Una mujer adelgaza 70 kilos con un simple cambio en las bebidas que ingiere en su dieta

A comienzos de 2017, Karen Bruynell tenía 53 años y pesaba 135 kilos. Era una mujer obesa que tenía un grave problema con las bebidas light: su hijo decidió publicar una investigación sobre el mal hábito de su madre en el periódico del instituto y eso provocó que ella abriera los ojos ante un problema que podría llegar a matarla.

Hoy, Karen Bruynell tiene 55 años y es una persona totalmente diferente. Ha adelgazado casi 70 kilos y se ha convertido en una mujer deportista, que cuida su alimentación y que se preocupa de su salud. Su peso ronda los 66 kilos y su vida, ahora, va mucho más allá de pasar de la silla de la oficina al sofá de su casa como hacía antes.

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Karen ha explicado su historia a Runners World: “Mi hijo se dio cuenta de la cantidad de refresco que bebía y escuchó que era muy poco saludable. Asi que hizo un trabajo de investigación para el periódico universitario sobre los efectos nocivos de los refrescos light. Ahí descubrió que todos los ingredientes de los refrescos bajos en calorías tienen efectos negativos para la salud”.

Gracias a su hijo

Cuando el hijo de Karen llegó a la conclusión de lo perjudicial que era la cantidad de refresco que bebía su madre, comenzó a convencerla para que dejara ese tipo de bebidas. Su físico era el de una persona con un grave problema de sobrepeso que se avergonzaba de sí misma por tener que pedir un extensor para abrocharse el cinturón de seguridad en un avión o que no se sentaba en un tren por no abochornarse ante su compañero de asiento.

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Así que Karen decidió aceptar los consejos de su hijo y en marzo de 2017 dejó de beber refrescos de forma radical: “Era un objetivo pequeño, pero realmente funcionó para mí. Si iba a hacer un cambio de estilo de vida en lugar de solo una dieta, tenía que aceptarlo”. Así fue: no solo dejó las bebidas light, sino que dio un cambio radical a su vida a partir de entonces.

Lo hizo marcándose pequeños objetivos semanales o quincenales: primero, abandonar los refrescos; después, subir algún tramo de escalera en el trabajo; más adelante, subir más tramos y hacerlo casi a diario; más tarde llegó el momento de caminar más o menos a diario y, finalmente, reducir el número de raciones de comida: pasó de dos a una.

Con todos esos cambios, Karen llevó a cabo un proceso de adelgazamiento que iba a terminar de manera exitosa. Al principio le costó, sobre todo porque su metabolismo era “extremadamente lento”. Pero fue al hospital y decidió hacerse una gastrectomía vertical en manga, es decir, una operación de reducción de estómago. Pero el cirujano le avisó: no se trataba solo de una cirugía, sino que debía cambiar sus rutinas de alimentación y ejercicio.

Final feliz

Karen se operó en octubre de 2017 y está convencida de que es la mejor decisión que tomó en su vida. En enero de 2018 su peso se había reducido hasta la barrera de los 100 kilos y dio un paso más en su proceso de adelgazamiento: se implicó más en el deporte, descargándose una aplicación para el móvil que le ayudara a correr. El siguiente objetivo fue participar en una carrera de 5 kilómetros de distancia.

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Como no podía ser de otra manera, Karen lo hizo y pasó al siguiente objetivo: 10 kilómetros. También lo superó a lo largo de ese año, así que se marcó objetivos más complicados: en noviembre de 2019 ya completaba su primer medio maratón y el proceso era imparable. Tanto que, a finales de ese año, su peso ya había llegado a los 66 kilos, después de adelgazar 70. Lo había conseguido.

Desde entonces, Karen no ha dejado de hacer deporte: “Me siento increíble después de perder tanto peso, ahora voy al gimnasio y hago cualquier clase sin resoplar. Incluso ya tengo en vista participar en mi primer maratón, el Maratón de Boston, en nombre del Fondo de Ayuda contra Incendios de Boston. Estoy muy emocionada”.

A sus 55 años, Karen se ha dado cuenta de que puede hacer todo aquello que se proponga: lo siguiente será saltar en paracaídas y un maratón

Es tal el cambio que ha dado su vida que hace tres años ni siquiera soñaba con que esto pudiera ser posible. Ahora, piensa llevar a cabo todos aquellos proyectos que una vez escribió en su lista de deseos y que no pudo hacer por su peso, como saltar en paracaídas, correr un maratón, etc. A sus 55 años, Karen Bruynell piensa que “si realmente quieres algo, lo perseguirás y descubrirás cómo encajarlo en tu vida, no importa lo ocupado que estés”.