicólogo que pueda ayudar a tratar la causa subyacente, en lugar de los síntomas.

Tal vez te has acostumbrado tanto a ello que ni siquiera te das cuenta y deben ser otros los que te avisen: oye, aprietas tanto los dientes durmiendo que se te escucha por todas partes. Y entonces atas cabos y entiendes que ese dolor habitual en la mandíbula no es para nada normal, aunque resulte común. Todos (o casi todos) nos hemos encontrado rechinando los dientes en algún momento de nuestras vidas. Pero, ¿qué es realmente rechinar los dientes? ¿Por qué lo hacemos y cómo se puede prevenir?

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