Un niño de 12 años construye la mayor estructura del mundo con palitos de helado

Eric Klabel es un niño de 12 años que se ha convertido en el más famoso de Napervillede, una ciudad de 150.000 habitantes en el estado de Illinois, en el norte de Estados Unidos. Su hazaña ha sido construir la mayor estructura del mundo hecha con palitos de helado, lo que le ha valido para entrar por derecho propio en el Libro Guinness de los récords.

La construcción alcanza una altura de 6,15 metros y se puede ver desde la distancia, lo que ha servido para que sus vecinos estén muy orgullosos de su hazaña. Ha conseguido entrar en el Guinness, un sueño que llevaba años persiguiendo, desde que viera un vídeo hace tiempo de varios poseedores de récordsy se planteara cómo convertirse en uno de ellos.

TE PUEDE INTERESAR

Un tren de juguete bate el récord de la canción más larga tocada con copas de agua

El Confidencial

Eric era consciente de que la mejor manera de entrar en el Guinness era con su habilidad para montar estructuras con palitos de helado. Después, se planteó cómo llevarlo a cabo y llegó a la conclusión de que tenía que hacerlo en forma de pirámide, de tal manera que hubiera una zona de apoyo robusta. Y fue ampliando su creación poco a poco.

Inspirado por su padre

El joven explica al Guinness de los Récords que "para hacer la torre tuve que construir la misma estructura vertical de un metro de largo muchas veces, lo que se volvió muy repetitivo, aunque fue muy divertido ver que se hacía cada vez más alta". Pero lo mejor era separarse de su trabajo para ver desde la lejanía cómo crecía en altura: "Era gratificante".

La construcción mide 6,15 metros y ha ido levantándola metro a metro

La inspiración le llegó a Eric por parte de su padre, que era una persona que siempre estaba haciendo cosas curiosas e inventando todo tipo de artículos. Pronto se dio cuenta de que lo suyo iban a ser los palitos de helado y ha hecho diferentes trabajos como un coche motorizado, botes, cajas o, incluso, una pista para jugar con canicas.

Eric reconoce que se sintió "realizado y agradecido cuando me convertí en poseedor del título Guinness. Estaba muy feliz de haber podido llegar a este punto. Lo que más me gustó de lograr el récord fue que pude ser conocido por algo que me apasiona". Lo que para los demás es solo un trozo de madera, para este joven de solo 12 años es el camino para lograr algo sorprendente e inesperado.