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¿Por qué hacer deporte en verano es una fuente constante de bienestar?
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¿Por qué hacer deporte en verano es una fuente constante de bienestar?

Ahora que llega el buen tiempo, es el momento perfecto para hacer deporte y preparar tus rutinas físicas de cara a los meses de invierno. El sol será tu gran aliado para ponerte en forma

Foto: ¿Por qué hacer deporte bajo el sol es una constante fuente de bienestar? (Pixabay)
¿Por qué hacer deporte bajo el sol es una constante fuente de bienestar? (Pixabay)

La práctica de ejercicio físico no solo previene numerosas enfermedades, sino que también es un factor indispensable para gozar de una buena salud mental, según afirma la Organización Mundial de la Salud. De hecho, hacer deporte potencia la sensación de libertad y satisfacción con uno mismo, mejorando, por tanto, nuestro estado de ánimo.

Con la llegada del buen tiempo, mucha gente aprovecha para disfrutar de su actividad física preferida bajo los rayos del astro rey, que son bastante beneficiosos para el organismo humano al aumentar el calcio en los huesos y reforzar la musculatura y la capacidad inmune.

Foto: El verano es la mejor época del año para hacer deporte (Imagen: iStock)

Asimismo, las hormonas beneficiosas que desata la actividad física, como la oxitocina o la dopamina, se suman a las que nos aporta estar expuestos a la luz solar. Y es que la vitamina D se traduce inmediatamente en confort y felicidad.

Menos ropa, mayor motivación

Además, no lo vamos a negar, llevar menos ropa y lucir los resultados del intenso programa de ejercicios y la dieta llevados a cabo durante el invierno ayuda (¡y bastante!) en nuestra motivación durante los meses de verano a la hora de nadar en la playa, pisar el asfalto para realizar una carrera o montarse en bici y hacer un largo recorrido.

En verano los días son más largos y hay más horas para realizar todo tipo de entrenamientos

placeholder Los meses más cálidos predisponen a la gente a ser más sociables y a hacer rutinas con otras personas (Pixabay)
Los meses más cálidos predisponen a la gente a ser más sociables y a hacer rutinas con otras personas (Pixabay)

Cuanto más calor hace, mayor es la motivación. Los días son más largos y luminosos y se dispone de muchas más horas para realizar cualquier tipo de entrenamiento. Y, además, los meses más cálidos predisponen a la gente a ser más sociables y a hacer rutinas con otras personas ya sea en pareja, con amigos o con compañeros del gimnasio.

Otras razones que predisponen a la práctica deportiva en verano van desde las fisiológicas, como es el hecho de que el cuerpo se calienta más rápidamente, hasta las prácticas, ya que los estiramientos posteriores a la carrera son mucho más fáciles en ausencia de un viento helador.

No obstante, hay que tener cuidado con el sol y, de la misma forma que es vital hidratarse adecuadamente, es fundamental protegerse de los rayos ultravioletas al realizar actividades al aire libre. Esta exposición al sol sin la protección necesaria puede llegar a causar quemaduras, envejecimiento prematuro y cáncer de piel.

Evitar las horas de calor intenso

Todos sabemos que es mejor evitar las horas de luz y calor más intensas, es decir, de 12 a 16 horas. Pero no hay que dormirse en los laureles. La práctica deportiva provoca tal fuente de satisfacción que la dopamina y serotonina generadas con el ejercicio físico contribuyen a que nos olvidemos del tiempo y de las necesidades de nuestra piel. Y si esta no cuenta con la fotoprotección adecuada, en tan solo 29 minutos empezará a enrojecer.

Foto: El pilates se puede practicar en cualquier momento y lugar (Reuters/Willy Kurniawan)

Junto a esto, el sudor (el mecanismo de defensa para controlar nuestra temperatura corporal) hará que al transpirar para refrigerar nuestro cuerpo se elimine parte del fotoprotector aplicado con anterioridad. Asimismo, al limpiar el sudor con una toalla, retiramos inconscientemente parte de esa protección tan necesaria, por lo que es importantísimo reforzar la protección de la piel constantemente.

Recuerda que las 19 horas son las nuevas 17 horas durante el verano, así que si necesitas aumentar tu entrenamiento por las tardes, ahora es el momento de hacerlo, junto a la práctica de los estiramientos, que aportan una mayor flexibilidad a nuestras extremidades y gracias a los cuales evitaremos tensiones y dolores.

Los meses de verano predisponen a la gente a ser más sociable y a hacer rutinas con otras personas

Por último, ten presente que el verano es un buen momento para plantearte tu estrategia deportiva durante el invierno. Dedica estos meses para buscar deportes o actividades que te motiven lo suficiente como para ponerlas en práctica el resto del año.

La práctica de ejercicio físico no solo previene numerosas enfermedades, sino que también es un factor indispensable para gozar de una buena salud mental, según afirma la Organización Mundial de la Salud. De hecho, hacer deporte potencia la sensación de libertad y satisfacción con uno mismo, mejorando, por tanto, nuestro estado de ánimo.

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