Ganó 1 millón a la lotería siendo adolescente y ahora vende fotos íntimas por 50 libras

Jane Park es una joven muy famosa en el Reino Unido. La culpa la tiene el sorteo de la lotería que ganó en 2013, cuando sólo tenía 17 años. Entonces su cuenta corriente aumentó de un día para otro en 1 millón de libras, casi 1.200.000 euros, pero desde entonces su vida no ha sido el camino de rosas que ella esperaba.

A través de las redes sociales nos ha ido contando su vida: así supimos que había ofrecido 67.000 euros al año al chico que se convirtiera en su novio; también, que después de varios años sin trabajar se estaba pensando buscar un empleo; y que como su búsqueda de novio no había surtido efecto, llevaba muchos meses sin mantener relaciones sexuales.

Ahora, y a través de su cuenta de Twitter, Jane ha vuelto a ser noticia. Esta joven, que ahora cuenta con 23 años, ha explicado que se ha convertido en la Robin Hood del siglo XXI. Su idea ha sido la de vender fotos íntimas a los hombres que estén dispuestos a pagar 50 libras, casi 60 euros, por cada una de las imágenes.

Lo hace para ayudar

En el mensaje que ha colgado en las redes sociales explica que se siente “¡poderosa! He estado vendiendo fotos en topless a hombres desesperados por ver mis tetas por más de 50 libras y he donado el dinero a organizaciones benéficas. Me siento como Robin Hood. Coger el dinero de hombres más ricos y pervertidos y dárselo a los menos ricos que quieren comer”.

No sólo eso. En un segundo mensaje, Jane responde a algunas dudas: “Antes de que empiecen a preguntar... 1) No, no publico desnudos completos; 2) No, no estoy arruinada; y 3) No, no necesito un nuevo trabajo, ya tengo uno como dueña de mis propiedades y administradora de mis inversiones: esto se trata únicamente de sentirse poderosa y ayudar a otros”.

Sus mensajes han provocado multitud de respuestas y la mayoría de sus seguidores, más de 40.000 en Twitter y otros 230.000 en Instagram, han apoyado su iniciativa. Aunque también hay algunos usuarios de las redes sociales que se lo han tomado con humor y la preguntan si hace ofertas 2x1 para regalar a los amigos.

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Lo cierto es que, según sus propias palabras, lo hace para ayudar a las personas que lo necesitan ya que ella no quiere el dinero: “No estoy arruinada”. Aunque tal y como reconocía hace algunas semanas está buscando un trabajo, pero no porque busque ingresos, sino porque ella y su mejor amiga están “aburridas de nuestra vida de no hacer nada durante todo el día”.

Poca suerte

Cuando Jane ganó un millón de libras con el sorteo de Euromillones de 2013 pensó que había tenido toda la suerte del mundo. De hecho, se comportó como si así fuera: se ha ido de vacaciones a resorts de lujo de todo el mundo, se ha comprado coches y propiedades e, incluso, ha pasado por el quirófano para someterse a una operación de cirugía estética.

Pensó en demandar al organismo nacional de la lotería británica por negligencia porque, según sus propias palabras, había “arruinado mi vida”

Esta operación estuvo a punto de costarle la vida por culpa de una sepsis, aunque finalmente no fue a más. Pero según ha ido creciendo se ha dado cuenta de que no puede pasarse toda la vida sin hacer nada. Eso le llevó a pensar en demandar al organismo nacional de la lotería británica por negligencia porque, según sus propias palabras, había “arruinado mi vida”.

Se refería a que sólo se debería permitir a los mayores de edad jugar a la lotería, porque los 16 años son muy pocos y aún no se está preparado para que te toque un gran premio, como fue su caso. En diversas entrevistas, Jane ha asegurado que su vida era mucho más fácil cuando ganaba 10 euros la hora trabajando como auxiliar administrativa.

Incluso desde Camelot, la organización que controla la lotería británica, reconocen sus problemas, aunque dedicaron un equipo de profesionales a que la ayudaran. Tampoco ha tenido suerte en el terreno del amor: Jane salió con el finalista de X Factor, Sam Callahan, en 2016, pero ella lo dejó porque la había engañado; tampoco funcionó su romance con otro famoso adolescente, Jordan Piggott, y cada uno siguió su camino.