Las pacientes del Marbella Clinic demandan al falso cirujano plástico Pierre Albrecht

El falso doctor Pierre Albrecht, el presunto médico que regentaba la clínica de cirugía estética Marbella Clinic y que ha operado a cientos de pacientes sin poseer la titulación médica necesaria, tendrá que responder ante la justicia por la demanda que interpondrán en los próximos días una plataforma de pacientes afectadas, constituida recientemente por considerarse “estafadas al haber puesto en manos de un impostor su salud y sus vidas”. Según ha podido saber El Confidencial, Giselle R. encabeza esta plataforma que se ha puesto en marcha tras el auto que dictó el pasado mes de noviembre el magistrado Julián Cabrero, en el que prohíbe el ejercicio de la medicina en nuestro país a Albrecht.

 

En el auto, el juez dice textualmente que “prohíbe cautelarmente al imputado Pierjean Albrech el ejercicio de la medicina en territorio español y suspende de igual modo cautelar los derechos y atribuciones de cualquier naturaleza que hasta la fecha le hubieran correspondido por su condición de profesional médico”. Como ya destapó este diario el pasado mes de julio tras una exhaustiva investigación, una vez descubierto el fiasco del falso doctor se desató la alarma entre muchas de sus pacientes, que a su vez denunciaron y pidieron que no siguiera practicando la medicina en nuestro país. Además de estas denuncias de las pacientes, Pierre Albrecht está acusado de intrusismo profesional, falsedad en documento oficial y cohecho. El pasado 14 de marzo, se decretó su prisión provisional eludible bajo fianza de 30.000 euros.

Falsificó dos títulos universitarios

Las afectadas no comprenden cómo este hombre pudo estar once años operando gracias a dos títulos que supuestamente falsificó y que luego hizo que el Ministerio de Educación convalidara, el de médico y el de cirujano plástico, ambos reproducción exacta del título de un médico francés licenciado en 1989 que en su currículum aparece como el tutor que le guió durante cinco años en sus supuestos estudios de cirugía plástica y estética.

Según un informe policial de Asuntos Internos, el falso doctor empezó a ejercer como cirujano plástico en Marbella en 1997. Tras estudiar estos informes, el juez Julián Cabrero López le imputó los presuntos delitos de intrusismo profesional, falsedad en documento oficial y cohecho, según reproducimos en el auto al que El Confidencial ha tenido acceso.

Por su parte, el Colegio de Médicos de Málaga, alertado en su día por los documentos que hizo públicos El Confidencial, aportó toda la documentación que ellos poseían a la fiscalía. El juzgado que investigó los hechos acusa a este ciudadano francés de un delito de falsedad documental ya que, según apunta el auto de prisión, la Universidad de París donde decía que había estudiado certificó que “no ha expedido título alguno en cualquier especialidad médica a favor del imputado y que el número de registro que aparece al pie de los diplomas corresponden a otra persona”. También se le acusa de intrusismo profesional, ya que el falso doctor se colegió como médico en Málaga.

Ante la alarma generada por la posibilidad de que siguiera ejerciendo con tal imputación a sus espaldas, el Defensor del Paciente y el Colegio de Médicos denunciaron la situación y consiguieron que el juez adoptara como medida cautelar que no volviera a ejercer la Medicina en territorio español hasta que terminaran las investigaciones por el bien de sus propios pacientes, algunos de los cuales, van a denunciarle.

 

Antecedentes judiciales

No es la primera vez, sin embargo, que el presunto médico se ve envuelto en un procedimiento judicial. La decisión del juez de imponer una fianza se basó en la existencia de otra causa pendiente en el Juzgado de Instrucción 3 de Marbella por supuestas lesiones imprudentes en el ejercicio de la Medicina. El juez consideró que existía riesgo de fuga “al tratarse de un ciudadano francés de considerable capacidad económica”, según el auto.

La supuesta manipulación de los títulos y su ejercicio como cirujano explican las imputaciones de falsedad documental e intrusismo profesional. El cohecho se justifica con el presunto pago de 30.000 euros que Albrecht hizo al inspector de la Policía Nacional Carlos Farré, en su día responsable de Udyco en Marbella y ahora imputado en la trama de corrupción policial  en el marco de unas “diligencias investigadoras”.