Ejercicios que nunca deberías hacer si quieres adelgazar y ganar músculo
Si por más que lo intentas no lo consigues, eso es que estás haciendo algo mal. Una entrenadora personal despeja las dudas para saber con exactitud qué es lo más adecuado
Cuando intentamos perder peso, siempre existe la incertidumbre de si lo estamos haciendo bien. Además, cuando parece que por fin te has adecuado a un régimen de alimentación y a una rutina de ejercicios, el ansiado cambio corporal tarda en producirse, de tal forma que lo más difícil siempre es mantenerse constante y no renunciar.
Independientemente de lo grande o pequeño que sea tu objetivo, no existe una píldora mágica ni una vía rápida para lograr resultados de forma casi automática. Se suele pensar que cada tipo de ejercicio responde a una necesidad. Los de cardio, por ejemplo, vienen bien para prevenir enfermedades cardiovasculares y quemar calorías. Los de fuerza, para ganar resistencia muscular y prevenir enfermedades como la artritis. Y en el caso de los de alta intensidad, están dirigidos a perder grasa de una forma más completa y total.
Hacer bíceps 300 veces al día no conseguirá nada si no estás en forma y no tienes muchos kilos que perder
Tamara Pridgett, entrenadora personal y experta en todo lo relacionado con el mundo del fitness, cree que el objetivo de todo preparador físico es educar a las personas sobre cómo funciona su cuerpo y ayudarles a alcanzar sus metas en base a ese conocimiento previo. Al fin y al cabo, cada caso es un mundo, en el que las diferencias se dan sobre todo en lo relativo al metabolismo y en la capacidad de esfuerzo físico de cada individuo.
Normalmente, siempre queremos corregir una zona de nuestro cuerpo y, para ello, recurrimos a un tipo de ejercicio. Por ejemplo, si quieres perder tripa y en su lugar tener un vientre plano y bien definido, lo que harás será salir a correr para quemar grasa y realizar abdominales de forma diaria. Para Pridgett, la creencia de que puedes realizar ejercicios aislados y únicamente dirigidos al perfeccionamiento de una sola área corporal es falsa.
Realiza ejercicios compuestos que involucren a múltiples grupos musculares a la vez que te permitan elevar tu ritmo cardíaco
"La fatiga puede hacer que los músculos se sientan inestables", razona la experta, en 'Prevention'. "No mejora para nada tu estado físico general, debes ejercitar todo el cuerpo, de lo contrario, no perderás grasa. En este sentido, la reducción de lípidos en puntos concretos del cuerpo no funciona, ya que estás centrándote solo en músculos pequeños".
"Debes perder grasa en tus brazos para después hacer que el músculo se desarrolle", comenta Pridgett. "En ese caso, hacer bíceps trescientas veces al día no conseguirá nada. Solo si ya estás relativamente en forma y no tienes muchos kilos que perder, la tonificación muscular, es decir, desarrollar un solo músculo o grupo muscular en particular, puede ayudarte una vez ya has perdido la grasa".
Por ello, la entrenadora personal aconseja que "en lugar de obsesionarte con un 'área problemática', concéntrate en entrenar todo el cuerpo". Esto no solo te ayudará a alcanzar la meta que te hayas propuesto, sino a mejorar tu estado físico y tu salud al completo. Además, lograrás resultados mucho más rápidos que si te centras en una sola zona de tu cuerpo.
"Piensa en grande", reitera Pridgett. "Realiza ejercicios compuestos que involucren a múltiples grupos musculares a la vez que te permitan elevar tu ritmo cardíaco, quemar más calorías y mejorar tu coordinación. Ejercicios como las sentadillas, el peso muerto, las flexiones, el 'press-banka' o los abdominales son ideales para quemar grasa y a la vez ganar músculo.
Que no se te olvide
Otro de los detalles importantes para tener éxito es que no descuides la alimentación. La clave está en quemar más calorías de las que consumes. Por ello, quizás debas fijar una dieta sana y equilibrada a base de verduras y cereales. Para ganar proteínas, lo mejor será que cocines carnes y pescados a la plancha. Recuerda que no hace falta pasar hambre para perder peso, tan solo controlar las porciones y no consumir alimentos procesados, grasas o con altos niveles de azúcar.
Cuando intentamos perder peso, siempre existe la incertidumbre de si lo estamos haciendo bien. Además, cuando parece que por fin te has adecuado a un régimen de alimentación y a una rutina de ejercicios, el ansiado cambio corporal tarda en producirse, de tal forma que lo más difícil siempre es mantenerse constante y no renunciar.