El proceso de cambiar de hábitos y adelgazar 22 kilos, contado por su protagonista

Adele sorprendía hace unas semanas al publicar una fotografía en sus redes sociales en la que mostraba su nuevo aspecto físico. La cantante ha adelgazado unos 70 kilos y su look no tiene nada que ver con lo que conocíamos hasta ahora. Sin embargo, el hecho de que no haya hablado públicamente sobre su espectacular cambio físico no hace más que alimentar todo tipo de especulaciones.

Nadie sabe cómo lo ha logrado. Lo único que se sabía hasta ahora es que en febrero ya se había visto una fotografía suya en la que se podía ver una gran transformación, pero se desconocen los métodos que Adele ha utilizado para perder peso. Y esas especulaciones duelen a personas que, como la artista británica, han adelgazado muchos kilos producto de un enorme esfuerzo.

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Rachel E. Greenspan ha querido contar su historia en Insider. Se trata de una mujer que ha adelgazado 22 kilos y que se siente orgullosa de haberlo conseguido, sobre todo porque, detrás de esa elección, hay una enorme carga de trabajo. Asegura que se ha esforzado lo indecible para mejorar, pero no se trata de un cambio físico, sino también mental y de salud.

Sobrepeso y felicidad

Rachel quiere dejar claro que pesar más o menos no implica, en ningún caso, que una persona sea más o menos feliz. Sin embargo, sí puede ser un indicador fiable de un estado de salud: las personas con sobrepeso suelen llevar algunas afecciones asociadas y el hecho de adelgazar muchos kilos no tiene por qué significar que es por culpa de un trastorno alimentario o de cualquier otro problema. Más bien al contrario.

Detrás de la elección de Rachel de adelgazar hay un enorme esfuerzo que le permitió perder 22 kilos en un año

Las personas obesas suelen sufrir problemas de salud como diabetes, hipertensión o colesterol alto. Por eso, ser capaces de perder peso y tomar la decisión de llevar una vida más saludable es motivo de orgullo porque adelgazar no es fácil, como saben millones de personas de todo el mundo. Rachel afirma que el tamaño y la belleza no están relacionados: ni se es más feliz cuando se está gordo, como muchos piensan, ni el hecho de someterte a un plan de adelgazamiento te hace desgraciado, ni mucho menos.

Los problemas de sobrepeso de Rachel comenzaron siendo una niña y le acompañaron durante buena parte de su vida. Durante años trató de adelgazar y comenzó una dieta para perder peso, más o menos en serio, más de una docena de veces. Pero en todos los casos fracasó y siguió igual. Y todas esas veces amó y odió su cuerpo a partes iguales, atravesando épocas con todo tipo de pensamientos y sensaciones.

Hasta que un día, su hermano Rob le preguntó si era feliz con su cuerpo o, simplemente, se trataba de una máscara que se ponía ante los demás para ocultar sus sentimientos. Rachel se lo preguntó a sí misma y fue cuando decidió que iba a adelgazar. Y, lo más importante, después de muchos intentos, era la primera vez que realmente lo creía. Así que cambió sus hábitos diarios y comenzó un proceso que dio un giro total a su vida.

Adelgazó 22 kilos

Rachel cambió los cereales azucarados del desayuno por huevos; el pan por pasteles de arroz; comenzó a hacerse ensaladas con todo tipo de verduras y, sobre todo, aprendió a comer de manera sana y saludable. De vez en cuando se permitía algún exceso, sobre todo en cumpleaños, eventos familiares o fiestas, pero después seguía con el plan que se había marcado. Y a su cambio en la dieta se unió otra gran decisión: comenzó a hacer ejercicio seis días a la semana.

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Así vio cómo, poco a poco, iba descubriendo músculos de su cuerpo que hasta ese momento desconocía. Incluso reconoce que "empecé a ver mis pómulos por primera vez en mi vida". En solo un año fue capaz de adelgazar 22 kilos, algo que para una persona que mide 1,57 metros, como es su caso, transformó su aspecto de manera radical. Pero lo mejor de todo es que Rachel aprendió a cuidarse y dejó de lado la ansiedad: la comida ya no era el elemento central de su vida.

Pero tan importante como perder peso es no volver a ganarlo y Rachel lo ha conseguido. Ya hace 5 años que se transformó y cree que aquel fue el momento en el que "empecé a vivir realmente". Ha conseguido convertir su dieta y el deporte en un nuevo estilo de vida que le permite ser una persona feliz.

Después de adelgazar 22 kilos en un año, Rachel ha conseguido convertir sus métodos para perder peso en su estilo de vida: dieta sana y ejercicio

Rachel sabe el trabajo que le costó adelgazar 22 kilos y no quiere que los demás especulen con el nuevo físico de Adele. Desde su punto de vista, la artista se merece todo el respeto y su admiración por haberlo logrado y es un ejemplo de superación que puede ayudar a muchas personas a tomar decisiones saludables en su vida. Ella lo hizo hace años y hoy es una mujer mucho más feliz.