Las razones más sorprendentes por las que estás ganando peso

Cuando nos proponemos perder esos kilos que nos sobran los pasos a seguir están bien claros: ejercicio regular, dieta sana y equilibrada que restrinja las grasas, azúcares y carbohidratos, y sobre todo, mucha fuerza de voluntad. Pero si pasan los días e incluso las semanas y sigues sin ver unos resultados claros, lo más normal es que acabes desesperándote.

En verdad, muchas de las razones por las que la gente vuelve a ganar peso después de haberlo intentado en vano vienen a raíz de esta incapacidad de gestionar la frustración. En el momento en que ves que todos tus esfuerzos están dirigidos a no conseguir nada es el momento más peligroso, puesto que te rendirás y volverás a tu rutina de antes. Sin embargo, hay otros más motivos. La revista 'Eat This Not That' ha recopilado algunos de ellos.

Tienes hipotiroidismo

Se trata de una de las razones más comunes por las que no consigues perder peso. La tiroides, una glándula localizada en el cuello, regula muchas funciones corporales, entre las que se encuentra la actividad metabólica. Pero a veces, por distintos motivos, puede volverse poco activa. Lo peor es que esta enfermedad se desarrolla de forma progresiva, por lo que muchas personas no saben que la padecen hasta que ya está completamente avanzada. En caso de que esta sea la causa de tu sobrepeso, la mala noticia es que, por mucha dieta y ejercicio que hagas, te va a resultar imposible adelgazar.

Comer en exceso (aunque sea saludable)

La cantidad de lo que te echas en el plato es tan importante como la calidad. Muchos de los alimentos presentes en las dietas para adelgazar (aguacates, avena, quinoa, chocolate negro o nueces), pueden provocar un aumento de peso si se consumen en exceso. En realidad, nunca conviene abusar de nada, el exceso nunca es bueno. Es mejor comer variado y menos que ingerir alimentos con poca variedad y en abultadas cantidades.

No bebes suficiente agua

A principios de este año, un estudio de la Universidad de Birmingham descubrió que beber dos tazas de agua antes de cada comida puede acelerar de manera significativa la pérdida de peso. El agua no solo nos da energía y ayuda a mantener el cuerpo hidratado, sino que también nos hace sentir más llenos. Además, si corres el riesgo de sufrir deshidratación el cuerpo tiende a conservar el agua para garantizar el resto de las funciones corporales, de ahí que la retenga y esto pueda verse reflejado en la báscula.

Estás bajo de ánimo

Otra de las razones más comunes para una pérdida de peso no satisfactoria o frustrada. Vivimos, además, en una época en la que la pandemia nos está pasando factura a todos en mayor o menor medida, por lo que quizás sea uno de los motivos más frecuentes por los que por más que te lo propones, no lo consigues. Conviene no ponerse metas muy altas e ir poco a poco, ya que así la posibilidad de frustrarte será menor.

Te acuestas tarde

Un estudio de la revista 'Current Opinion in Clinical Nutrition and Metabolic Care' afirma que una menor cantidad de sueño se asocia con niveles más altos del índice de masa corporal (IMC). "La falta de sueño puede provocar un incremento de los niveles de la hormona del hambre, la grelina, y una disminución de la leptina, la hormona de la saciedad", aseguran las conclusiones del estudio. Por ello, lo mejor es que te esfuerces en dormir lo más profundamente y el mayor tiempo posible para poder controlar el hambre y, en general, para sentirte mejor y evitar el cansancio.