La enseñanza de Serena Williams para triunfar en tu vida diaria

La superestrella del tenis Serena Wlliams tiene una don especial para concentrarse y ganar. La estadounidense superó este lunes a la holandesa Arantxa Rus, por 7-5 y 6-3, e inició la conquista de su octavo Wimbledon, con lo que igualaría el récord de la australiana Margaret Court, campeona de 24 torneos del Grand Slam.

En su regreso a este torneo, el cual se perdió el pasado año por su embarazo, y tras su abandono en los octavos de final de Roland Garros hace cuatro semanas, se impuso a Rus con algunas dificultades, pero saliendo victoriosa. "Estoy contenta por pasar de ronda, pero siento que no jugué lo mejor que puedo, a mi mejor nivel. Mi contrincante jugó increíblemente, nunca la habia visto así. En mi caso, hacía dos años que no jugaba en hierba y estoy intentando encontrar mi equilibrio", añadió.

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El Confidencial

'Ojo silencioso'

¿Cómo lo hace Williams? Cuando está perdiendo, no entra en pánico. En cambio, como informa 'BBC', se relaja, desacelera y aplica lo que los neurocientíficos llaman el "ojo silencioso", una táctica respaldada por la ciencia que también enseñan los maestros Zen.

La zona de flujo es una sensanción de absorción total e inmersión mental durante la cual el tiempo y el espacio se vuelven irrelevantes

En cada partido, la extrema presión, en lugar de causar su desmoronamiento, solo pareció agudizar su concentración. Los psicólogos y los neurocientíficos han identificado algunos de los procesos mentales comunes que marcan a los atletas de élite como Williams. Y uno de los aspectos más intrigantes parece ser este fenómeno, una especie de percepción visual mejorada que le permite al atleta eliminar cualquier distracción mientras planifican su próximo movimiento. Curiosamente, parece ser particularmente importante en momentos de estrés, evitando que el atleta se 'ahogue' en momentos de alta presión.

No son solo los deportistas deben tomar nota. El mismo enfoque puede ayudar a los médicos a mantener su concentración mientras realizan una difícil cirugía y es de creciente interés para los militares. "Hay una pequeña ventana de oportunidad para que el sistema motor reciba información de los ojos", explica Sam Vine de la Universidad de Exeter. "Además, los expertos han encontrado una manera mejor de optimizarla y mantenerla, lo que ayuda a que sus movimientos sean realmente precisos y exactos".

Zona de flujo

Conseguir practicar el ojo silencioso puede llevarte a iniciar un estado de flujo, un sentido muy apreciado de absorción total e inmersión mental durante la cual el tiempo y el espacio se vuelven irrelevantes. Te vuelcas tanto en lo que estás haciendo de una forma tan intensa y sin distracciones que tu mente no es consciente.

"He ganado la mayoría de mis partidos, probablemente todos mis Grand Slams. Así es el esfuerzo. Si estás retrasado en un juego, es muy importante relajarse, y eso es lo que hago: al estar así es cuando me siento más relajada. Solo enfócate en un punto a la vez, uno único y luego el siguiente, y el siguiente ", explica.

Esa fluidez se produce cuando las habilidades de la persona están en equilibrio con los retos y desafíos que la actividad le plantea. En estas circunstancias, la atención se concentra en la consecución de una meta realista, la retroalimentación que se obtiene sobre el nivel de ejecución es inmediata y uno llega a olvidarse de sí mismo.

Concentración y éxito

Cualquier persona que quiera cultivar su concentración puede practicar entrar en esa zona, dice Joan Vickers, la kinesióloga que acuñó el término. Comenzó a estudiar el concepto porque, como atleta estudiante, quería entender por qué jugaba a baloncesto muy bien algunos días y estaba bien con los demás. Empezó a estudiar los movimientos de los golfistas y pronto descubrió una conexión notable entre la firmeza de sus miradas y el éxito de su juego.

El ojo silencioso es una percepción visual mejorada que le permite al atleta eliminar cualquier distracción mientras planifica sus movimientos

Al seguir sus movimientos oculares se dio cuenta de que los grandes jugadores miraban la pelota más que otros. No cambiaban de enfoque tan a menudo como los principiantes. Las conclusiones iniciales se han confirmado en varios estudios sobre personas que practican baloncesto, fútbol, hockey y tiro con arco.

Del mismo modo, el filósofo Alan Watts, a quien se atribuye haber hecho popular el pensamiento zen en el oeste del país, también creía que el secreto del éxito se estaba frenando. Escribió sobre aquietar la mente para dominar el tiempo y el ritmo y a principios de la década de 1950 lo reflejó en un ensayo. La sabiduría de la inseguridad, que describía el enfoque Zen del tiempo y el esfuerzo.

Cultivar un ojo tranquilo no es necesariamente fácil en una sociedad donde abundan las distracciones. Pero dominar este modo puede ayudarte a aprovechar el tiempo al máximo. El trabajo de Vickers ha demostrado que una mente y un ojo estables pueden mejorar las puntuaciones de los jugadores de baloncesto en un 22% en comparación con un grupo de control cuyos tiros libres solo mejoraron un 8% durante el mismo período, por ejemplo. El entrenamiento silencioso en los ojos es tan efectivo con los atletas profesionales que se ha utilizado para enseñar a los niños con trastornos de la coordinación del desarrollo a "adoptar la estrategia de la mirada de los intérpretes expertos y mejorar sus movimientos".